jueves, 5 de julio de 2012

Capitulo 23. Nos Volvemos a Ver



Salimos de casa de Cait y subimos a mi auto. Conduje hasta el centro comercial, en donde pasamos casi toda la tarde. Después de un largo rato, regresamos a su casa. 

-¿Por qué tardaron tanto? – cuestiono Ryan, quien estaba en la entrada.
-No es un lugar tan pequeño – dijo Caitlin.
-Estuvieron por 4 horas – dijo Chris.
-¿Qué esperabas? – pregunte.
-No lo sé – dije – al menos una hora.
-¡Que chistoso! – dijo Cait riendo – mejor vámonos.

Subimos a su habitación y empezamos a charlar, normal. Le ayude un poco con sus compras y al terminar fuimos al patio, por algo de aire fresco.

-Que no se les vaya a olvidar lo de mañana – dije.
-Para nada – dijo Caitlin segura – ahí estaremos Carlos, Chris y yo.
-Eso espero – dije riendo.
-¿Y que se supone que pasara mañana? – cuestiono.
-Mi madre – dije – remodelo una de sus tiendas y como a ella le encanta el show, hiso una “fiesta” de inauguración.
-Eso está bien – dijo – además te debes de topar con muchos chicos lindos – dijo en tono pícaro.
-Caitlin – dije riendo – que cosas dices.
-Es la verdad – dijo - ¿o no?
-La mayoría son gays – dije – pero si, son lindos. 
-¡Qué gran desperdicio! – dijo mi amiga.
-Lo sé – dije – entristece mucho, pero son muy buena gente.
-Ya lo creo – dije riendo.

Seguimos hablando hasta que se hiso mas de noche. Tome mis cosas y regrese a casa. Al llegar solo me encontré con mi madre. Gustavo estaba de viaje mientras que Alejandro seguramente estaba con su novia.  

-Hola Amanda – dijo mi madre al notar mi presencia.
-Hola – dije.
-¿A dónde fuiste? – pregunto.
-Fui a casa de Cait – dije – y también fuimos al centro comercial.
-Caitlin y tú – dijo con duda.
-Si – afirme.
-Está bien – dijo ella – me alegra que ustedes sean amigas, ella parece ser una niña buena.
-Y lo es – dije.
-Bueno – dijo - ¿Qué quieres de cenar? – pregunto mi madre.
-No lo sé – dije.
-¿Te parece si salimos a cenar? – pregunto.
-Está bien – dije.
-Vámonos – dijo mi madre – Alejandro no llegara así que…
-¿En donde esta? – pregunte.
-Salió a una fiesta – dijo mi madre – con Nicole.
-Oh – dije - ¿ella ira mañana?
-Es la novia de tu hermano – dijo – aunque nos moleste, no podemos hacer nada.
-¡Qué emoción! – Dije con sarcasmo – mejor vámonos.


Después de una hora regresamos a casa. Había sido una cena agradable. Le conté algunas cosas a mi madre y ella me conto algunas otras cosas relacionadas con su trabajo. De poco a poco mi relación con mi madre mejoraba. Ya hablábamos un poco más, le empezaba a confesar muchas cosas al igual que ella a mí. Me agradaba la idea aunque a la vez deseaba que entre nosotras aun hubiera algo de indiferencia.

-Buenas noches – dije.
-Bye Amanda – dijo – acuérdate de lo que te dije.
-Si mamá – dije – bye.

Subí a mi habitación y deje mi bolso sobre mi silloncito. Me cambie por algo más cómodo para dormir y me tumbe en la cama.


-¿Listos? – pregunto mi madre.
-Si – dijimos ambos al unísono.
-Pues vámonos – dijo ella tomando su bolso junto con sus llaves.

Salimos de casa y subimos a la camioneta. Mi madre condujo hasta su estética preferida para que nos arreglaran para esta noche. Ella decía que debíamos vernos perfectos ya que, además de ella, seriamos una de las atracciones de la prensa.

Estuvimos en la estética por tres horas. Solo nos quedaba una hora para alistarnos por lo que mi madre estaba como loca. Llegamos a casa después de estar media hora en el tráfico. Rápidamente llegue a mi habitación y me cambie por el vestido que mi madre me había designado. Me cambie por algo así http://www.polyvore.com/heart/set?id=52477959. Me mire por última vez en el espejo y Salí de mi habitación como rayo.

