Arranque el auto y salimos de ahí. Fue un recorrido
largo, aproximadamente una hora. Eran las 3 cuando salimos de casa de Justin,
justo a la hora del tráfico. Gracias a dios yo era una persona paciente. Al
llegar, aparque mi auto y bajamos.
-Y ahora, ¿A dónde vamos? – cuestione.
-No lo sé – dijo confundido – Ryan solo me dijo que
viniera a este lugar.
-¿Y si caminamos? – cuestione – tal vez así veamos algo
o, no lo sé.
-Me parece bien – dijo sonriéndome – vamos.
Tomo mi mano y comenzamos a caminar. Entramos a la playa
y al instante nos topamos con Ryan, la chica aun no llegaba.
-Bro – dijo Justin al verlo.
-Justin, Amanda – dijo el rubio con más tranquilidad – me
alegro que estén aquí.
-Y, ¿Dónde está la chica? – cuestiono Justin.
-Me hablo hace unos minutos – dijo Ryan – me dijo que
estaba detenida en el trafico, menciono algo sobre un choque.
-Estaba feo – dije.
-¿Lo vieron? – cuestiono Ryan.
-Si – dijo Justin – detuvo toda la circulación, estuvimos
una hora en el tráfico.
-Wow – dijo Ryan – yo solo estuve media hora.
Seguimos hablando por unos minutos hasta que la chica
llego. Ryan fue hasta ella y la saludo con un abrazo y un beso en la mejilla,
algo más de amigos. Después de eso se acercaron a nosotros y fue cuando Ryan
nos presento.
-Justin, Amanda, ella es Karla – dijo Ryan refiriéndose a
la rubia que tenia a un lado – Karla, ellos son Justin y Amanda.
-Si – dijo ella algo apenada – los conozco.
-Mucho gusto – dijo Justin.
-Igual – dijo Karla con algo de pena.
-Hola – dije sonriéndole.
-Hola – dijo con el mismo tono de pena.
-Bueno – dijo Ryan – será mejor que nos vayamos yendo.
-Ok – dijimos todos al unísono.
Comenzamos a caminar y nos dividimos. Ryan se fue junto
con Justin mientras que yo me fui en compañía de Karla.
-He escuchado muchas cosas de ti – dijo Karla quitándose
algo de pena.
-¿Malas o buenas? – cuestione.
-Depende de cómo las tomes – dijo con tranquilidad, parecía
ser una buena persona.
-¿Qué has escuchado? – pregunte.
-Pues, que tú y Nicole están en “guerra” – dijo.
-¿La conoces? – cuestione con sorpresa.
-Si – dijo ella riendo.
-¿En donde estudias? – pregunte.
-En South East High – dijo ella.
-No te creo – dije con algo de emoción – yo entrare al
mismo colegio.
-¿Enserio? – pregunto – eso es excelente.
-Bueno pero, no me has dicho como conoces a Nicole – dije
amargando un poco la situación.
-Antes ella solía ser la novia de mi hermano – dijo ella
recordando – créeme, comprendo lo que sientes, yo también la odio, es muy
perra.
-Gracias a Dios alguien me comprende perfectamente bien –
dije.
-Si – dijo ella riendo – pero no solo nosotras pensamos así,
hay bastante gente que no la quiere.
-Gente con más sentido común – dije gritándolo para que Justin
lo escuchara, sabía que él pensaba que ella era buena y todo eso, algo falso.
-¿Le agrada? – cuestiono Nicole.
-El piensa que son celos de hermana – dije – pero no es así.
-Está llena de celos – grito Justin mientras reía.
-Mentiras – dije.
Seguimos caminando hasta que Ryan se detuvo.
-Es por aquí – dijo y seguimos caminando.
Caminamos por unos minutos más hasta que paro y volteo.
-Llegamos – dijo y miro a Karla, un tipo de indirecta
para decir que era hora de que se fueran. Karla lo noto y se fue con él, al
instante.
-Bye – dijo Karla.
-Chau – dijimos Justin y yo. Ellos se fueron en su dirección
mientras que nosotros nos quedamos ahí.
-¿Vamos? – pregunto Justin.
-Vamos – dije riendo.
Me tomo de la mano y entramos. El lugar al que nos había traído
Ryan era a una feria, la cual estaba casi vacía. Aun así, Justin se había preparado
con una gorra y unos lentes. Aun era reconocible pero no tanto como lo sería
sin todo eso.
-¿Sabías que vendríamos a un lugar público? – cuestione mientras
que el se ponía sus gafas.
-No realmente – dijo en voz baja – pero conozco a Ryan,
siempre lleva a alguien a un lugar con mucha gente.
-¿Por qué? – pregunte riendo, era extraño.
