domingo, 27 de mayo de 2012

Capitulo 16. ¿Qué hacen aquí?



-Amanda – grito Alejandro con algo de emoción.
-Tonto – dije riendo. El se abalanzo sobre mí y me abrazo. Parecía haberme extrañado.
-Te extrañe – dijo él.
-¿No que no? – pregunte.
-Claro que si te extrañe – dijo – sin ti no es lo mismo.
-Claro que no – dije riendo.
-¿Quién iba a romper todo en casa? ¿Quién iba a molestarme en todo este tiempo? – Pregunto – ese era tu trabajo.
-Sonso – dije.

Nos separamos y voltee, ahí estaba mi madre, sonriéndome. A pesar de todo la había extrañado, así como mi trabajo era molestar a mi hermano, el trabajo de mi madre era molestarme con sus decisiones y de alguna forma, extrañe eso.

-Hijita – dijo ella abrazándome.
-Hola mamá – dije sonriéndole.
-¿Cómo te fue? – pregunto ella.
-Muy bien – dije sonriendo al recordar.
-Me alegro – dijo ella – regresemos a casa, ahí me cuentas todo, ¿Qué te parece?
-Perfecto – dije.

Tome mis maletas y salimos del aeropuerto. Batallamos un poco con la prensa, estaban todos en bola y no dejaban pasar a nadie. Unas personas de seguridad nos ayudarnos y logramos pasar.

-¿Compraste una camioneta? – pregunte extrañada, esta no era la misma que mi mama siempre usa.
-Si – dijo ella – no tenía una camioneta propia y ya sabes que a mí no me gusta usar las cosas de los demás por más que él sea mi esposo.
-Cierto – dije - ¿esta era la sorpresa de la que me habías hablado?
-No – dijo mi madre riendo – tendrás que esperar a llegar a la casa.
-¿Tu sabes qué es? – le pregunte a Alejandro.
-Si – dijo el – pero no te diré.
-Ah que mamon – dije de broma.
-Amanda – grito mi madre, ahí viene el regaño – no digas esas barbaridades.
-Ya mamá – dije – solo era una bromita.
-Una bromita – dijo arremedándome – no la repitas.
-Ok – dije riendo – tu tranquila.

Llegamos a casa después de mucho rato. Se sintió muy extraño entrar después de casi un mes fuera. Pude notar que había algunos cambios, no muy grandes pero cambios son cambios. Habían puesto fotos de mi, de Alejandro, de mi madre, de Gustavo, incluso había fotos de los 4, como si fuéramos una familia de verdad.

-¿Cuándo pusieron todo eso? – pregunte.
-Hace dos semanas – dijo mi madre.
-¿Por qué? – pregunte extrañada.
-Nada más – dijo ella – es decoración, para que no se vea tan sola esa parte.
-Ok – dije.
-Si quieres ve a dejar tus cosas y comemos – dijo mi madre – después yo me iré a trabajar.
-Ok – dije – Alejandro, ayúdame.
-Está bien – dijo él.


Con ayuda de Alejandro subimos las maletas a mi habitación. Al parecer todo estaba como lo había dejado anteriormente. Las cortinas seguían cerradas, las puertas con llave, mi cama tendida, mi sofá limpio, todo estaba correcto.

-Ven, hay que bajar – dijo Alejandro dejando las maletas en la entrada de mi habitación – luego acomodas tus cosas.
-Ok – dije.

Bajamos a la cocina en donde mi madre aguardaba.

-Chicos, salgamos a comer – dijo mi madre sonriéndonos – vayamos a celebrar que llegaste Amanda.
-Pero no es necesario celebrarlo – dije.
-Entonces vayamos sin ninguna razón – dijo ella.

No había una forma de discutirlo, mi madre quería salir y así seria. El problema era buscar un lugar adecuado. Yo no sabía mucho sobre restaurantes ni nada de eso, por otro lado mi madre parecía sabérselos todos.

-Entonces que, ¿iremos o no? – pregunto mi madre.
-Pues si – dijo Alejandro – vayamos.
-Pero, espera – dijo mi madre – Alejandro, avisa.
-Ah, cierto – dijo Alejandro – ya vuelvo.

Alejandro salió y fue a hablar con alguien. Regreso y salimos de casa. Subimos a la camioneta de mi madre y ella condujo hasta un restaurante Italiano, según ella, muy recomendado. Yo pedí algo sencillo, pasta. No tenía mucho apetito, había llegado cansada y mi único deseo en ese momento era dormir.

-Y dime Amanda, ¿Cómo te la pasaste? – pregunto mi madre.
-Muy bien – dije.
-¿Qué hicieron? – pregunto Alejandro.
-Pues, fueron muchos festivales y entrevistas – dije.
-¿A dónde fueron? – pregunto mi madre.
-Fuimos a España, Francia, Alemania, Suiza, Inglaterra, Italia, y muchos más – dije.
-¿Te gusto el viaje? – pregunto mi madre.
-Claro que si – dije sonriendo, ¿Cómo no me iba a gustar?
-Me alegro mucho – dijo mi madre.

Seguimos hablando hasta que llego nuestra comida. Desde ahí todo transcurrió en silencio. La comida estaba deliciosa, al parecer este restaurante si era muy recomendable.

Terminamos de comer y mi madre pago la cuenta. Salimos del restaurante y fuimos a casa. Mi madre nos dejaría y se iría ya que ella tiene que trabajar. Digamos que me gustaba la idea ya que tenía que desempacar y muchas cosas más. En cuanto llegamos, bajamos de la camioneta y mama se fue.

-Ya llego tu carro – dije mirándolo.
-Si – dijo el – hace como dos semanas.
-¿Por qué no me habías dicho? – pregunte.
-Quería que te dieras cuenta sola – dijo él.
-Es lindo – dije.
-Nunca lo usaras – dijo él.
-Ni que quisera – dije riendo – para eso tengo el mío.
-Si claro – dijo con sarcasmo – ya entremos.
-Claro jefe – dije riendo.

Caminamos hasta la entrada de la casa. Abrí la puerta y entramos a casa. Normalmente siempre está abierta ya que hay gente dentro de esta y también porque mi madre no confía en nosotros como para tener una copia de las llaves de la casa.

-Por cierto – dije - ¿en donde esta mi coche?
-Guardado – dijo Alejandro – como no lo usabas lo guardaron.
-Ah ok – dije – bueno, iré arriba.
-Ok – dijo él.

Subí las escaleras con tranquilidad. Mientras me aproximaba a mi habitación escuche ruidos extraños provenientes de una habitación. Camina hasta la puerta y fui a revisar que todo estuviera bien. Abrí la puerta de la habitación y entre.

-Amanda – dijeron ellos dos mi nombre con entusiasmo.
-¿Qué hacen aquí? – pregunte riendo.
-Pues, nuestra madre está de viaje – dijo Owen – y papá se ofreció a cuidarnos.
-Obviamente tonto – dijo Sea – somos sus hijos, ¿Qué esperabas?
-Cierto – dijo Owen entre risas.
-¿Desde cuándo están aquí? – pregunte.
-Desde hace unos días – dijo Sean – no muchos.
-Cuando llegamos tú no estabas – dijo Owen.
-Obviamente – dije riendo – si no los hubiera saludado y sabría que estaban aquí.
-Muy cierto – dijo Owen.
-Bueno chicos, iré a desempacar – dije – chau.
-Chau – dijeron ambos.

Salí de esa habitación y fui a la mía, que estaba a dos puertas. Entre y fui directo por mis maletas. Una por una les fui sacando todo. Para mi sorpresa, todo solamente me llevo una hora  con algunos minutos.

Termine y me tire sobre mi cama. Se sentía tan diferente, todo. Por una parte yo quería seguir ahí, con todos pero por otra, quería estar aquí, dormir a mis horas, no hacer nada, etc. Sentí algo vibrar en la cama, me voltee y era mi celular. Lo tome y conteste.

Al teléfono.
-Bueno – dije al contestar.
-Amanda – dijo.
-Hola Justin – dije mientras una sonrisa se dibujaba en mi rostro.
-¿Ya desempacaste? – pregunto.
-Si – dije sin que la sonrisa se borrara.
-¿Tan rápido? – pregunto incrédulo.
-Para que veas – dije.
-Mira nada mas – dijo – yo apenas llevo una maleta, es más, apenas llevo la mitad.
-¿Cuándo empezaste? – pregunte.
-Hace unos minutos – dijo él.
-Con razón – dije – yo empecé hace como una hora.
-Aun así – dijo el – fue rápido.
-Tal vez – dije riendo.
-Por cierto, te llamaba para saber si saldremos mañana – dijo él.
-Por mi encantadísima – dije.
-Entonces es un hecho – dijo – pero, ¿a qué hora?
-Tu dime – dije riendo – debes estar cansado.
-Pues sí, pero, te veré a ti y eso me importa más – dijo, no pude evitar sonreír como tonta.
-¿Por qué eres tan lindo? – pregunte – debería ser ilegal.
-Es la verdad – dijo él – además, no es mi culpa que seas irresistible.
-Tampoco es mi culpa que seas así de galán – dije riendo.  
-Que te puedo decir – dijo.
-Egocéntrico  - dije riendo.
-No es cierto – dijo el – aun así, dime, ¿a qué hora?
-No lo sé – dije pensativa - ¿Qué te parece a las 4 de la tarde?
-Perfecto – dijo el – pasare por ti a las 4 en punto.
-Y que se supone que haremos – pregunte extrañada.
-No te diré – dijo riendo – será algo sorpresa.
-Ok – dije – ni modo. Nos vemos.
-Chau linda – dijo el – te quiero.
-Igual – dije sonriendo – chau.

Colgué la llamada ya que escuche que alguien estaba afuera de mi habitación. Deje mi celular sobre mi cama y abrí la puerta de mi habitación, ahí estaba Alejandro hablando con alguien por celular. Al verme inmediatamente se despidió y colgó. Algo estaba pasando con él.

-Hola hermanito – dije mirándolo sospechosamente.
-Hola Mandy – dijo el sonriendo.
-Hace mucho que no me decías así – dije mirándolo con mas sospecha.
-Lo sé – dijo – es solo que lo recordé y te quise decir así.
-¿Qué ocultas? – pregunte.
-Yo nada – dijo el – y tú, ¿Qué ocultas?
-Nada – dije tranquila, el no debe de sospechar nada.
-¿Segura? – pregunto, ¿acaso el sabe de algo mío?
-Segurísima – dije.

