sábado, 28 de julio de 2012

Capitulo 33. Eres la Novia Mas Perfecta


…Al día siguiente…

-Tienes que arreglarte hija – dijo mi madre.
-Ya voy – dije.

Subí a mi habitación y me metí al baño. Tome una ducha, larga y relajante, aun era temprano. Salí del baño y tome una bata. Me quede sentada en mi sofá, esperando a secarme, aunque sea solo un poco.

Pasaron algunos minutos y comencé con mi peinado y maquillaje. Termine después de una hora, aun tenía unos minutos. Baje a la cocina y fui por algo de tomar.

-¿Sabes que te quedan solo unos minutos? – cuestiono Alejandro.
-Lo sé – dije después de tomar mi último sorbo de agua – ya regreso.

Subí a mi closet y tome el vestido. Me cambie por eso http://www.polyvore.com/cgi/set?id=54326295, me di algunos toques y listo. El timbre sonó, lo más seguro es que fuera Justin. Me coloque mi pulsera y Salí de mi habitación.

-Wow – dijo Justin al verme.
-¿Cómo se ve? – cuestione.
-Increíble – dijo mirándome de arriba abajo – creo que es hora de irnos.
-Si – dije riendo – chau Alejandrito.
-Chau chiquillos – dijo riendo – que les vaya bien.
-Gracias – dije extrañada.

Salimos de casa y subimos a una camioneta negra. Esta nos llevo a un hotel, en donde seria la fiesta.

-¿No planeabas ir a la misa? – cuestione.
-Son de diferente religión a la mía – dijo – mi madre fue ya que es su hermana, además ella no me agrada mucho que digamos.
-¿Por qué? – cuestione.
-Tiene algo – dijo riendo.
-Oh vaya – dije riendo – suena odiable.
-No te burles de mi – dijo riendo.
-Hasta tú te ríes de ti – dije.
-No es cierto – dijo – yo me rio de ti.
-¿Por qué de mi? – cuestione.
-Porque eres graciosa – dijo.
-Tonto – dije riendo.

Llegamos al hotel y el mismo chofer nos ayudo a bajar. Entramos al salón y fuimos con Pattie.

-Hola chicos – dijo Pattie – se ven muy bien, ambos.
-Gracias mamá – dijo Justin.
-Muy buena elección de vestido – dijo Pattie hacia mí – te ves hermosa.
-Gracias – dije algo apenada – lo mismo digo de ti.
-Hay cariño – dijo riendo.
-Es enserio – dije – ¿o no Justin?
-Mi mamá es bellísima – dijo Justin.
-Hay muchachos, como los quiero – dijo – elevan mi autoestima.

Hablamos por unos minutos hasta que llego la hora del vals de los novios. Todo parecía haberse planeado con muchísimo cuidado, todo muy perfectito. Los recién casados se veían sumamente felices y enamorados, el sueño de cualquier mujer.


La boda siguió como cualquier otra. Hubo momentos en los que bailábamos – Justin y yo – con Pattie, hubo otros en los que estábamos solos y otros en los que preferimos estar sentados charlando. Mientras más tarde se hacía, más lentas eran las canciones.

-¿Acaso esa bellísima mujer aceptaría bailar conmigo? – cuestiono Justin.
-Claro que si – dije tomando su mano.

Caminamos tomados de la mano hasta la pista. Coloco una de sus manos sobre mi espalda, pegándome a él. Con su mano libre tomo la mía y entrelazo nuestros dedos. Yo coloque mi mano libre sobre su hombro y dejamos que la música nos moviera.

Prácticamente esta es la razón por la que estoy loquita por el muchacho, su simple forma de ser. Siempre me pregunto cómo le hace para hacer todo lucir tan perfecto, como le hace para hacerme sentir tan especial a cada instante – algo que puede ser muy difícil. Su forma de besarme, la forma en que me abraza, la forma en que me sujeta, la forma en que me mira, la forma en que me habla, todo eso y más es lo que me hace quererlo cada día más y más.

Me siento culpable de alguna forma, el es demasiado lindo conmigo mientras que yo no hago nada por él. Me siento como una mala novia, tal vez esta sea la razón por la que algunas Belieber me odian, por ser mala novia.