-Porque le gusta que digan que sale con chicas – dijo mientras
jugaba con mis manos – según él es para que no cuestionen su “hombría” pero en
realidad lo hace por mujeriego.
-Me lo imaginaba – dije riendo.
-Pero bueno – dijo él.
-Por cierto, casi olvide decírtelo – dije recordando.
-¿Qué sucede? – pregunto algo preocupado, supongo que por
mi reacción.
-Es solo que mi madre quiere que nos acompañes a una cena
– dije – dice que te quiere conocer.
-¿Una cena? – cuestiono.
-Según ellos es para celebrar su matrimonio – dije, el me
miro extrañado – claro que no es por eso, es solo que mi madre aprovecha cada
oportunidad para salir a cenar o cosas así, siempre le han encantado las fiestas,
algo extraño si me lo preguntas.
-No creo que tenga algo de malo – dijo riendo – y claro
que voy, yo también quisiera conocer a mi suegrita.
-Hay Dios – dije riendo – si le dices eso probablemente
te amara.
-Gracias por el tip – dijo sonriendo – se lo diré – advirtió.
-Es enserio – dije – a ella la matarías con eso. A
Gustavo no sabría que le debas decir, no lo conozco tan bien.
-No te preocupes por el – dijo Justin – el no tiene
problemas. Hace poco me lo tope en el estudio y hasta me felicito.
-Supongo que es bueno – dije.
-Es algo muy bueno – dijo el riendo.
-Debes de ir formal – dije poniéndome un poco más seria –
no necesariamente en traje pero si algo formal.
-Está bien – dijo Justin – no me vas a reconocer.
-Chistoso – dije con sarcasmo – ya te he visto en traje y
peinado.
-Hay linda – dijo riendo. Segundos después me dio un
corto beso en los labios. Se separo de mí y me miro directo a los ojos – tienes
lindos ojos.
-Gracias – dije apenada – igual tú.
-Ven – dijo riendo – veamos que tal.
Estuvimos un largo rato en ese lugar. Se podría decir que
hicimos de todo, hasta subimos a la rueda de la fortuna, algo que me costó
bastante. Hubo algunas chicas quienes le pedían fotos a Justin, yo solo me
hacía a un lado para no estorbar ya que sabía que estaban ahí por el no por mí.
Hubo una que otra que también me pedía a mí en la foto. No me negaba, yo
cumplía con ellas poniéndome en la foto y regalándoles mi más linda sonrisa.
A eso de las 5 nos marchamos del parque. Subimos a mi
auto y yo conduje de regreso. Después de media hora regresamos a su casa y él
me pidió que entrara con él. Solo estuve ahí unos 15 minutos, después regrese a
casa. Entre Justin y yo acordamos que yo pasaría por él, claro que antes
tuvimos una pequeña discusión. Llegue a mi casa y estacione el auto. Entre lo
más rápido que pude y subí a mi habitación.
…
Termine de alistarme después de un tiempo. Me había
cambiado por algo así http://www.polyvore.com/sweet/set?id=53000215.
Me puse un poco de rímel y brillo labial. Me acomode un poco el vestido y listo.
Salí de mi habitación, ya lista para la cena. Baje a la sala en donde estaba
Alejandro.
-Mira nada mas – dijo tomando mi mano y dándome una
vuelta – que le hiciste a mi hermana que tú no eres ella.
-Cállate tonto – dije riendo – tú no te ves tan mal.
-Yo siempre he sido guapo – dijo.
-Uy si – dije riendo – su majestad.
-No te burles – dijo riendo.
-Tonto – dije.
Mi madre bajo junto con Gustavo. Ambos iban formales, mi
madre con un vestido cortó – no tan corto – y Gustavo con traje, como siempre. Mi
hermano iba formal pero sin exagerar, solo llevaba una camisa formal junto con
un pantalón formal y despeinado como siempre.
-Bueno, nosotros nos vamos llendo – dijo mi madre.
-Supongo que yo tambien – dije – nos vemos aya.
-Ok – dijo mi madre.
Tome mis llaves y Salí de casa. La temperatura afuera era
agradable, no hacía mucho calor pero tampoco estaba fresco.
Subí a mi auto y arranque. Conduje hasta casa de Justin
en total silencio, ni siquiera escuchaba la radio, algo que me parecía extraño
en mí. Después de 5 minutos llegue a su casa, me estacione y lo llame para que
supiera que estaba ahí. Aun así decidí bajarme y así saludar a Pattie de paso –
si es que estaba en casa. Timbre y al instante Pattie me abrió.
-Hola Amanda – dijo con una sonrisa.
-Hola Pattie – dije. Me acerque a ella y le di un abrazo
y un beso en la mejilla, como un saludo.