El solo me miro y se fue. Me di cuenta de lo que él hacía, solo intentaba hacerme ver como si yo ocultara algo para ocultar lo suyo. Siempre lo hacía cuando yo descubría alguna mentira suya o alguna noviecita suya. Sabía que algo me ocultaba, con el simple hecho que al salir de la habitación se apresuro a colgar y que después estuviera muy sonriente e incluso me llamara Mandy, eso solo significaba que el ocultaba algo, lo más probable, una novia.


Pasaron las horas y llego la noche. Mi madre ya había llegado, al igual que Gustavo. Ya estaba todo listo para la cena así que como siempre, mi madre se ponía como bocina, haciendo mucho ruido para llamar la atención nuestra. Bajamos todos antes de que se pusiera a gritar. Tomamos un lugar en la mesa y esperamos. No pude dejar de notar que Owen y Sean tenían una buena relación con mi madre, o bueno, eso aparentaban. Me alegraba por ellos pero, era extraño y era aun más extraño sabiendo que ellos se llevaban mejor con mi madre de lo que yo me llevaba con ella.

-Bueno, ya traigo la cena – dijo mi madre.

Entro a la cocina y al instante salió con unos platos de comida, detrás venia Gretta con mas platos.

-Coman muchachos – dijo mi madre.


La cena fue algo extraña. Parecía como si ellos fueran mis hermanos, en parte lo son pero no de la misma forma que yo y Alejandro. Simplemente saber que ellos puedan tener una mejor relación con mi madre y Gustavo es extraño, aun mas sabiendo que yo a comparación de ellos podría parecer una simple visita por la forma en que los trato. Esto no significa que ya me llevare bien con Gustavo, para nada, es más, esto no me afecta.  Tal vez sea extraño para mí pero eso no significa que me ponga celosa ni nada de eso, yo no soy celosa, eso se lo debo a mi madre.

¿Por qué no pienso arreglar las cosas con Gustavo? Simplemente que tengo miedo. Ya tuve suficiente con 4 casamientos, otro mas ya no lo soportare, al menos no hasta que sea mayor de edad y logre separarme de la familia.

Normalmente siempre que me empezaba a llevar bien con sus esposos – que por cierto me tomaba mucho tiempo – ella decidía que era hora de ponerles un punto final. Siempre pensé que eso era un tipo de complot hacia mí y aun mantengo esa idea. Yo no me llevare bien con él a menos que de verdad sepa que ellos se aman y pase lo que pase no se van a separar.

Termine mi cena y recogí mi plato. Lo deje en la cocina y me fui a mi habitación. Estaba exhausta, por fin tenía la oportunidad de descansar, tranquila sin ninguna preocupación.

Al día siguiente…

Desperté, no sé qué hora sea y la verdad me da igual. Me levante de la cama y me introduje al baño. Encendí la ducha y me quite la ropa. Tome mi ducha de siempre, excepto que se sentía diferente. No era lo mismo ducharse en un hotel a ducharse en tu propio baño.

Después de un rato Salí. Me seque y me cambie por esto http://www.polyvore.com/cgi/set?id=49770714&.locale=es. Me cepille el cabello con lentitud, quería que todo quedara perfecto. Salí del baño y baje a la sala en donde estaban Alejandro, Owen y Sean observando un partido de futbol americano.

-¿Qué hora es? – pregunte al entrar.
-Son como las 11 – dijo Sean sin dejar de mirar la televisión.
-Por cierto, te hablo Caitlin – dijo Alejandro – dijo que era urgente.
-Ok – dije – iré a su casa.
-Está bien – dijo Alejandro – Chau.
-Chau chicos.

Tome las llaves de mi auto y Salí de casa. Fui hasta el garaje en donde se suponía guardaban todos los autos, ahí estaba justamente el mío, a un lado de una camioneta. Me introduje en mi auto y lo encendí. Lo saque con cuidado de ahí y Salí de casa. Conduje hasta casa de Caitlin. Me estacione justo detrás de su auto y me baje. Toque el timbre y a los pocos segundos apareció Cait.

-Hasta que por fin llegas – dijo ella exaltada.
-A mi también me da gusto verte – dije mientras ella abría el portón.
-Te extrañe amiga – dijo ella saliendo de su casa y abrazándome.
-Yo también – dije correspondiendo su abrazo.
-Hay muchas cosas que debo contarte – dijo ella separándose de mi – demasiadas.
-Pues cuéntamelas – dije.
-Pero no puedo decírtelas en casa – dijo ella – mejor vayamos a otra parte.
-Ya se a donde – dije pensando – hay una heladería cercana a mi casa, ahí casi nunca hay nadie, es simplemente perfecto.
-Pues vamos – dijo ella.

Ella cerró el portón y subimos a mi auto. Conduje hasta la heladería mientras ella me platicaba algunas cosas, nada importantes. En cuanto llegamos me estacione justo enfrente. Bajamos del auto y entramos. Justo como me lo imaginaba, no había más que tres personas.

-Ven, pidamos algo o nos corren – dije.
-Cierto – dijo ella riendo.

Pasamos a la caja y pedimos nuestro helado. Esperamos a que nos lo entregaran y nos fuimos a sentar.


-Así que dime, que me tienes que contar – dije tomando asiento.
-Pues hay muchas cosas – dijo ella – pero una que creo que es la que más te va a interesar.
-Dime – dije ansiosa - ¿de qué trata?
-Tiene que ver con tu hermano – dijo ella.
-¿Qué pasa con él? – pregunte.
-¿Tu sabias que tenia novia? – pregunto ella.
-No – dije extrañada - ¿tiene novia?
-Pues, eso parece – dijo ella.
-Lo sabia – dije victoriosa.
-Pero hay algo malo con la chica – dijo Cait.
-¿Qué pasa con ella? – pregunte.
-Te diré algunas cosas de ella – empezó – primero, ella se llama Nicole, recuerda ese nombre.
-Ok – dije.
-Segundo, ella va a la misma escuela a la que yo voy entonces conozco como es ella – dijo – debo decirte que es la peor persona que pueda existir, simplemente la peor. Es muy venenosa y mala, también es frívola. Te lo digo porque alguna vez fui su amiga y no la aguantaba, era insoportable y odiable también.
-¿Cómo crees que se conocieron? – pregunte.
-Antes de Nicole, tu hermano estaba en planes con una chica llamada Lauren. Ellos dos salían mucho y se decía que el estaba a punto de hacerse novios hasta que llego Nicole, quien es muy amiga de Lauren. Claro que después de eso Lauren se alejo de ella y no se han vuelto a hablar según tengo entendido.
-¿Cómo sabes eso? – pregunte.
-Lauren y yo somos amigas – dijo ella.
-Wow – dije – no puedo creerlo. ¿Cómo es que Alejandro se pudo fijar en esa persona?
-Pues, no es fea – dijo Cait.
-Aun así – dije – eso que hiso estuvo muy mal.
-Lo sé – dijo ella – pero en parte no fue su culpa, fue más culpable Nicole que Alejandro.  
-Como quiera – dije – el no tuvo porque haber tratado a esa chica de esa forma.

Seguimos hablando del mismo tema por un rato. Aun no podía creerlo, ¿Cómo es que Alejandro es tan tonto? Eso no está bien. No podía decir nada ya que si yo le reclamaba de algo a Alejandro se daría cuenta que la que me conto todo eso fue Cait. No me quedaba de otra más que quedarme callada.

-Y dime, ¿Qué mas tienes que contarme? – pregunte.
-Pues, adivina – dijo ella esbozando una gran sonrisa.
-Dime – dije ansiosa.
-Carlos y yo – empezó ella.
-No lo puedo creer – dije adivinando - ¿son novios?
-Si – dijo ella con algo de pena.
-Wow Cait – dije feliz – que felicidad. Me alegro por ustedes dos.
-Gracias – dijo ella – y parce que tú no te quedas atrás.
-¿De qué hablas? – pregunte riendo.
-No me negaras que entre Justin y tú hay algo – dijo ella.
-¿Qué dices? – pregunte riendo.
-No me digas que no – dijo ella – además apenas en la mañana aparecieron unas lindas fotos de Justin con una chica misteriosa en Paris.
-¿Cómo sabes que era yo? – pregunte.
-Por favor Amanda – dijo ella riendo – la chica llevaba tu mismo cabello y forma de vestir, además la chica se parecía demasiado a ti.
-Coincidencia – dije.
-Por favor Amanda, yo te conté sobre Carlos – dijo – ahora tu cuéntame sobre Justin.
-Está bien – dije – pero no digas nada.
-Oh por dios – dijo ella - ¿Ustedes dos están de pareja? – pregunto en susurros.
-Puede ser – dije.
-Por dios – dijo ella – lo sabía, sabía que estarían juntos. Soy una síquica.
-Pero no puedes decir nada – dije alarmada.
-Trato hecho – dijo ella riendo. Ella volteo un momento y se quedo seria.
-¿Qué pasa? – pregunte en susurros.
-Nicole esta aquí – dijo ella – mira, es la de verde.

Voltee mi mirada hacia el grupo de gente que entraba, eran unas cinco personas. Mire a una chica vestida en verdad, a decir verdad no era fea pero tampoco hermosa, simplemente normal. Seguramente mediría un metro con 59 centímetros a juzgar por su tamaño. Tenía el cabello negro y una tez aperadla. A mi gusto parecía una chica común y corriente, sin mucho chiste.

-¿Cuánto mide? – dije riendo.
-Es algo chaparra – dijo Cait – apenas y mide 1. 57 – dijo ella - ¿Cuánto mides tú?
-1. 71 – dije – en mi familia todos son altos.
-Así parece – dijo riendo – mejor vámonos.
-Si – dije riendo.

(NOTA: en esta novela Justin será altito haha, según yo el media como 1 65 o algo así)

Nos levantamos de la mesa y comenzamos a caminar hacia la salida. Al pasar frente a esos chicos una de ellas nos detuvo.