-¿Lista? – pregunto mi madre, quien ya estaba arreglada.
-Si – dije algo agitada.
-Muy bien – dijo – y recuerda, nada de celulares mientras entras.
-Lo sé – dije riendo.
-Dámelo – ordeno – te lo entregare cuando entremos.
-Pero mamá – dije en tono de queja – tú te tardaras años.
-Recuerda lo que te dije – dijo ella.
-Ya se, ya se – dije entregándole mi celular – debemos lucir muy bien, cero errores.
-Exacto – dijo.
-Pero, ¿Por qué es tan importante salir todos perfectitos? – Cuestione extrañada – solo es la apertura de una tienda.
-Si Amanda, solo es una apertura – dijo ella – para ti eso es pero para mí es algo más.
-¿Qué es? – cuestione.
-Intento dejar huella hija – dijo ella – intento demostrar que las mujeres también podemos triunfar en el mundo de los negocios. Para mí es muy importante que todo sea perfecto porque esa es la forma en que lo demuestro.
-Ah – dije – si tu lo crees así no me queda de otra más que apoyarte.
-Exacto – dijo ella con una sonrisita.

Se escucharon algunos pasos por las escaleras y a los pocos segundos aparece Alejandro, como nunca antes lo había visto. El venia arreglándose su corbata, al parecer estaba teniendo problemas con ella.

-Déjame ayudarte – dijo mi madre. Hiso algunos movimientos y al instante termino con la corbata – listo.
-Gracias mamá – dijo. Miro a todos lados y puso una cara extraña - ¿Qué no era que Gustavo estaría en la inauguración?
-El nos encontrara haya – dijo mi madre.
-Ok – dijo mi hermano – y, ¿Qué esperamos?
-Recuerda que no podemos ser de los primeros – dijo mi madre.
-Ya vamos 20 minutos tarde y de aquí a que lleguemos al dichoso lugar se nos hará más tarde – dijo.
-Esperemos unos 5 minutos mas – dijo mi madre.

Al cabo de ese tiempo nos alistamos y salimos de casa. Mi madre había alquilado dos camionetas, una para ella y otra para Alejandro y para mí.  Subimos a nuestra camioneta y el chofer nos llevo al lugar. Fue incomodo, solo se escuchaba el ruido de la música proveniente de la radio. Tenía ganas de decirle algunas cosas a Alejandro, cosas buenas, pero me resistía.

Al cabo de un tiempo logramos llegar al lugar. Había montones de fotógrafos esperando. Había una alfombra roja, típico de mi madre. También divise a algunos artistas caminando por la alfombra, artistas con los que mi madre había trabajado anteriormente. 

Esperamos unos minutos hasta que logramos bajar. Uno de los ayudantes de mi madre abrió la puerta y me ayudo a bajar. Espere por mi hermano ya que debíamos de llegar los dos juntos y aparentar que tenemos una linda relación.

-Vamos – dijo amablemente, colocando su brazo de una forma para que pudiera meter mi brazo por ahí (no sé si me explico)
-Vamos – dije.

Caminamos hasta llegar a la alfombra. Nos tomamos millones de fotos, obviamente. Teníamos prohibida la entrada hasta no tener la foto familiar que todos estaban esperando, no teníamos opción.

Mientras estábamos ahí, fotografiándonos con algunas de las personas que llegaban, observe cuando Justin llego. Venia algo formal, lucia espectacular.

-Que tengan una buena noche – dije a la pareja con la que me acababa de fotografiar.
-Gracias – dijeron ambos. Se alejaron y quedamos solos Alejandro y yo.
-Mira quien está ahí – dijo Alejandro en voz baja.
-Ya lo note – dije con un tono un poco amargo.
-Vamos Amanda – dijo con el mismo tono de voz – tu sabes que yo te quiero mucho y que jamás ha sido mi intención lastimarte, al contrario, como tu hermano mi máxima preocupación es cuidarte.
-¿Y porque me tomas como una mentirosa? – pregunte con molestia, en voz baja claro.
-Dime algo – pidió - ¿si yo llegara y te digo que Justin me acaba de amenazar, me creerías? – pregunto.
-No – dije pensándolo.
-Eso es lo que me pasa a mi – dijo el – me es difícil creer que mi novia te haya dicho eso.
-Tal vez tengas razón pero, no fue razón para llamarme loca mentirosa – dije.
-Discúlpame, ¿sí? – dijo mi hermano.
-Ya, olvídalo – dije – te planeaba perdonar de todas maneras.
-Te quiero Mandy – dijo el abrazándome. Se separo de mí y me miro – si Nicole te llego a decir algo malo, yo me hare cargo de ello.
-Gracias Lex – dije sonriéndole.
-No me digas así – dijo con vergüenza.
-Discúlpame Lex – dije. 