-¿Cómo has estado? – cuestiono.
-Muy bien – dije – gracias.
-Vamos, pasa – dijo.
Entramos a la casa y ella me llevo a la sala.
-Déjame le hablo a Justin – dijo Pattie.
-Ok – dije tranquila.
-No creo que haga falta – dijo Justin entrando.
-Hasta que por fin bajas – dijo Pattie, yo solo reí –
bueno, que les vaya muy bien y me saludas a tu mamá.
-Claro que si – dije sonriente.
-Chau mamá – dijo Justin.
-Chau Justin – dijo despidiéndose de su hijo – chau
Amanda.
-Chau Pattie – dije mientras me daba un abrazo de
despedida.
Salimos de su casa y fuimos hasta mi auto. Como siempre,
Justin me abrió la puerta y entre. Después el entro por la otra puerta.
-Por cierto – dijo Justin – te ves hermosa.
-Muchas gracias – dije tomando un poco de color en las
mejillas – tú te ves muy guapo.
-¿Crees que así este correcto? – dijo refiriéndose a su
vestimenta – no quiero causarle una mala impresión a tu mamá.
-Estas perfecto – dije sonriéndole – y tu tranquilo que
lo más seguro es que te apruebe.
-¿Cómo estás tan segura? – cuestiono.
-Por tu madre – dije – son muy amigas y por lo tanto
también te quiere a ti.
-¿Por mi madre? – pregunto riendo.
-Créeme – dije – mi mamá ama a los hijos de sus amigas,
siempre es así.
-Bueno – dijo Justin – te creo.
Seguí conduciendo hasta llegar al restaurante. Era de
comida italiana, de los favoritos de mi madre. Llegamos y le deje mi coche al
Ballet parking. Entre el mismo personal nos ayudaron a bajar. Justin fue
conmigo y entramos al lugar.
-Buenas noches – dijo uno de los ayudantes de la entrada.
-Buenas noches – dije.
-¿Tienen reservación? – cuestiono.
-Venimos con mis padres – dije.
-¿A nombre de quien está la reservación? – cuestiono,
mirándome de una forma algo extraña.
-Tiffany Sanz – dije mientras le sonreía, no de forma
picara ni nada, solo de forma amable.
-Pasen por aquí – dijo.
El muchacho nos dejo hasta la mesa en donde estaban mamá
y Gustavo. Justin saludo a Gustavo como los amigos que eran y después saludo a
mi madre. Al terminar se paso a mi lado y saludo a Alejandro. Tomamos asiento y
empezó la charla.
Ordenamos y toda la cosa y mientras esperábamos mi madre
empezó a conversar con Justin, Gustavo obviamente estaba incluido en la
conversación.
-¿Y tu novio? – le pregunte a Alejandro, quien parecía
perdido.
-En su casa – dijo Alejandro - ¿Por qué? Acaso ya te cae
bien.
-Giu – dije con asco – claro que no. a lo que me refería
es que porque no está aquí.
-¿Quisieras que estuviera aquí? – cuestiono riendo, al
parecer me malinterpretaba.
-Claro que no – dije – pero se me hace milagroso que no
la tengas pegada como garrapata.
-Oye – dijo el – no es una garrapata.
-Si será tonto – dije riendo – me refiero a que siempre están
juntos y ahora no.
-Ah – dijo comprendiendo – es solo que ella tenía cosas
que hacer, además, no siempre estamos juntos.
-Aja – dije con sarcasmo – bien sabes que mientes.
-Mira Mandy – dijo riendo – es mi novia y si quiero la
puedo ver cuando sea.
-Como sea – dije – además, no me llames Mandy, odio que
me llamen así.
-Lo sé – dijo riendo.
Como odio cuando me dice Mandy. ¿Por qué? Porque así
solía llamarme mi papá. Para mi papá Amanda no existía, solo era Mandy, nada
más. El simple hecho de que me llamen Mandy me hace recordarlo. La verdad es
que lo extraño y demasiado, no es lo mismo sin él, para nada. Extrañaba el
poder decir mis padres, ahora solo era mamá y el nombre de su esposo. Extrañaba
el decir mi papá, ahora solo es el nombre de su esposo. Todo es diferente, una
diferencia que aborrezco. Yo quiero a mi padre, no a un sustituto.
-Amanda – dijo Justin pasando la mano frente a mí.
-Uh – dije reaccionando - ¿Qué pasa?
-¿Está todo bien? – pregunto.
-Si – dije riendo – dime, ¿Cómo va todo?
-Bien – dijo sonriendo – parece que todo va bien.
-Me alegro – dije con una sonrisita.
El mesero llego y nos entrego nuestros platos. Al terminar
el se fue. Nuestra cena siguió, mamá seguía conversando con Justin excepto que
ahora estábamos todos involucrados en la conversación.