-Caitlin – dijo una de ellas.
-Renata – dijo Cait - ¿Cómo has estado?
-Muy bien – dijo ella.
-Mira ella es Amanda – dijo Cait.
-¿Amanda qué? – pregunto la tal Nicole algo interesada.
-Amanda Garza – dije sonriendo falsamente.
-Tú eres la hermana de Alejandro Garza – dijo Nicole.
-Si – dije sin prestarle atención.
-Ah – dijo ella observándome de arriba abajo.
-Ya terminaste de observarme porque me tengo que ir – dije tranquila. La gente alrededor de Nicole me miraron extrañados, supongo que no era normal que alguien le hablara así a ella, ella solo me hiso una cara extraña – quita esa carita que te vas a arrugar y a Alejandro no le gustan así – ella me miro con rabia, ahora si me había ganado a una enemiga, ella empezó a notar mi desagrado.
-No es mi culpa que él tenga una hermana celosa – dijo ella dirigiéndose a alguien más.
-No linda, yo no soy celosa – dije – pero a pura vista, tienes pinta de perra y yo no quiero que mi hermano termine en malos pasos por alguien como tú, es mas no quiero que tú estés cerca de mi familia.
-Lástima porque ya lo estoy – dijo ella burlona.
-Disfruta el tiempo – dije riendo – porque mi madre nunca permitiría que alguien como tu este con alguien como mi hermano, para empezar.
-¿Me amenazas? – pregunto ella.
-No es amenaza querida – dije – es la realidad. Te preparo porque eso es lo que sucederá. Por si no lo sabes, mi madre conoce modelos, millones. En cualquier momento ella se decide y le presenta unas cuantas a mi hermano y para serte sincera, a ti te botan al instante.
-Eso ya lo veremos – dijo ella amenazante – a mí nadie me cambia.
-Yo que tu, no estaría tan segura – dije. Ella se quedo callado, como debería de estarlo – vámonos Cait.
-Vamos – dijo ella sonriéndome. 

Mientras salíamos del local pude sentir las miradas de los demás. Simplemente lo ignore y subí a mi auto. Encendí el coche y emprendí la marcha.

-¿Qué fue todo eso? – pregunto Cait riendo.
-Solo fue una péquela bienvenida – dije – a esa perra le espera lo peor.
-A veces das miedo – dijo Cait riendo.
-Espera a verla – dije – no permitiré que tome provecho de esta familia. Lo único que quiere es el dinero o poquita fama, ya paso una vez y todo fue un desastre – dije – no permitiré que vuelva a suceder.
-Haces bien – dijo Cait.

Seguimos todo el camino hasta su casa charlando sobre lo mismo. Tal vez digan olvídala, no le des atención pero, a ese tipo de gente como lo es Nicole siempre hay que darles atención. Ella son las peores, lo único que buscan es fama, dinero o alguna cosa relacionada. Como dije antes, esto ya paso una vez y todo fue un desastre. Desde ese entonces se supone deberíamos estar más atentos a quienes están junto a nosotros, pero claro, Alejandro se deja engañar muy fácilmente en cuanto a sus novias.

Deje a Cait en su casa y me pase a la mía. Fueron 20 minutos de trayecto de casa de Cait a mi casa. Al llegar estacione mi coche frente a la casa y lo apague. Me baje de este y entre a casa. Los chicos seguían en sus mismas posiciones, al parecer el juego aun no terminaba. Mire el reloj de la entrada. Este decía que apenas eran las 2 y media de la tarde, por lo que aun me quedaba mucho tiempo antes que llegara Bieber.

El partido termino y Owen y Sean se fueron a sus respectivas habitaciones, al parecer se alistarían ya que saldrían.

-Llamo tu novio – dijo Alejandro riendo.
-…
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Chicas hellow :) haha como ven ya escribo mas seguido... wuuwuuwuu - baile de 5 segundos - haha broma. Bueno, solo quería explicar un poco lo de la pelea con Nicole. 

Quería agregar un poco mas de acción, no solo besos, abrazos y mucho amor, nada de eso, si no la novela se puede volver empalagosa. También quería aclarar que la estatura de nuestro chico sera como de 1.75 aunque no creo que interese mucho, o bueno si le quieren poner mas o menos, ustedes saben. También sobre la imagen, no sabia cual poner así que puse esa :)

Por cierto, a las chicas que han comentado, muchisisisisimas gracias. No he podido responder los coments porque me ocupo mas en escribir, lo siento :( pero ya falta poco chicas este sábado presentare el gran examen, después de eso tendré como una semana y empiezo finales. Termino finales y serán vacaciones de verano hasta el 3 de agosto ya inicio preparatoria. Solo les digo que después de presentar este examen super importante de la preparatoria - el del sábado - tendré mucho tiempo para escribir ;)

Las amoooo:)
XOXO Andrea<3 





jueves, 24 de mayo de 2012

Capitulo 15. Te Quiero




Alguien sosténgame porque me caigo. ¿Estoy escuchando mal? Ahora me doy cuenta que todo lo que él decía que los sueños si se hacen realidad son verdaderos. Mírenme a mí, el chico de mis sueños ahora me pide que sea su novia. Simplemente esto es increíble. Por algo dicen que esta es la ciudad del amor.

-Claro que si – dije sonriendo. Estaba a punto de soltar algunas lágrimas.

En ese momento su cara se ilumino con una gran sonrisa y esta vez, el me abrazo. Yo lo correspondí, aun sin poder creer todo lo que estaba sucediendo. Se sentía extraño, pero no era un extraño malo, si no sentía algo extraño pero bueno.


-¿Puedo hacer algo? – pregunto él.
-Si – dije algo extrañada.
-Cierra los ojos – dijo él.
-Ok – asentí con nerviosismo.

Cerré mis ojos con nerviosismo e intente calmar mis nervios. Sentí como alguien se acercaba a mí, lentamente. De un momento a otro sentí como su nariz tocaba la mía y al instante sus labios estaban sobre los míos.

¿Qué es lo que sentí? No hay como explicarlo. Simplemente era una mezcla de nervios y mariposas. Sentía que me estaba derritiendo en ese mismo momento, no soportaba tanta perfección.

¿En que estaba pensando?  En que no estaba pensando. Simplemente aun no me entraba a la cabeza que este chico ahora sea mi novio. Aun no puedo creer que aunque sea tengo una oportunidad con él, con el chico que me gusta.

Lentamente nos separamos. El me miraba detenidamente, me sentí nerviosa, aun más. Podía sentir como mis mejillas se sonrojaban, demasiado.

-Pareces un tomatito – dijo el riendo.
-No te burles – dije sonrojándome aun mas – me sonrojo mas.
-No importa – dijo el sonriéndome – te ves linda de cualquier forma.
-Aw – dije riendo.
-Ven – dijo tomando mi mano, fue el momento en que un escalofrió atravesó mi cuerpo – será mejor que regresemos, falta poco para que obscurezca.
-Ok – dije.

Bajamos de la torre y comenzamos a caminar con rumbo al hotel. Llegar nos costó unos 30 minutos que aprovechamos muy bien. Charlamos la mayor parte del tiempo. Se sentía diferente, o así fue como yo lo sentí. No me inquietaba ni nada de eso, pero era extraño, era un sentimiento completamente nuevo para mí.

Llegamos al hotel y fuimos hasta el piso en donde estábamos nosotros. Llegamos y nos quedamos un tiempo afuera de nuestras habitaciones.

-Justin – dije.
-Dime – dijo el mirándome directo a los ojos.
-Pues, no sé cómo decirlo – dije buscando las palabras adecuadas.  
-Pues dime, de que tiene que ver – pregunto él.
-Es sobre nosotros y tus fans – dije aun buscando las palabras.
-Creo que tengo una idea de a que te refieres – dijo él.
-Haber, dime – dije riendo.
-Pues, tienes miedo a que si la gente se llega a enterar mis fans te ataquen – dijo él. 
-Algo así – dije con timidez.
-Tu tranquila – dijo el – ellas no te harán daño, ni a ti ni a nadie.
-¿Seguro? – pregunte con desconfianza.
-Claro que si – dijo el – ellas pensaban que tu y yo estábamos desde mucho antes y nunca dijeron nada.
-¿Cómo lo sabes? – pregunte.
-Ellas me lo preguntaban – dijo el – y normalmente ninguna te ofendió ni tampoco incluía una amenaza.
-Aun así – dije – ellas solo lo sospechaban, no están 100% seguras de ellos.
-Tu confía en mi si – dijo tomando mis manos – nada te pasara.
-Está bien – dije con media sonrisa en mi rostro.
-Sera mejor que regresemos – dijo él.
-Si – asentí.
-Chau – dijo el – recuerda lo que te dije.
-Lo hare – dije sonriéndole.
-Te quiero Amanda – dijo él.
-Igual yo – dije.

El se acerco a mí y me dio un corto beso en los labios y se fue a su habitación, al igual que yo.

-Mira nada mas – dijo Sam.
-¿Qué pasa? – pregunte.
-Mira la hora – dijo ella.
-Son las 7 de la noche – dije mirando un reloj.
-Así es – dijo – es tardísimo y tu ni avisas.
-Cálmate – dije riendo – estaba con Justin. Fui afuera a hablar con mi madre y nos topamos.
-Y que hicieron – pregunto ella relajándose un poco más.
-Pues, salimos a conocer Paris – dije normal.
-¿Nada mas? – pregunto ella.
-Si – dije - ¿Qué esperabas que hiciéramos?
-No, nada – dijo ella – es solo que a considererar la hora...
-Pues eso fue todo – dije tranquila.
-Está bien – dijo ella – además no importa, no soy tu madre como para andarte regañando por estas cosas, eso apenas Pattie y ella parecía estar muy tranquila.
-¿En donde está ahora? – pregunte.
-En la habitación de los chicos, arreglando algunas cosas sobre el regreso – dijo Sam.
-¿Y las demás? – pregunte.
-Salieron – dijo Sam – fueron a hacer algunas compras, ya sabes.
-Si – dije riendo.
-Yo no quise ir así que me quede aquí – dijo ella – pensé que llegarías pronto pero no, te taraste años.
-Hay Samantha – dije en suspiro.
-Sabes, me puse a pensar – dijo ella.
-¿En qué? – pregunte.
-Pues, terminándose el tour ya no nos veremos mas – empezó ella – así que yo creo que deberíamos hacer planes para mas al futuro.
-Me agrada tu idea – dije – tienes mucha razón.
-Si – dijo ella – yo sé mis ideas son fantásticas.
-Pues…
-¡Que mala! – dijo ofendida.
-Es broma – dije riendo.
-Bueno, no interesa – dijo ella – como decía, deberíamos de hacer planes, pero hay que hablarlo también con Tina. Pattie y Carin no creo que acepten, normalmente siempre tienen algo que hacer.  
-Cierto – dije – solo esperemos a Tina y hagamos planes.
-Me parece muy bien.

Estuvimos charlando un rato más hasta que llego Tina. Yo no dije nada sobre lo de hoy, no sentía que fuera correcto decir nada, no hasta que el hablara. Siempre me habían dicho que el hombre daba el primer paso, eso era algo anticuado pero esa era la forma en la que me habían enseñado y era el ejemplo que yo tenía.