-Te ves hermosa cuando estas pensativa – dijo sonriendo.
-No digas eso – dije apenada.
-¿Por qué no? – Cuestiono riendo – a fin de cuentas es la verdad.
-¿Qué haremos contigo? – cuestiono, el solamente se limito a reír.
-Por cierto, ¿en qué piensas? – cuestiono con algo de interés.
-En ti – dije – en tu forma de ser conmigo para ser más exacta.
-¿Hago algo mal? – cuestiono con cierto tono de preocupación.
-No – dije – al contrario, todo lo que haces siempre es perfecto, es solo que, eres demasiado lindo conmigo y no me malinterpretes, me encanta que seas así pero, me siento mal.
-¿Por qué? – cuestiono.
-Porque tú haces de todo por mi – dije – y yo no.
-Claro que si has hecho mucho por mi – dijo asintiendo con la cabeza.
-Haber, ¿Qué he hecho? – cuestione.

-Primero que nada, estar conmigo con buenas intenciones – dijo – eso es algo que aprecio de verdad. El simple hecho que estés junto a mi es mi mayor tesoro, y que puedas aguantarme es algo increíble.
-Aun así, me disculpo contigo por ser una mala novia – dije.
-¿Qué estás diciendo? – cuestiono – para mi tu eres la novia más perfecta que he tenido, tú no has hecho nada mal, absolutamente nada. No debes de disculparte por nada.
-Te quiero mucho – dije sonriendo.
-Aunque no más que yo – dijo riendo.
-Mentiroso – dije – yo te quiero más.
-Mmm… no – dijo riendo.

Antes de que pudiera decirme algo, me beso. ¿Si les he mencionado lo bien que besa o lo perfectos que son sus besos?

-Yo no sé cómo puedes decir que eres mala novia – dijo Justin – eres hermosa, inteligente, graciosa, ¿continuo?
-Así está bien – dije riendo.
-Además, besas como los mismos ángeles – dijo sonriendo.
-Justin – dije con vergüenza ya que la pareja de alado nos había volteado a ver – no digas esas cosas.
-Y esto apenas comienza – dijo riendo.

Pasaron alunas horas y regrese a casa.

Digamos que había sido una gran noche – sin malpensarlo, por favor – me la había pasado muy bien y había conocido a varios familiares de Justin. Todos habían sido muy lindos conmigo, incluso había algunos que decían que nos veíamos hermosos juntos y no sé qué otras cosas.

Subí a mi habitación y me quite mi vestido, con cuidado de no dañarlo. Me cambie por mi pijama y me desmaquille. Me acomode en mi cama y encendí la televisión, cambie de canales hasta encontrar algo interesante.

…1 mes después…

-¿Ya tienes todo? – cuestiono mi madre.
-Si mamá – dije riendo – tu tranquila.
-¿No nos podrían dar otro mes más de vacaciones? – cuestiono mi hermano.
-Para nada – dijo mamá – ya es hora de que estudien.
-Yo estoy feliz con eso – dije.
-Me alegro mucho – dijo mi madre.

Termine mi comida y deje mi plato en el fregadero. Regrese a mi habitación y me avente en la cama. 


Después de mucha espera, mañana entraría a la escuela. Estaba algo emocionada por entrar y conocer a la gente y todo eso. No lo negaría, estaba nerviosa, hacia demasiado tiempo no iba a la escuela, además de que no conocía muy bien el sistema de las escuelas y todo eso. Esto sería algo nuevo para mí.

…Al día siguiente…

Desperté gracias a mi estúpida alarma. Sonaba y sonaba y sonaba sin parar. Me levante de mi cama y me estire. Tome una ducha corta y al salir me cambie por esto http://www.polyvore.com/cgi/set?id=54433863. Me arregle el cabello y me coloque un poco de mi perfume favorito. Tome mi mochila y baje a la cocina por mi desayuno.


-Buenos días – dijo mi madre sonriente.
-Hola – dije.
-¿Están listos? – cuestiono Gustavo.
-Claro que si – afirmo mi hermano.
-Les encantara esa escuela, estoy segura – dijo mi madre.
-Ya lo creo – dije riendo.

Tomamos nuestro desayuno mientras veíamos un noticiero. Terminamos y Gretta nos ayudo con nuestros platos. Regrese a mi habitación y me cepille los dientes. Ya estaba lista para irme.