…
Había sido una noche agradable. Mi madre había terminado
amando a Justin, era algo muy notable, incluso me hacia miradas aprobadoras. Al
final Justin se despidió de mi madre, Gustavo y Alejandro, yo no ya que los vería
al llegar a casa. Salimos del restaurante y nos fuimos cada quien por su lado.
-Me agrada tu madre – dijo Justin.
-Se nota que tu le agradas – dije sonriendo.
-Es mi encanto natural – dijo algo egocéntrico.
-Tú y tu ego – dije riendo.
-Es una pequeñísima broma – dijo riendo – por cierto, vi
como te miraba ese mesero.
-¿Cómo me miraba? – cuestione sonriendo.
-Te veía como yo debería de hacerlo – dijo con algo de
celos.
-¿Estas celoso? – cuestione con una sonrisa.
-Claro que no – dijo – porque yo se que tu eres mi novia
y no de él.
-Aunque no puedo negar que el chico también tenía su
encanto – dije, solo intentaba molestarlo un poco.
-¿Qué estás diciendo? – cuestiono con celos - ¿acaso te
gusto?
-Claro… - dije – que no.
-No mientras – dijo con algo de enojo.
-Es enserio Bieber – dije riendo – no me gusto, solo lo
hago por molestar.
-Mentirosa – dijo, sabía que el ocultaba su risa, lo
notaba en su voz.
-Eres un celoso – dije riendo.
-No soy celoso – dijo insistente.
-Claro que si – dije.
Después de estar discutiendo por un rato, llegamos a casa
de Justin. Estacione mi auto y bajamos.
-Solo digo que eres muy mentirosa – dijo.
-Eres un celoso sin remedio – dije.
-¿Te gusto o no? – cuestiono.
-Claro que no – dije riendo – solo te jugaba una pequeña
bromita.
-No me gustan tus bromas – dijo cruzándose de brazos.
-Ya lindo – dije – no te enojes.
-No – dijo sin bajar los hombros.
-Ándale – dije. Me acerque a él y le di un corto beso,
cerca de los labios.
-Estoy furioso – dijo intentando ponerse serio.
-Lo intente – dije y me voltee.
En ese instante Justin me toma de la muñeca y me da una
vuelta, pagándome a él. Posa su mano libre sobre mi rostro y me va acercando a él.
Mis ojos se cierran al instante. Y me besa. Un beso de esos que son perfectos
sin ni siquiera esforzarse. El sabia como hacer las cosas más especiales, como
hacerlas diferentes, únicas, algo que me encantaba. Por mala suerte nuestro
rato romántico termino ya que empezamos a escuchar ruidos desde lejos.
-¿No quieres pasar? – pregunto Justin.
-Me encantaría pero, tengo que regresar a casa – dije.
-Está bien – dijo poniendo cara de tristeza.
-¿Por qué pones cara de perro mojado? – cuestione y el
rio.
-¿Perro mojado? – pregunto mientras reía - ¿Quién te
enseña esas frases?
-¡Que grosero! – dije fingiendo indignación, claro.
-Ya linda – dijo mientras me abrazaba por la cintura – a mi
me encantan tus frases.
-No te creo – dije seria, algo que me costaba ya que me quería
reir.
-Enserio – dijo.
-Ya – dije riendo – te creo. Ahora si me tengo que ir.
-No sabes que, odio tus frases – dijo.
-Tonto – dije riendo – tu tranquilo que este no es el
ultimo día que me veras.
-Y no sabes cuánto me agrada la idea – dijo.
-Bueno ya – dije riendo – ahora si me voy.
-Chau linda – dijo Justin.
-Chau – dije.
-Te quiero – dijo mientras me abría la puerta.
-Y yo a ti – dije. El se acerco y me dio un corto beso,
algo así como un beso de despedida.
Conduje de regreso a casa sin contratiempos. Llegue y estacione
mi auto en donde siempre. La camioneta ya estaba aquí lo que significaba que ya
habían llegado. Entre a casa y fui directo a mi habitación. Me cambie el
vestido por mi pijama y me fui a acostar. Había sido un buen día, uno que
esperaba se repitiera.
La Puta! Ya Me He Leído Los Capítulos Que Faltaban, No Eran Muchos, Pero Si Eran Largos Haha En Fin, Me Ha Encantado.
ResponderEliminarShit! Que Tierno Es Justin, Es Tan Lindo, No Hay Palabras *-* Me Fascino!
Quiero Agradecerte Por Pasarte Por Mi Blogs, En Serio Lo Aprecio. En Fin, Tienes Que Seguirla!
Te Quiero....
http://noovelasdejustinytu.blogspot.com.ar/