-Al final, que haremos – pregunto Tina tomando algunas de sus prendas y guardándolas.
-Sera dentro de una semana – dijo Sam – iremos a tomar un café por la mañana y ya veremos que más podemos hacer.
-Está bien – dijo ella – ahí me verán.
-Ahí nos veremos – dijo remarcando el nos.
-Exacto – dije riendo.
-Bueno, a dormir – dijo Tina – mañana deberemos estar desde las 9 en el aeropuerto.
-Cierto – dijo Sam – entonces ya me voy a dormir, chau chicas.
-Chau – dijimos Tina y yo al mismo tiempo.

Terminamos de acomodar nuestras cosas y nos fuimos a dormir.

Hoy había sido un gran día, ahora solo faltaba por esperar que mañana estuviera aun mejor.

Al día siguiente…

Desperté a eso de las 7 y media de la mañana. Había dormido deliciosamente bien, totalmente tranquila, como no lo había hecho en mucho tiempo, no desde que mi padre murió.

-Amanda, ¿estás despierta? – pregunto Tina en voz baja.
-Si – dije también en voz baja.
-¿Te desperté? – pregunto ella.
-No – dije – yo me desperté solita.
-¿Enserio? – pregunto dudosa.
-Si – dije segura - ¿Por qué lo preguntas?
-Nada mas – dijo ella – era solo que hacía mucho ruido y me da vergüenza levantar gente.
-Tú tranquila – dije – no fue tu culpa.
-¿Vemos la tele? – pregunto.
-Si – dije sin ponerle interés – aun es temprano.

Encendimos la televisión y comenzamos a cambiar de canales. Tuvimos muchos problemas a la hora de encontrar un canal ya que todos estaban en francés. Al final encontramos un buen canal en donde había ingles, algo que si entendíamos.

Paso media hora y decidimos que ya era hora de empezar a arreglarnos.

-Tu metete a este baño – dijo Tina – yo iré al baño de Sam.
-Ok – dije.

Tome algunas prendas de mi maleta y me metí al baño. Tome mi ducha con algo de prisa. Termine y me cambie por esto http://www.polyvore.com/like_lt/set?id=48967576. Arregle mi cabello y Salí del baño. Tome mi ropa sucia y la metí en la maleta.

-¿Dónde está Tina? – pregunto Sam, saliendo de su habitación,  aun dormida.
-Se está duchando – dije – si quieres dúchate aquí, ella está usando tu baño.
-Ah – dijo ella – si, no importa.
-Bueno, estaré en la salita – dije.
-Ok.

Tome mis maletas y me las lleve a la entrada, supuestamente alguien del mismo hotel vendría por ellas mas tarde. Fui por mi celular y regrese a la entrada, en donde se encontraba la salita. Mientras estaba ahí recibí un mensaje de Caitlin. Ella parecía estar muy emocionada sobre mi regreso a Los Ángeles. También me decía que había muchas cosas de las que debía enterarme, cosas importantes. Yo le pregunte que eran esas cosas pero al parecer ella no quería decirme nada por mensaje.


Paso una hora y ya todas estábamos listas. Las maletas ya habían sido bajadas a recepción, en donde nos estarían esperando varias camionetas.

-Si ya estamos listas vámonos – dijo Pattie – mientras más temprano mejor.

Tomamos nuestras cosas y salimos de la habitación. Tomamos el ascensor y bajamos a recepción. En cuanto llegamos nos fuimos a sentar a la misma sala de recepción ya que los demás aun no bajaban. Mi celular empezó a sonar, justamente mi madre.

-Ahora vuelvo – dije con el celular en mano.
-Ok – dijo Pattie sonriente.

Me levante de mi asiento y fui a un lugar algo alejado a contestar.

Al teléfono.
-Bueno – dije.
-Hijita – dijo mi madre con algo de emoción – ya falta poco para que regreses.
-Si mamá – le dije riendo – ahora solo falta tomar el vuelo.
-Me alegro mucho que regreses – dijo ella – te extrañamos mucho aquí. Tu hermano esta como loco.
-Ya lo creo – dije riendo - ¿Qué hora es allá?
-Son las  3 de la tarde – dijo ella.
-¿En donde estas? – pregunte con curiosidad.
-En mi oficina – dijo ella – me han contratado hace poco para confeccionar un vestido de bodas así que me necesitan.
-Con razón – dije.
-Y ¿Cómo estás? – pregunto.
-Bien – dije tranquila.
-¿Qué tan bien? – pregunto.
-¿Por qué lo preguntas? – cuestione extrañada.
-Pues, nada más – dijo ella – quiero saber de ti.
-Pues, estoy bien – dije riendo.
-Por cierto, ahora que me estoy acordando – empezó ella – cuando regreses te toparas con una gran sorpresa ok, así que si llegas y notas algo extraño en casa tu tranquila.
-Ok – dije no muy segura - ¿Qué sorpresa es?
-No te diré – dijo ella – por algo son sorpresas.
-Como sea – dije – me tengo que ir.
-Ok hijita – dijo ella – chau.
-Chau mamá.
-Cuídate en el vuelo – dijo ella.
-Tu tranquila mamá – dije riendo – nos vemos en unas horas más.
-Ok – dijo ella – chau.

No espere a una respuesta, simplemente colgué. Me quede pensando en su sorpresa, no esperaba algo muy exagerado ni nada por el estilo, mas bien, simplemente no estaba esperando nada pero ella aseguraba que había algo. Me intrigaba saber que era, al menos hasta ahora tenía que pensar en lo que me quería contar Caitlin y también tenia que pensar en lo que mi madre tenia preparado.

Regrese con las demás después de haber hablado con mi madre. Al parecer los demás aun no llegaban.

-¿Por qué siempre que hablas por teléfono te vas? – pregunto Sam.
-Siempre hago eso cuando habla mi madre – dije.
-¿Por qué? – pregunto Carin divertida.
-Pues, una vez estaba con mis amigas, normal – dije – y ella llama y me empezó a regañar muy feo, se escuchaba todo y mis amigas lo oyeron. Me dio mucha pena así que mejor decidí que cuando hable mi madre me alejo así evito esa clase de situaciones.
-¿Por qué te regaño? – pregunto Tina.
-No recuerdo – dije haciendo memoria – no sé si fue porque no había ordenado mi habitación o porque algo había pasado con mi hermano.

Seguimos hablando hasta que llegaron los chicos. Rápidamente subimos a las camionetas y fuimos con destino al aeropuerto. Llegamos y como ya tenían los papeles listos, pasamos a la sala de espera.

-¿Qué hora es? – pregunto Alfredo.
-Son las 9:15 – dije mirando mi celular.
-Falta poco – dijo Justin<3.
-¿Para qué? – pregunte mirándolo.
-Para abordar – dijo sonriéndome, acción que correspondí.
-Y díganme, ¿Qué hicieron ayer? – Pregunto Alfredo – porque no los vi en toda la tarde.
-Dimos un paseo – dijo Justin mirando a su amigo - ¿hay algo mal en eso?
-No para nada – dijo este riendo – es solo que, duraron toda la tarde.
-Fue un paseo largo – dije.
-Ya lo creo – dijo este sonriente.

Pasaron algunos minutos y llego nuestra hora de abordar. Como en un inicio, yo estaba justo a un lado de Justin<3.

-¿Alfredo está detrás cierto? – pregunto.
-Si – dije riendo – y nos está escuchando.
-Dejémoslo – dijo Justin – últimamente está muy chismosito.
-Ya lo creo – dije.
-Por cierto, quería preguntarte algo – dijo él.
-Pues dime – dije sonriéndole.
-¿Qué planeas hacer mañana, además de desempacar – pregunto él.
-Nada – dije tranquilamente.
-Salgamos – dijo él en voz más baja - ¿Qué te parece?
-Me parece una muy buena idea – dije.
-Perfecto – dijo él - ¿a qué hora?
-Cuando quieras – dije.
-Tu dime, cuando es más fácil para ti – dijo él.
-Pues, a todas horas – dije riendo – pero, deberías de pensar en que horas es mejor para ti ya que debes descansar.
-Tal vez – dijo él pensando.

 

El vuelo duro 10 horas. Fue un lindo vuelo, el mejor de todos. Creo que la razón por la que el vuelo fue el mejor ya la sabemos, es muy obvia. Simplemente el me encanta, tiene algo que los demás no, algo diferente, algo bueno – muy bueno. Intento hacerme a la idea de que tengo una oportunidad con él y simplemente no me la creo. Ahora me doy cuenta de lo afortunada que soy, algo que jamás creí aceptar en toda mi vida, o bueno, no en mucho tiempo.

Llegamos a Los Ángeles, eran justamente las 10:30 de la mañana. Estaba cansada ya que no había dormido lo suficiente en el avión. Desde donde estaba note la presencia de muchas personas, eran entre ellos fanáticas de Justin. Había mucha seguridad afuera pero parecían no ser suficientes.

-Tendremos que irnos rápido – dijo Scooter.
-Son muchas personas – dijo Pattie con un tono algo preocupado.
-Y afuera debe de haber periodistas – dijo Justin tranquilamente – muchos.
-Cierto – dijo Scooter – será necesaria más seguridad.
-Con ellos está bien – dijo Justin – no pasa nada.
-¿Estás seguro? – pregunto Scooter.
-Claro que si – dijo Justin.
-Bueno – dijo Scooter no muy convencido – cada quien vaya por sus cosas y nos iremos.

Camine junto con Tina por nuestras maletas. Todas ya estaban acomodadas y listas para ser entregadas. Al parecer ellos tenían una prisa enorme por que desalojáramos el lugar. Mientras recogía mis cosas algo vibra dentro de mi bolso, era mi celular. Lo tome y sin fijarme conteste.

Al teléfono.
-Bueno – dije.
-¿Amanda? – escuche la voz de esa personita decir mi nombre.
-¿Alejandro? – pregunte imitando su voz.
-¿En donde estas? – pregunto.
-En el aeropuerto – dije - ¿en donde más?
-Ya chistosita – dijo el – solo quería que supieras que ya estamos aquí y te estamos esperando.
-¿En donde están? – pregunte.
-Afuerita – dijo el – enfrente de todas las fanáticas.
-Ah ok – dije – ahora salgo, solo necesito mis cosas.
-Ok – dijo el – solo apúrate, estas chicas me asustan.
-Bobo – dije riendo – chau.
-Chau.

Colgué y guarde mi celular. Tome mis cosas y me aliste para salir.