Bromeamos un poco hasta que Justin se acerco. El noto mi presencia y me sonrió, me hiso un gesto con la mano para que me acercara a él. Mi madre me había ordenado una cosa en caso de que esto pasara, fingir.

-Justin – dije en voz alta - ¡que sorpresa!
-Hola Amanda – dijo mientras se acercaba un poco a mí.
-¡Qué bueno que has podido venir! – dije más normal. El se aproximo y nos dimos un abrazo.
-¿Qué te pasa? – pregunto en susurros.
-Son ordenes de mi madre – dije al igual que él, en susurros – ella dice que nada puede salir mal hoy.
-Oh – dijo mientras nos separábamos – todo saldrá perfecto, ya lo veras.
-Ojala – dije riendo con más discreción.
-Yo quiero una foto contigo – dijo él.
-Créeme, habrá demasiadas – dije con algo de fastidio, disfrazado con una sonrisita.
-Vamos – dijo riendo.

Nos colocamos junto en medio para que nos pudieras fotografiar. Yo ya había tenido suficiente con todas esas luces pero por ser Justin, no me interesaría. Para mi suerte todo fue muy rápido, solo cambiamos de pose unas dos veces. Al terminar regresamos a donde estaba Alejandro.

-¿Qué hacen aquí? – Pregunto Justin extrañado - ¿no deberían estar dentro?
-Debemos esperar hasta que lleguen mamá y Gustavo – dijo Alejandro.
-¿Para qué? – pregunto Justin.
-Dile tu Mandy – dijo el – yo tengo que atender un asunto importante.
-No me llames Mandy – dije.
-Como días – dijo riendo.

El se alejo de nosotros y voltee a ver a donde se dirigía, nada más y nada menos que con por su “bellísima” novia.

-Como la odio – dije mirándola mal.
-Olvídate de ella – dijo Justin – además creo que tu y yo debemos de hablar muy seriamente.
-Aquí no – dije – ya no quiero más fotos.
-Tranquila – dijo sonriente – hablaremos hasta más tarde.
-¿Por qué no entras? – pregunte extrañada.
-Porque le quiero hacer compañía a una hermosísima chica – dijo.
-Hay Justin – dije riendo – no cambias.
-Tu tampoco Mandy – dijo riendo.
-Por dios, no me llamen así – dije con algo de ansiedad.
-Hay linda – dijo el – aun espero una respuesta.
-¿A qué? – pregunte extrañada.
-A mi pregunta anterior – dijo él.
-¿Sobre mi madre y Gustavo? – pregunte, el solo asintió con la cabeza – porque quieren tener una foto en donde estemos los cuarto juntos y no nos permitirán entrar hasta que no esté esa foto.
-Ahora entiendo – dijo él.
-Y creo que faltan horas para que llegue mi madre – dije con algo de desesperación.
-¿En donde esta? – Pregunto – ¿no se suponía que llegaban con ella?
-Se suponía – dije – pero, así lo quiso mi madre.
-Oh bueno – dijo el – yo me quedare contigo hasta que llegue tu madre.
-¿Seguro que no quieres pasar? – Pregunte – no quiero retenerte aquí conmigo.
-Estoy más que seguro – dijo – si tú no entras yo tampoco.
-Gracias – dije con ternura.
-Por cierto – empezó por decir – creo que me debes como 3 o 4 besos.
-¿Por qué? – cuestione entre una risita discreta.
-¿Cómo que porque? – pregunto – Hoy me viste y como si nada. Eso no está bien, para nada. Yo no soy el mismo sin tus besos – dijo con un tono diferente.
-No digas eso – dije riendo – es solo que me da vergüenza que me vean los demás.
-Hay linda – dijo el sonriendo – que no te de pena.
-Lo intentare – dije riendo.

Al cabo de unos minutos llegaron mi madre y Gustavo, juntos, algo que me extraño mucho. Justin se fue y yo me encamine hacia ellos para las dichosas fotografías.

Primero fueron los novios, Gustavo y mi madre. Después de mil años nos llamaron a Alejandro y a mí para tomarnos la dichosa fotografía. Nos separamos y nos llamaron por individual, primero fue con Gustavo, solamente los dos, algo que me inquietaba mucho y sabia que a él también. Después fue con mi madre, algo más tranquilo. Años después pude salir de tantos fotógrafos y entrar al lugar.