-Ya me voy – dije.
-Que te vaya bien hija – dijo mi madre – y te cuidas.
-Si mamá – dije riendo.

Tome mis llaves y Salí de casa. Arranque mi coche y emprendí mi marcha hacia mi nuevo colegio. Me tomo un tiempo llegar, primero por el trafico, además me había perdido en el camino. Entre al estacionamiento y tome un lugar. Apague el motor y me baje del auto.

Al bajar mire hacia todos lados, la gente me miraba detenidamente. No sabía si era por haber llegado en un carro muy lujoso como este o si era por ser nueva. Simplemente no les preste atención. Tome mi mochila y camine hasta el primer edificio.

-Buenos días – dijo una de las secretarias.
-Hola – dije sonriendo – se supone que aquí debo recoger mi horario.
-¿Cuál es tu nombre? – cuestiono la señora.
-Amanda Garza – dije.
-Oh – dijo ella – si, aquí esta – dijo entregándome un papel.
-Gracias – dije tomando el papel.
-De nada – dijo.

Salí de la oficina y me encamine hacia cualquier parte. Caminaba sin rumbo, no conocía la escuela y no quería preguntar.

-Amanda – dijo.
-Caitlin – dije sonriendo – me has salvado.
-¿Por qué? – cuestiono riendo.
-No sé en donde estoy – dije.
-¿Puedo ver tu horario? – cuestiono.
-Claro – dije y le entregue el papel con mis clases.
-Amiga, compartimos muchas clases juntas – dijo emocionada.
-Gracias Dios – dije aliviada.
-Ven, vamos – dijo.

Caminamos entre los pasillos, a decir verdad, este lugar casi no tenía alumnos. Llegamos con rapidez a nuestro salón, el profesor aun no llegaba.

-Ven, siente a mi lado – dijo Cait.
-Claro – dije.

Caitlin tomo su lugar y después palmeo otro lugar, mi lugar. Tome asiento y tire mi mochila al piso. Tome mi celular y me puse a usar Twitter. Coloque algunas fotos y puse algunas otras cosas.

-Caitlin – escuche decir a varias chicas.
-Chicas – dijo Cait.

Se levanto de su asiento y las saludo, eran apenas 3 chicas.

-Chicas, les quiero presentar a alguien – dijo y me indico a que fuera con ellas – Amanda, ellas son Karla, Taylor y Tamara – dijo Cait – chicas ella es Amanda.
-Hola – dije sonriendo.
-Yo te recuerdo – dijo una de ella, Taylor si no me equivoco – tú eras la chica de la fiesta.
-Así es – dije riendo.
-Oh si es cierto – dijo Tamara – muy buena fiesta por cierto.
-Gracias – dijo Caitlin – pronto haremos otra, todas juntas, sirve que así se conocen mejor.
-Me agrada la idea – dijo Karla – bienvenida a este colegio.
-Gracias – dije sonriendo.
-¿Qué tú no eres la hermana de Alejandro? – cuestiono Taylor.
-Si – dije.
-Dios mío, esta guapísimo – dijo Karla.
-Giu – dije riendo.
-Lastima por la noviecita que se carga – dijo Tamara.
-La odio – dije con repulsión.
-Es horrenda para empezar – dijo Karla.
-Y mala – dije.
-Cierto.

La maestra llego y todos regresaron a sus lugares. Esta leyó su lista y noto un nombre nuevo, el mío. Como en todas partes, me hiso presentarme ante todos los alumnos en ese salón. Me era fácil entablar una conversación así que todo fue muy rápido. Regrese a mi lugar y la clase comenzó.

Tuve 5 clases antes del receso – química, matemáticas, español, historia y biología. En cada una de las clases me pedían presentarme ante todos, siempre la misma historia. Tome mi lugar en el receso con Caitlin y las demás chicas. Eran muy buenas personas conmigo, me agradaban.

-Demonios – dijo Taylor – ahí vienen.
-Ay, toda la vida han estado con nosotras – dijo Karla.
-Aun así, no me agradan mucho – dijo Taylor – son unos mujeriegos.
-¿Quiénes vienen? – cuestiono Cait.
-Paul y Tom – dijo Tamara.

En cuestión de segundos dos chicos – guapos a decir verdad – se sentaron en la mesa. Mire a Taylor quien había puesto una cara de desagrado.

-...


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