-Sabes que en este momento te daría un enorme beso pero no puedo – dijo triste Justin.
-Tranquilo – dije riendo – ya habrá tiempo.
-Ya lo creo – dijo el – espera a mañana.
-Hay Justin – dije riendo – ¿tendré que esperar? – pregunte de broma.
-Tendrás que esperar – dijo el – porque este bombón no puede en este momento.
-¿Qué bombón? – pregunte, lo quería molestar un poco – que yo sepa no hay ningún bombón.
-Chistosa – dijo con sarcasmo – creo que eso jamás se te quitara.
-Nunca – dije sonriente.
-Pero bueno, así te quiero – dijo él.
-Claro – dije sonriéndole – todos me quieren.
-Que modestia – dijo sarcásticamente.
-Gracias – dije en el mismo tono.
-Es broma preciosa – dijo riendo, el volteo a ver hacia un lado y se encontró con Scooter ya listo para que se fueran – sabes que, me tengo que ir pero ya sabes eh.
-No – dije – no sé.
-Hay Amandita – dijo el riendo – nos vemos mañana.
-Ok – dije sonriéndole.
-Te quiero linda – dijo él.
-Yo igual – dije. El se acerco y me dio un pequeño beso en la comisura de los labios. No mentiré, estaba deseando que se moviera un poco más y hubiera sido en los labios.

Después de eso, tomo sus cosas y se fue con Scooter. Al igual que en veces anteriores tendríamos que esperar hasta que ellos se alejaran para nosotros poder salir. Escuchamos gritos, lo que significaba que ellos ya habían salido. Esperamos unos minutos y salimos nosotros. Hubo gente que grito, pero no fue tanta.

-Amanda – grito Alejandro con algo de emoción.
-Tonto – dije riendo. El se abalanzo sobre mí y me abrazo. Parecía haberme extrañado.
-Te extrañe – dijo él.
-¿No que no? – pregunte.
-Claro que si te extrañe – dijo – sin ti no es lo mismo.
-Claro que no – dije riendo.
-¿Quién iba a romper todo en casa? ¿Quién iba a molestarme en todo este tiempo? – Pregunto – ese era tu trabajo.
-Sonso – dije.

Nos separamos y voltee, ahí estaba mi madre, sonriéndome. A pesar de todo la había extrañado, así como mi trabajo era molestar a mi hermano, el trabajo de mi madre era molestarme con sus decisiones y de alguna forma, extrañe eso.

-Hijita – dijo ella abrazándome.
-Hola mamá – dije sonriéndole.
-¿Cómo te fue? – pregunto ella.
-Muy bien – dije sonriendo al recordar.
-Me alegro – dijo ella – regresemos a casa, ahí me cuentas todo, ¿Qué te parece?
-Perfecto – dije.

... 


domingo, 20 de mayo de 2012

Capitulo 14. Paris




El volteo a verse el saco en donde se suponía debía estar la rajada.

-Wow – dijo el – parece nuevo. Muchas gracias.
-De nada – dije sonriéndole, como odio cuando eso pasa – ahora será mejor que vayas con Scooter o si no nos matara a los dos.
-Cierto – dijo el – bueno, me retiro.
-Chau – dije – y suerte.
-Gracias – dijo mientras salía de la habitación.

El salió y yo me quede sobre el sofá sentada. Encendí la televisión del hotel y la deje en el canal que se suponía, transmitiría la premiación.

-Venga ya – grite – o planean perderse la premiación.
-Ya vamos – gritaron los demás.
-¿Ya empezó? – pregunto Sam mientras se acercaba corriendo.
-No – dije – pero está a punto de empezar, acaban de decirlo.
-Ok – dijo ella – por si las dudas, me quedare aquí.

Nosotras no planeábamos ir a esa premiación, los únicos que fueron habían sido Scooter, Pattie, Carin, Alfredo y por supuesto, Justin.

-Ya empezó – grito Sam para que las demás personas vinieran.


Vimos toda la premiación, desde la alfombra roja hasta el final de la ceremonia. Por supuesto que Justin gano por lo que estaba nominado que era cantante masculino internacional. Me alegre mucho por él, no hice ningún escándalo ni nada pero si me puse muy feliz.

-Gano tu novio – dijo Tina en susurros.
-Cállate – dije con nervios – no es mi novio.
-Pero tú lo deseas – dijo ella aun en voz baja.
-Mentiras – dije yo, mintiendo obviamente.
-Si claro – dijo ella con sarcasmo.
-Olvídalo – dije.
-Tranquila, no digo nada – dijo ella – y lo sabes.
-Que ni se te ocurra – dije amenazante.
-Tranquila – dijo riendo – confía en mí.
-Lo hare solo porque me agradas – dije.

Estuvimos esperando y después de un par de horas llegaron Justin y los demás. Venían haciendo mucho ruido, como si tuvieran fiesta.

-Chicas, arreglen todo que en media hora nos iremos al aeropuerto, recuerden que hubo un pequeño cambio de planes – dijo Scooter entrando a la habitación.
-Ok – dijimos las 3 al unísono.
-Las esperamos abajo – dijo el saliendo.
-Vamos chicas – dijo Tina – a ordenar todo.

Cada quien fue a su habitación y recogimos nuestras cosas. Yo termine primero, como siempre ya que normalmente no acostumbro a tener mucho desorden. Fui junto con mis cosas a la entrada, ahí esperaría a las demás.

-¿Lista? – pregunto Tina llegando con Sam.
-Pues, tu dime – dije riendo - ¿parece que estoy lista o no?
-Parece que no – dijo Sam de broma.
-Ya muchachas – dijo Tina – vámonos.

Bajamos por el elevador hasta el lobby. Fuimos a la entrada y dejamos nuestras cosas. Aun nos quedaban 10 minutos.

-Yo dejare la llave – dije.
-Ok – dijo Tina – recuerda, habitación 776.
-Ok – dije.

Tome la llave y fui a recepción. Deje la llave con el chavo encargado. Regrese con las demás y a los minutos llegaron las demás personas.

-Y ese milagro que están aquí desde antes que nosotros – pregunto Alfredo mientras reía.
-Chistoso – dijo Sam con sarcasmo.
-Yo siempre – dijo este.
-Ya – dijo Scooter – en vez de discutir suban a las camionetas para podernos ir a Paris.
-Alguien quiere vacaciones – dijo Justin riendo.
-Silencio niño – dijo Scooter aguantando la risa. En verdad quería irse de vacaciones.
-Ya me callo hombre – dijo Justin en burla.
-Ya, mejor súbanse – ordeno Scooter – dejen sus cosas aquí y ya súbanse.
-Ok.

Subimos a la camioneta y esperamos unos instantes hasta que subieran todo y pudiéramos irnos. Esto fue hasta que pasaron 20 minutos. Llegamos al aeropuerto y de inmediato fuimos a la sala de abordaje para tomar el vuelo a Paris, nuestro último destino. En cuanto estuvimos ahí fuimos hasta la puerta donde abordaríamos y ya saben, tomamos el avión y toda la cosa.

-Felicidades – dije mirándolo.
-Gracias – dijo el – aunque faltabas tu.
-Ya te dije, no tengo nada que hacer ahí – dije.
-Claro que si – dijo el – eres mi mejor amiga.
-¿Y Cait? – pregunte extrañada.
-Ella es la segunda – dijo y una pequeña sonrisita se asomo por mi rostro – pero a la siguiente tu vienes conmigo, quieras o no.
-Ya lo veremos – dije.
-Ya lo veremos – dijo el imitándome.
-Oye – dije riendo – no me imites que ni si quiera te sale.
-No importa – dijo riendo – si te hago reír es suficiente.
-Tonto – dije riendo.

¿Qué le pasa a el? últimamente está muy raro conmigo, no raro de la mala forma, mas bien, de una forma muy buena, demasiado. Me molesta que sea así, que solo me dé esperanzas cuando nada pasara, me estreso mucho y me pone triste y decepcionada. Si se ponen en mis zapatos, ¿Qué sentirían si el chico que te gusta solo te da esperanzas pero nada más? A mí me duele, pero bueno, habrá que seguir adelante y afrontar a la idea de que él es famoso, el en cualquier momento estará saliendo con alguien más, seguramente una cantante o actriz.

-Últimamente estas muy pensativa – dijo él.
-¿Tú crees? – pregunte.
-Si – dijo él.
-Bueno pues, mírale el lado bueno – dije – soy capaz de pensar.
-Hay Amanda – dijo el riendo – a veces me pregunto cómo es que pasas todas tus materias.
-Para que veas – dije orgullosa. A decir verdad, yo tengo un promedio excelente. No, mi promedio no es de 10, más bien es de 95, algo que me enorgullece mucho.
-Presumida – dijo él.
-Solo tienes que estudiar – dije – ni que fuera tanto trabajo.
-Tal vez para ti no pero para mí sí – dijo el – todo mi trabajo no me da tiempo.
-Bueno pues, tu caso es diferente – dije – si quieres.
-Tal vez – dijo riendo.

Seguimos hablando en todo el vuelo, el cual nos tomo solo unos 45 minutos ya que Paris estaba cerca de Burdeos. Todo fue como siempre, ir a reclamar nuestro equipaje, salir del aeropuerto, ir al hotel, registrarnos, etc, etc… Ya en el hotel cada quien se cambio a pijama para dormir. Justamente ahora eran las 2 de la mañana y necesitábamos estar despierta desde temprano.


Al día siguiente…

Mi alarma, ¿Por qué tiene que ser tan ruidosa? Simplemente me pone de mal humor, mas sabiendo que son apenas las 8 de la mañana, que estresante.

Hoy será un día diferente a los demás ya que solo tendrá una entrevista y será en la mañana por radio, algo sencillo. Después de esa entrevista el tiene el día libre para hacer lo que él quiera ya mañana regresaríamos a Los Ángeles, lo que significaba regresar a mi vida normal.

-¿Iras o te quedaras? – pregunto Sam saliendo del baño.
-Me quedare – dije - la entrevista no es mía y no nos necesitan para nada.
-Pienso igual que tu – dijo ella – mejor tomemos algo de desayunar, ¿Qué te parece?
-Me parece perfecto – dije – solo esperemos a que se levanten los demás.
-Las chicas ya están despiertas – dijo ella – Pattie se estaba arreglando para ir, Carin y Tina se quedaran al igual que nosotras.
-Está bien – dije –ahorita tomare una ducha y me cambiare para no tener que andar en pijama todo el día.
-Cierto – dijo ella mirándose – igual me duchare y cambiare.
-Ok – dije levantándome.

Fui por mi maleta y tome de mis últimas prendas, las cuales había separado para el final. Me metí al baño y abrí la llave del agua. Tome mi ducha de siempre. En cuanto estuve lista Salí y me cambie por esto http://www.polyvore.com/like/set?id=48908600. Me arregle el cabello y Salí del baño.