Camine en busca de Justin, o algún conocido. En mi camino se cruzaban muchas personas, algunas desconocidas y algunas otras que llevaba tiempo de conocer. Divise a dos personas, una obviamente era Justin ya que lo reconocía por donde fuera. La siguiente persona me fue difícil de reconocer ya que solo lograba ver parte de su cabeza. Era una chica, eso era obio. Me fui acercando de poco a poco hasta que logre distinguir a esta persona.

-Solo te recuerdo que debes mantener la calma – dijo Alejandro por detrás de mí.
-¡Que te sucede! – Dije con susto – casi me da un paro cardiaco por tu culpa.
-Discúlpame – dijo entre risitas - ya no pasara.
-Ya que – dije – ya me lleve el susto.
-Bueno, mínimo te distraje un poco – dijo el – por cierto, ¿recuerdas a Josh? Me lo acabo de topar y dijo que te mandaba saludos y que lucias muy hermosa esta noche – dijo con un tono medio picaron.
-De hecho lo vi ayer – dije – en la casa de modas.
-Ha cambiado mucho – dijo él.
-¿Qué esperabas? – Pregunte – al mismo niño de siempre.
-No exactamente – dijo con sinceridad – es solo que, jamás imagine que se convertiría en eso.
-¿En eso? – cuestione.
-Si – dijo el – antes era el niño escuálido, el flacucho y míralo ahora, todo musculoso y alto.
-Cierto – dije – si lo llego a ver lo saludare.
-Bueno, ahora regreso – dijo mi hermano y se marcho.

Voltee a ver hacia donde estaba Justin, al parecer su charla con la tipeja esa estaba por terminar ya que se estaban separando, aunque aun hablaban. Mire un poco más a los lados y divisé a Josh. El estaba volteando mirando su celular. Intentaría pasar cerca de Justin, pretendiendo que no lo he visto y ver si nota mi presencia o no.

Empecé a caminar con dificultad debido a la gente que había. Me fui acercando de poco a poco. No pase directo a un lado de el solo a una distancia algo considerable. Fue grande la decepción que me lleve al ver cómo ni siquiera se había percatado de mi, todo por culpa de la perra esa. No soy lo que llaman una novia celosa pero ella, ella es un gran peligro.

No le preste más atención y seguí caminando. Me pare justo detrás de Josh y le di un pequeño golpecito en la espalda para que se percatara de mí. El bajo su celular y volteo a verme.

-Amanda – dijo el chico.
-Josh – dije riendo – me alegra que vinieras.
-Ya sabes – dijo el – por cierto, te ves muy linda.
-Gracias – dije con algo de pena – tu también te vez muy bien.
-Oh – dijo el – muchas gracias.
-De nada – dije – y ¿Cómo va todo?
-Bien gracias – dijo el – mi madre estaba muy emocionada de venir.
-¿Enserio? – pregunte.
-Si – dijo – ella me comento sobre algo de un reencuentro.
-Ah cierto – dije – no se han visto en años.
-Si – dijo el – por suerte ya habrá tiempo para que hablen.
-Ojala y logren hablar – dije – se que a mi madre le agradaba mucho la tuya.
-Yo espero lo mismo – dijo – y ¿has hablado con Carlos?
-Desde hace tiempo – dije – incluso esta de novio con mi mejor amiga.
-Me alegro por el – dijo – espero topármelo.
-Lo harás – dije segura – yo invite a su novia por lo cual el también vendrá.
-Y, ¿Quién es su novia? – Pregunto – oh bueno, ¿Cómo se llama?
-Caitlin Beadles – dije.
-¿Está saliendo con ella enserio? – pregunto.
-Si – dije - ¿Por qué preguntas?
-Es que algo me había dicho Raquel – una de las hijas de las amigas de mi madre – pero no le creí.
-Pues créelo que es verdad – dije.
-Wow – dijo Josh – es la primera vez que veo que tiene una novia decente.
-Si – dije riendo – yo también me impresione mucho.
-Ya lo creo – dijo – bueno, discúlpame pero ya vuelvo.
-Ok – dije.

El se fue al igual que yo. Camine un poco y divise a Cait tomada de la mano con Carlos. Ella al verme me hiso una seña para que me acercara a ella. Mire hacia un lado y vi a Justin sentado con su teléfono en mano. No quise desconcentrarlo así que seguí caminando como si nada.

-…

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