-Buenos días Amanda – dijo Pattie al verme.
-Hola Pattie – dije - ¿Iras cierto?
-Si – dijo ella sonriente - ¿no quieres ir?
-No gracias – dije con algo de pena.
-Pero estas cambiada – dijo ella – y totalmente arreglada.
-Ah sí – dije con una pequeña sonrisa – es solo que no me gusta andar mucho tiempo en mis pijamas.
-Con razón – dijo entre risitas – estás segura que no iras, porque a Justin le encantaría que fueras.
-Enserio – dije – no me gustaría incomodarlo ni nada.
-No creo que lo incomodes – dijo ella – ven, vayamos.
-Está bien – dije resignada.
-Perfecto – dijo ella – recuerda que en media hora nos iremos.
-Ok – dije mientras metía mi celular en mi bolso – por mientras, yo estoy lista.
-Muy bien – dijo ella – yo quedare en un instante.
-Iré abajo – dije - ¿está bien?
-Claro que si – dijo ella sonriéndome – allá te alcanzamos.
-Ok – dije – chau.
-Chau.


Salí la habitación y tome el ascensor para que me llevara hasta abajo. Subí al ascensor y presione el botón del lobby. Me detuve en el piso 6 ya que una gran cantidad de gente subía al ascensor y me ponía muy nerviosa. Desde ahí en adelante tome las escaleras para bajar.

-¿Amanda? – escuche que alguien decía. Voltee a ver y me tope con Alfredo.
-Hola – dije.
-¿Qué haces tomando las escaleras? – pregunto.
-Pues, planeaba usar el ascensor pero se fue llenando de gente y me estaba dando algo así que decidí bajar por aquí – dije.
-Perfecto – dijo el – así no estaré tan solo.
-¿Y tu porque tomas las escaleras? – pregunte extrañada.
-Pues acompañaba al mocoso abajo y después algo paso que decidió subir – dijo él.
-Ah cierto, el es claustrofóbico – dije.
-Y por lo visto tú también – dijo él.
-No tanto como el mocoso – dije imitándolo.
-Cierto – dijo riendo – y dime, ¿vendrás? Porque ya estas cambiada y arreglada.
-Pues parece que si iré – dije sonriéndole.
-Muy bien – dijo el – así me gusta. Debes de venir con nosotros.
-¿Por qué? – pregunte extrañada.
-No lo sé – dijo riendo – solo lo decía.
-Tonto – dije riendo.

Bajamos las escaleras hasta llegar al lobby. Estuvimos hablando hasta que llegaron todos los demás.

Narra Justin.

Llegamos a la estación de radio. Debo admitirlo, estoy muy nervioso, a morir. No precisamente porque tenga esta entrevista, para nada, yo entiendo perfectamente bien el francés, así que eso no era un problema. Más bien, estoy nervioso por otra razón, algo muy distinto a todo esto, algo fuera de mi trabajo, algo que tiene que ver con mi vida personal.

-¿Listo? – pregunto el locutor. 
-Si – dije con nervios.
-Tranquilo – dijo el locutor, en francés obio – saldrá perfecto.
-Gracias – dije dudando.

El locutor hiso una seña y al instante empezó a hablar, lo que me indicaba que el programa había empezado. 

El programa fue muy normal, no hubo preguntas personales, solamente preguntas relacionadas con mi trabajo. Fue algo común y nada emocionante. En cuanto termino nos despedimos de la gente de ahí y regresamos al hotel. El camino fue corto ya que la estación de radio era cercana al hotel.

-Chicos – grito Scooter para llamar nuestra atención – todos los compromisos ya están terminados así que ya saben, deben de tener todo listo para mañana en la mañana para regresar a Los Ángeles.
-Ok – escuche como decían los demás.

Cada quien se fue a su habitación, al igual que yo.

-Bieber – grito Alfredo - ¿listo?
-Algo así – dije nervioso.
-Eso espero – dijo Alfredo.
-Recuerda lo que hablamos – dijo en voz algo baja.
-Claro que lo recuerdo – dije.
-Pues es hora de que lo pongas en acción – dijo él.
-Aun no – dije serio – aun no.
-Está bien – dijo él – pero recuerda, esta es tu última oportunidad.
-Claro que no – dije.
-Esto lo haría más especial – dijo Alfredo, era cierto.
-Tal vez – dije – bueno, como sea, iré un momento abajo.
-Está bien – dijo Alfredo – aquí te esperaremos.


Baje al primer piso y Salí un momento al patio del hotel. Me senté y me puse a pensar en todo. Estaba seguro de lo que haría, sabía que tenía mucho que perder pero eso no importaba, yo tomaría cualquier riesgo. Tenía el tiempo contado, un mínimo retraso y todo se arruinaría. Si algo se arruinaba tendría que esperarme otra cantidad de tiempo y entonces sí, arriesgo demasiado. Todo debe de ser perfecto.

Narra Amanda.

-¡Qué horror! – dijo Sam con desesperación – no sé que usar mañana.
-Ni yo – dijo Carin.
-No tenían algo listo ya – pregunto Pattie confundida.
-No – dijeron ambas.
-Lo bueno es que yo me prepare todo desde hace una semana – dijo Tina aliviada.
-Suertuda – dijo Carin – yo debí de hacer lo mismo pero no, decidí dejarlo hasta el final.
-Esa esta linda – dije apuntando a una de las blusas que estaban en su maleta.
-¿Tú crees? – pregunto ella tomándola.
-Claro que si – dije – es linda.
-Confió en ti – dijo ella.
-Bueno, ahora ayúdame a mí – pidió Sam. 
-Vale – dije riendo.

Ayude a Sam con su guardaropa y en cuanto terminamos fuimos con las demás y nos pusimos a charlar. Fue hasta que me llego una llamada, justamente de mi madre.

-Saldré un momento – dije con mi celular en mano.
-Está bien – dijo Pattie.

Tome el celular y conteste.

Al teléfono.
-Bueno – dije.
-Hola hija – dijo mi madre.
-Hola mamá – dije - ¿Qué pasa?
-Pues, necesitaba saber a qué hora llegaran – dijo ella.
-Pues, temprano – dije – según lo que se era como a las 11 de la mañana – dije haciendo cálculos.
-¿Segura? – pregunto mi madre.
-Pues, saldremos de Paris mañana a las 10 de la mañana – empecé diciendo – son 10 horas de vuelo y entre Paris y Los Ángeles hay 9 horas de diferencia así que seguramente llegaremos a esa hora.
-Ok – dijo ella – te estaremos esperando desde antes – dijo – yo iré por ti.
-Ok – dije – bueno mamá, hablamos hasta mañana.
-Perfecto – dijo ella – chau hija.
-Chau mamá.

Colgué y me voltee para regresar a la habitación.

-Amanda – escuche como alguien gritaba mi nombre.

Voltee y me tope con Justin, quien al parecer venia corriendo o algo parecido.

-¿Hiciste ejercicio? – pregunte extrañada.
-No – dijo el extrañado - ¿Por qué lo preguntas?
-Pues, vienes como agitado – dije mirándolo.
-Ah sí, es que subí por las escaleras – dijo el – y me cansa mucho.
-Ah cierto – dije riendo – tienes claustrofobia.
-Y es muy feo tenerlo – dijo riendo – bueno, quería saber si me acompañas a dar una vuelta por la ciudad.
-Claro que si – dije sonriéndole – pero, Scooter nos matara.
-No – dijo el – es la última noche así que tenemos permiso de salir.
-¿Seguro? – pregunte.
-Mas que seguro – dijo él.
-Entonces vamos – dije. Comenzamos a caminar y nos detuvimos justo al frente del ascensor – bajaremos por las escaleras cierto.
-A menos que quieras que muera ahí dentro – dijo.
-Tranquilo – dije riendo – por el ascensor será.
-¿Disculpa? – dijo fingiendo estar ofendido.
-Era broma – dije riendo – vamos por las escaleras.
-Así me gusta.

Bajamos las escaleras lentamente todo por culpa de Bieber. Al parecer algo dije que se estaba muriendo de la risa y eso no le permitía bajar las escaleras. Después de lo que pareciera una eternidad logramos llegar al primer piso.

-Vámonos ya – dije – se hará tarde.
-Bueno pero ya no digas nada – dijo él.
-Me quedare callada – dije.
-Perfecto – dijo riendo.

Salimos del hotel y comenzamos a caminar. No había mucha gente afuera y las que estaban no reconocieron al chico por lo que fue más fácil continuar con nuestro camino. El parecía saber a dónde íbamos, o bueno, eso era lo que yo quería pensar. Caminamos por unos 10 minutos hasta que llegamos a un gran parque, era simplemente hermoso.

-¿Qué te parece? – pregunto él.
-Es hermoso – dije aun mirando el paisaje.

Lo único que notaba eran parejitas besándose o tomadas de la mano, claro, aun había una que otra persona con su mascota o en bicicleta o así.

-¿Cómo encontraste este lugar? – pregunte.
-La última vez que vine a Paris me tome el tiempo de recorrer la ciudad – empezó diciendo el – y me encontré con este gran parque.
-Es muy hermoso – dije.
-Difícil de olvidar – dijo el – ven, caminemos.

Entramos al parque y comenzamos a caminar. Mientras estuvimos ahí unas cuantas personas descubrieron al chico y le pidieron una foto y un autógrafo. Después de eso seguimos con nuestra caminata.

Fue linda a decir verdad, no hubo momentos de silencio, siempre tuvimos algo que decir, por más tonto que fuera. Fue una caminata de 30 minutos después el decidió que era hora de ir a otro lugar, un lugar mucho mejor que este.

-¿A dónde vamos? – pregunte con intriga.
-Es sorpresa – dijo él.
-Odio las sorpresas – dije riendo.
-Ni modo – dijo el – vamos o se hará tarde.
-Ok – dije.

Justin fue como un guía ese día. El parecía conocer la ciudad perfectamente bien. Al igual que en el parque una que otra chica se le acerco a pedirle una foto. Esta vez me sentí extraña, ellas me miraban, algunas con odio y otras me miraban bien, fue muy diferente a lo normal.

Seguimos caminando por un rato hasta que llegamos a un lugar aun más hermoso que el parque.

-¿Cómo es que sabes cómo llegar? – pregunte admirando mi panorama.
-Son lugares clásicos – dijo él.
-Aun así – dije yo.
-¿Te gusta? – pregunto.
-Como no iba a gustarme – dije.
-¿Qué tu no habías venido antes? – pregunto el extrañado.
-Claro que si – dije – mi madre me obliga pero, jamás he tenido el tiempo de estar aquí.
-Pues, que esperamos – dijo el – vamos.
-Está bien – dije.

Otra vez a caminar. Caminamos hasta llegar a nuestro destino, La Torre Eiffel. Subimos esta, no hasta arriba pero si hasta la mitad. Todo se veía increíble aquí, se sentía demasiada quietud en este lugar, era simplemente perfecto. 

-Amo esta ciudad – dije en voz alta.
-La ciudad del amor – dijo mirándome.
-Si – dije volteando mi vista hacia él.

El me miraba a los ojos, al igual que yo a él. No pude evitar sentirme nerviosa, tenía al ser más perfecto frente a mí, mirándome. Simplemente no pude más y voltee mi mirada hacia un lado. Al hacerlo note que no había nadie más que nosotros dos en ese lugar.

-No hay nadie – dije mirando.
-Cierto – dijo él – que extraño.
-Lo sé.

Este es el momento en el que mis nervios están a flor de piel. Me encantaba estar así con él, me encantaba saber que solo éramos nosotros dos pero, había algo extraño en todo eso.

-Hay algo que debo decirte – dijo él mirándome.
-Pues dime – dije riendo, intentaba ocultar mis nervios.
-No sé cómo hacerlo – dijo él, nervioso por lo que pude notar.
-Pues, yo menos – dije.
-Ya enserio – dijo el – estoy algo nervioso.
-Se nota – dije riendo – pero cálmate que me pones nerviosa a mí también.
-Lo diré como se me ocurra – dijo y me miro directo a los ojos – resulta que hace mas de un mes conocí a una chica. Resulto que me cayó muy bien esta chica y decidí que quería que fuera mi amiga. La empecé a tratar y después de un tiempo algo paso, después de un tiempo yo empecé a sentir algo por ella. Era algo más que solo una amistad. Me empezó a gustar la chica. Hace unas semanas me entere que estaría de gira y pensé que sería una buena idea que ella me acompañara a mi gira ya que la tendría cerca de mí por mucho tiempo. Aproveché mis oportunidades y decidí que hoy, justamente en Paris, la ciudad del amor, sería el día en que ella supiera lo que yo siento por ella. No me interesa si ella no siente lo mismo que yo, a mi me gustaría que ella supiera, no quiero mentirle más a ella, ni a mí mismo.
-¿Cómo se llama esa chica? –pregunte con una sonrisa y a punto de llorar.
-Se llama Amanda – dijo seguro – y es la persona más hermosa que he conocido en mi vida.

Simplemente no podía creer lo que estaba escuchando. La persona que yo quería sentía lo mismo que yo. No pude resistirlo y me abalancé sobre él, lo abrasé. El correspondió mi abrazo y así nos quedamos por unos segundos.

-Dime algo, ¿ese abrazo significa que soy correspondido? – pregunto él.
-Si – dije son algo de timidez.
-Entonces, si soy correspondido, te preguntare algo – dijo él.
-Lo que quieras – dije sonriéndole.
-Dime, ¿quisieras tu ser mi novia? – pregunto.

Alguien sosténgame porque me caigo. ¿Estoy escuchando mal? Ahora me doy cuenta que todo lo que él decía que los sueños si se hacen realidad son verdaderos. Mírenme a mí, el chico de mis sueños ahora me pide que sea su novia. Simplemente esto es increíble. Por algo dicen que esta es la ciudad del amor.

-Claro que si – dije sonriendo. Estaba a punto de soltar algunas lágrimas.

En ese momento su cara se ilumino con una gran sonrisa y esta vez, el me abrazo. Yo lo correspondí, aun sin poder creer todo lo que estaba sucediendo.

-…



lunes, 14 de mayo de 2012

Capitulo 13. Londres

Capitulo dedicado a Tishu<3 y Valentina<3 

Estuvimos en la playa por un largo rato. El sol se empezó a ocultar así que decidimos regresar, antes que alguien nos diera una regañadita. Había sido un buen día, simplemente perfecto. En cuanto regresamos a la habitación, tomamos una ducha, nos cambiamos y fuimos a cenar. Regresamos y cada quien se cambio para poder dormir.


2 semanas después…

El tiempo no ha sido mi mejor amigo, simplemente se me va volando y no me permite disfrutar cada segundo en el que estoy con los demás.

Que les puedo decir sobre el viaje, simplemente no hay palabras para describir lo increíble que es estar aquí. Ya hemos recorrido varias ciudades incluyendo Madrid, Barcelona, Berlín, Roma, Milán, Florencia, Venecia, Dublín, Atenas, Lisboa, Ámsterdam,  Praga, Manchester, Chelsea y New Castle. Por ahora estamos en Londres, esperando a que el diera su show. Después nos pasaremos a Francia, iniciaremos con Marsella después iremos a Burdeos y terminaran con Paris.

Mi emoción es mucha, siempre había querido recorrer toda Europa en compañía de alguien que no fuera mi familia.  Todo es diferente, no tengo que preocuparme mucho ahora. Claro que extraño mi casa, más que nada mi habitación simplemente ahí respiro mucha tranquilidad, aquí también pero no tanta, aquí normalmente vez a gente acelerada y preocupada.

-Mucha suerte – le dije a Justin, antes de que saliera.
-Gracias – dijo el sonriéndome. 

Salió de la habitación y quedamos solas Tina y yo. Últimamente ella se ha convertido en una gran amiga para mi, siempre estamos haciendo muchas babosadas y me rio mucho con ella. Ella y Caitlin son las únicas que saben sobre mi “crush” sobre Justin. Sobre Caitlin, con ella hablo casi siempre, si no es en Twitter es por mensajes. Ella me cuenta todos los chismes de Los Ángeles, todos los que ella llega a escuchar. También he hablado con mi familia, por así decirlo. Ellos me hablan todos los días ya que quieren saber como estoy y si me está gustando estar aquí.

-Vamos, dicen que en este show cantara Adele – dijo Tina.
-Cierto – dije con algo de emoción – vamos.

Salimos del camerino y fuimos a una parte detrás del escenario en donde se veía absolutamente todo. Justin estaba presentándose en este momento, después de él entraría Adele y luego una banda británica. Justin estuvo una hora en el escenario. En cuanto el salió entro directo a su camerino para arreglarse. Mientras él estaba ahí, la gente del mismo festival arreglaba el escenario para la siguiente artista. Justin salió unos minutos después, ya arreglado.

-¿Qué pasa? – pregunto él.
-Queremos ver a Adele cantar – dijo Tina.
-Ah cierto – dijo el – tienen media hora.
-Lo sabemos – dije riendo.
-Aun así, solo quiero conocerla – dijo Tina.
-Igual yo – dije riendo.
-Bueno – dijo Justin – me tengo que ir, ya saben media hora.
-Ok – dijimos ambas.

El se fue. Pasaron unos minutos y fue cuando ella pareció. En ese momento sentí la necesidad de saltar y gritar. Sentía que la gente que pasara me vería extrañados, seguramente pensarían que logre entrar a esta parte del escenario.

-Vámonos ya – dijo Tina mirando su reloj.
-¿Qué hora es? – pregunte extrañada.
-Tarde – dijo ella.

Caminamos hasta llegar a una de las salidas del recinto. Íbamos corriendo ya que según Tina ya era muy tarde. En cuanto salimos empezamos a caminar, solo para pretender que todo estaba bien.

-¿Estás segura que es tarde? – pregunte mirando a todos lados.
-Si – dijo ella.
-O te equivocaste o los demás vienen tarde – dije mirando – porque aquí no hay nadie.
-Creo que la segunda podría ser – dijo ella con algo de pena. Era obio, se había equivocado.
-No importa – dije riendo – a fin de cuentas he visto a Adele.
-Aun así, corrimos sin ninguna necesidad – dijo ella – es el tonto reloj, muy y apenas le entiendo.
-Te comprendo – dije riendo – por eso nunca uso relojes, simplemente no entiendo.
-¿No estaban adentro? – pregunto Justin al salir y vernos.
-Estábamos – dijo Tina – solo que tuvimos un pequeño problemita.
-¿Qué paso? – pregunto él.
-Tuve una pequeñísima confusión – dijo ella – pensé que ya era algo tarde así que vinimos pero al llegar nos dimos cuenta que me equivoque.
-Hay Tina – dijo Justin riendo.
-Lo siento – dijo ella también riendo.
-Bueno, como sea – dijo Justin – si ya están listas podemos irnos de una vez.
-¿No falta gente? – pregunte.
-Si – dijo Justin, mirándome – falta Alfredo, Sam y dos bailarines míos. Los demás se irán en otro momento.
-Ok – dije.

Subimos a una de las camionetas y a los pocos minutos llego Alfredo, con prisa por lo que note. En cuanto estuvimos todos, la camioneta arranco con destino al aeropuerto. Nuestra próxima parada es a Marsella, Francia. Estos ya son los últimos días de la gira, cosa que me pone algo triste ya que no podre ver a Justin tan seguido.

Llegamos al aeropuerto y tomamos asiento en la salita de espera. Como antes, no había tantas personas, solo las que viajarían o apenas llegaban. Había mucha paz y quietud, simplemente se sentía perfecto para dormir.

-¿Qué hacen aquí esperando? – pegunto Scooter al entrar.
-Obviamente esperándote a ti – dijo Justin.
-No hacía falta – dijo el – aquí ya estaba todo arreglado.
-Yo no sabía eso – dijo Justin riendo.
-Ni modo – dijo Scooter – ahora vámonos o llegaremos tarde.

Nos levantamos, tomamos nuestras cosas y nos fuimos. Abordamos el avión y en cuanto estuvimos todos listos, este despego.

-¿No te emociona llegar a Francia?- pregunto Justin.
-Pues si – dije sonriente – pero, se terminara todo.
-Lo sé – dijo el – me siento igual que tu – no lo creo – no quiero que esto termine.
-Es muy lindo estar aquí – dije.
-Hay muchas razones para no querer irme – dijo él.
-Supongo que una deben de ser tus fans – dije.
-Claro que si – dije – ellas son las primeras.
-Se nota que las quieres – dije con una sonrisa.
-No las quiero – dijo el – las amo. Sin ellas yo no sería nadie, simplemente no estaría aquí ahora.
-Ni yo tampoco – dije.
-Exacto – dijo el riendo.

El vuelo siguió. Fueron 5 horas de viaje, 5 largas horas. Dirán tienes a Justin, claro que sí pero él también se cansa y merece dormir un segundo aunque sea. Hubo momentos en los que solamente me quedaba ahí, sentada. Luego hablaba con Alfredo sino con Kenny o Tina, cualquiera de los tres. Así fue mi viaje, por más que charlara con alguno de ellos, los minutos se me hacían eternos.

Logramos llegar a Marsella. Eran las 4 de la mañana aquí, no había gente, ni siquiera fotógrafos, algo increíble. Salimos sin ningún problema del aeropuerto. Tomamos nuestra respectiva camioneta y llegamos al hotel en donde tampoco había gente. Pedimos nuestros cuartos y subimos. Era tarde y todos estaban cansados, lo único que queríamos era dormir.


10 horas después…

Mi día empezó mal pero gracias a Dios este va mejorando. Hoy en día no habría show solo entrevista. Siempre hay diferencias entre esas dos ya que en una entrevista no tienes que llegar como 5 horas antes, tampoco haces pruebas ni nada por el estilo. Las entrevistas siempre son más sencillas.

-Vendrás o prefieres quedarte – pregunto Tina tomando sus cosas.
-Creo que iré – dije.
-Pues claro – dijo ella riendo – conozco tu razón.
-Shh – dije mirando a todos lados. Pattie aun estaba dentro.
-Ya, ya – dijo ella entendiendo – tu tranquila.
-Mas te vale que no digas nada – dije riendo.
-Tu tranquila – dijo ella – ahora vámonos o llegaremos tarde.
-Vale – dije.

Tome mis cosas y con Tina salimos de la habitación. Bajamos por las escaleras ya que el elevador estaba lleno. Llegamos al lobby y fuimos a la salida del hotel. Esperamos unos momentos hasta que llegaran los demás. Subimos a una de las camionetas y partimos con rumbo al canal en donde seria la entrevista. Llegamos y al entrar una ola de gente se abalanzo sobre nosotros, más bien, sobre Justin. Los mismos guardias de seguridad del edificio nos ayudaron a entrar. Ya dentro la misma gente del edificio nos dividió. Normalmente yo era quien le ayudaba a Tina así que siempre que había una entrevista, me separaban con ella.

-¿Qué se supone que haremos hoy? – pregunte.
-Solamente supervisar – dijo ella – lo demás lo harán las encargadas del programa.
-Perfecto – dije.

Entramos al cuarto de maquillaje y vestuario. Tome asiento en uno de los sofás y tome mi celular. Yo no haría nada así que podía estar tranquila. Empecé a checar mis mensajes, tenía bastantes de Caitlin, mensajes que después le contestaría. También tenía varios de mi madre, solo me recordaba los días para que regresara. Abrí mi Twitter y poste algunas cosas, respondí algunas dudas y seguí a varias personas. Básicamente no hice nada, más que estar ahí sentada con el celular en mano.

-Amanda, pásame la brocha que esta ahí – dijo señalando a una mesa.
-Ok – dije. Me levante, tome la brocha y se la di.
-Gracias – dijo ella.
-¿Para que las necesitas? – pregunte, Justin aun no estaba aquí.
-Pues, las necesito para maquillarlo – dijo ella.
-Pero el aun no llega – dije.
-Lo sé – dijo ella riendo – es solo que debo de tener todo listo para antes de que el venga.
-Con razón – dije – y bueno, ¿para que soy buena? – pregunte, era aburrido estar sentada.
-Pues, me podrías ayudar a acomodar todo – pidió ella – el chico pidió que nos encargáramos nosotras, solamente nosotras. 
-¿Por qué? – pregunte.
-No lo sé – dijo ella – está un poco extraño últimamente.
-Cierto – dije pensando - ¿Por qué será?
-No lo sé – dijo Tina – pero bueno, qué más da.

Mientras yo ayudaba a Tina a preparar todo para arreglar a Justin, mi teléfono suena.

-Venga, contesta – dijo Tina – yo me encargo.
-Está bien – dije – ahora regreso.

Salí de la habitación con mi celular en mano. Acerque mi celular y conteste.

Al teléfono.
-Bueno – dije.
-Hola hijita – dijo mi madre.
-Hola mamá – dije - ¿Qué sucede?
-Nada – dijo  ella – solo quería saber cómo estabas.
-Pues estoy bien – dije  riendo.
-Hay hija – dijo mi madre – ya falta menos para que vuelvas.
-Lo sé – dijo con algo de tristeza.
-¿No quieres volver? – pregunto ella con algo de tristeza.
-Pues si – dije – pero a la vez no.
-Y dime, ¿Por qué no quieres? – pregunto ella.
-Pues no lo sé – dije -  creo que me gusta estar aquí.
-Era obio – dijo ella riendo – pero, no te preocupes a ellos los seguirás viendo.
-Ojala – dije.
-Vamos hija – dijo ella – Justin trabaja en la disquera de Gustavo, los seguirás viendo.
-Bueno ya – dije riendo – no importa.
-Bueno hija, me tengo que ir – dijo ella – disfruta tu tiempo haya.
-Gracias mamá.
-De nada – dijo ella – chau.
-Chau.

Colgué mi celular y regrese adentro con Tina. Justin ya estaba ahí, sentado, esperando.

-¿El novio? – pregunto Tina picara, obviamente sabía lo que hacía.
-No tonta – dije riendo – era mi madre.
-¿Cómo esta? – pregunto ella, Justin solo nos miraba.
-Bien – dije riendo – por su tono de voz estaba estresada pero bueno, ella siempre lo está.
-Le recomendare un spa – dijo ella – tienen manos mágicas ahí.
-Solo falta que vaya – dije riendo – aun y que le pagues la sesión, simplemente no va.
-Le diré a mi madre que vaya con Tiffany – dijo Justin.
-Tal vez funcione – dije riendo.
-Bueno ya – dijo Tina – a trabajar.

Tina tomo sus materiales y comenzó a arreglar al chico. Yo le ayude con el guardarropa. Terminamos en 45 minutos. En cuanto terminamos él se fue, supongo que a la entrevista. Nosotras nos quedamos en la sala, desde ahí veríamos la entrevista.

-Hay Amanda, debiste decir que hablabas con un amigo o algo parecido – dijo Tina.
-No pude mentir – dije - además ni le ha de importar.
-Es lo que tú crees – dijo ella – por la forma en que te ve, le gustas.
-Y si fuera que le gusto y yo salgo diciendo que hablando con un chico – empecé diciendo – y el piensa que de verdad tengo algo con él.
-Puede ser – dijo ella – pero piénsalo bien, capaz y el llegara a luchar por ti.
-No creo – dije pensándolo.
-Bueno, quien sabe – dijo ella – mejor prestemos atención a la entrevista.

La entrevista empezó. Como en todas primero sale el presentador después hace una pequeña introducción del artista y este sale saludando y sonriendo. El artista se sienta y es cuando empiezan con las preguntas.

Toda la entrevista fue igual, llena de preguntas que yo no entendí ya que no hablo francés. Tenía una idea de que preguntaba el presentador gracias a las respuestas de Bieber.

-¿Le entiendes a algo que dice el señor? – pregunto Tina aun mirando el televisor.
-No – dije – pero tengo una idea por lo que está respondiendo Bieber.
-Si bueno – dijo ella – pero tampoco son respuestas muy completas.
-Tal vez – dije riendo.

Seguimos viendo la entrevista hasta el final. En cuanto termino el regreso con nosotras para cambiarse ya que iba algo formal.

-Ya estoy listo – dijo este saliendo del cuarto.
-Pues vámonos – dijo Tina.

Tomamos nuestras cosas y salimos de esa habitación.

-Qué bueno que los veo – dijo Scooter – alístense que nos iremos directo al aeropuerto.
-¿Por qué? – pregunto Justin.
-Surgió un compromiso – dijo el – y necesitamos estar ya en Burdeos.
-¿Qué compromiso? – pregunto Bieber.
-Surgió una premiación – dijo Scooter – y tenemos que estar ahí.
-Ok – dijo él chico.
-Ahora vámonos, ya nos esperan en el aeropuerto – dijo Scooter.


15 horas después…

-No te muevas – dije con desesperación.
-Lo siento – dijo riendo – es que estoy nervioso.
-Lo sé – dije – pero tranquilo, no me dejas trabajar.
-Ya me calmo – dijo.

Con sumo cuidado introduje el alfiler sobre la cortada del saco. Algo que había aprendido de mi madre era a coser y arreglar todo tipo de cortes. Intente ser rápida ya que Scooter lo necesitaba con urgencia. Para mi mala suerte el chico no dejaba de moverse y eso impedía que trabajara.

-Solo te aviso que si terminas pinchado será tu culpa – dije mirándolo.
-Lo siento – dijo soltando una risa.
-A demás, ¿Por qué estas tan nervioso? – Pregunte – que yo sepa, siempre ganas.
-No me puedo confiar – dijo el – además es otro diferente país.
-Ellas te aman – dije riendo.
-No importa, no me puedo confiar – dijo él.
-Como quieras – dije riendo – solo no te muevas.
-Ya entendí – dijo el – pero dime, ¿Quién te enseño a coser?
-Mi mamá – dije – creo que es obio.
-Debes de ser buena ya que tu madre es tu sabes, diseñadora – dijo él.
-Pues si – dije – también Alejandro sabe coser.
-¿Enserio? – pregunto conteniendo su risa.
-Dale ríete – dije – pero si, si sabe coser. Cuando éramos pequeños el solía llegar con sus pantalones rotos por arrastrase tanto en el piso así que mi madre le enseño a coser, así le quitaba un peso de encima.
-Bueno así tiene más lógica – dijo el – y dime, ¿a ti porque te enseño?
-Porque si – dije – mi madre pensaba que sería útil que aprendiera a coser.
-Y lo es – dijo Justin.
-Claro que mi madre me enseña con la intención que yo me convierta en una mini ella – dije.
-¿Una mini ella? – pregunto confundido.
-Ella quiere que yo me convierta en diseñadora – dije – mas especifico, quiere que yo tome su lugar cuando ella ya no pueda.
-¿Tú no quieres? – pregunto él.
-No – dije riendo – me gusta su trabajo pero, es una gran responsabilidad para mí. Ya está listo.  
-¿Ya tan rápido? – pregunto él.
-Si – dije riendo – ya estás listo.

El volteo a verse el saco en donde se suponía debía estar la rajada.

-Wow – dijo el – parece nuevo. Muchas gracias.
-De nada – dije sonriéndole, como odio cuando eso pasa – ahora será mejor que vayas con Scooter o si no nos matara a los dos.
-Cierto – dijo el – bueno, me retiro.
-Chau – dije – y suerte.
-Gracias – dijo mientras salía de la habitación.

El salió y yo me quede sobre el sofá sentada. Encendí la televisión del hotel y la deje en el canal que se suponía, transmitiría la premiación. 
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OH TIA OH, hay muchas cosas que estan por pasar :) lamento que no suba tan seguido como me gustaria a mi :( pero solo esperen un poco mas, pronto esto terminara, lo prometo :)

Las amoooo<3
XOXO Andrea<3