Deje a Cait en su casa y me pase a la mía. Fueron 20
minutos de trayecto de casa de Cait a mi casa. Al llegar estacione mi coche
frente a la casa y lo apague. Me baje de este y entre a casa. Los chicos
seguían en sus mismas posiciones, al parecer el juego aun no terminaba. Mire el
reloj de la entrada. Este decía que apenas eran las 2 y media de la tarde, por
lo que aun me quedaba mucho tiempo antes que llegara Bieber.
El partido termino y Owen y Sean se fueron a sus
respectivas habitaciones, al parecer se alistarían ya que saldrían.
-Llamo tu novio – dijo Alejandro riendo.
-¿De quién hablas? – pregunte intentando disimular.
-Pues de quien mas – dijo – yo hablo de Justin.
-No es mi novio – dije mintiendo, algo en lo que puedo
llegar a ser muy buena.
-Pues para mí ustedes son novios – dijo él.
-Por cierto – dije – ¿Quién es Nicole? – pregunte
intentando sacarle información.
-¿Por qué lo preguntas? – pregunto con nerviosismo.
-Tranquilo hermano – dije riendo – fui con Cait a una
heladería y me la tope. Me pregunto si era tu hermana pero, ¿de dónde ella te
conoce?
-Es una amiga mía – dijo el nervioso.
-Tranquilo hermano – dije – no te pongas nervioso.
-No lo estoy – dijo.
-Como sea – dije – que pedante persona es ella.
-¿Por qué lo dices? – pregunto con interés.
-Pues en cuanto se entero que eras mi hermano me empezó a
ver de arriba abajo, como si fuera que – dije – además ella no parece ser una
buena persona.
-Para ti nadie es buena persona – dijo él. ¿Acaso la
defiende?
-No es cierto – dije – además, cuando digo eso sobre
alguien, normalmente no me equivoco.
-Pero ella no es mala – dijo él.
-Tranquilo hermanito – dije – actúas como si fueran algo
más.
-Pues no lo somos – dijo.
-Me alegro – dije – mereces algo mucho mejor.
-Que linda – dijo él con sarcasmo, al parecer se estaba
enojando.
-Olvídalo – dije fastidiada.
Fui hacia la cocina y tome un vaso. Lo llene de agua y me
lo tome lentamente. Me quede en la cocina un rato, no quería estar con
Alejandro, no sabiendo que lo más seguro era que me hiciera caras porque hable
mal de su noviecita. Mientras estaba en la cocina escuche el timbre. Alejandro
no iría ya que había subido a su habitación y los hermanitos eran muy flojos
como para bajar. Yo sabía que no era
Justin ya que apenas eran las 3 y media. Me levante de mi asiento y fui hacia
la entrada a checar quien era. Abrí la puerta y me la encontré, sonriéndome con
falsedad.
-¿Qué quieres? – pregunte sin mucho interés.
-Por que mas debería de venir – dijo ella – es obio que
vengo por tu hermano así que permiso – dijo intentando moverme para pasar.
-No – dije estorbando para que no pasara – también es mi
casa – dije recalcando la palabra mi – y si yo no te quiero dejar pasar no lo
permitiré – dije – tu vienes a ver a Alejandro no a mi así que el que debe
dejarte pasar el es, no yo.
-Pues llámalo – ordeno ella.
-No soy tu sirvienta – dije – si quieres, llámalo tú y no
intentes gritar para que venga que de inmediato mando a que te saquen fuera de
esta casa – dije – tienes un celular así que úsalo.
-Eres muy desagradable – dijo ella.
-Y tú eres toda una joya – dije con sarcasmo.
Ella tomo su celular de mala gana y marco lo que parecía
ser el numero de mi hermano. Mientras que ella hablaba con mi hermano note que
entraba una camioneta, la que parecía ser de Bieber. El se estaciono a un lado
de mi auto y se bajo.
-¿Qué hace aquí? – pregunto ella extrañada. Era obio que
ella era una fan, se le notaba en su rostro, al mirarlo.
-¿Interesa? – pregunte sin mucho humor.
Justin se fue acercando y se puso a un lado mío.
-Hola Amanda – dijo el sonriéndome.
-Hola Justin – dije igual.
-¿Qué hacen afuera? – pregunto él.
-Esperando por Alejandro – dije yo antes de que ella
pudiera contestar.
-Afuera – dijo el extrañado.
-Después te explicare – dije.
-Ok – dijo riendo. El tomo mi mano y la entrelazo con la
suya. Pude notar como Nicole observaba todo, parecía tener envidia.
-¿Ya lo llamaste? – pregunte con algo de enojo.
-Ya – dijo ella. A los pocos segundos la puerta se abrió
detrás de mí y apareció mi hermano. Justin me soltó de inmediato y nos
separamos un poquito.
-¿Qué hacen aquí afuera? – Pregunto Alejandro – porque no
estaban adentro.
-Hay algunas cosas que no son permitidas dentro de la
casa – dije – recuérdalo.
-¿Qué cosas? – pregunto mi hermano extrañado.
-Alguna que otra perra – dije – menos las pulgosas.
-Amanda – dijo Alejandro enojado.
-Yo solo digo la verdad – dije – que lastima que tú no lo
veas.
-Mejor vámonos – dijo Nicole.
-Si – dijo Alejandro mirándome mal – mejor.
Ellos se fueron y
nos dejaron solos.
-¿Qué fue todo eso? – pregunto Justin extrañado.
-Ven, te contare adentro – dije.
Tome su mano y lo hice pasar. Fuimos hasta la sala y nos
sentamos uno al lado del otro. El seguía con mi mano sujeta, cosa que no me
molestaba para nada.
-¿Me dirás que fue todo eso? – pregunto.
-Ella es la novia de Alejandro – dije.
-¿Estas celosa de ella? – pregunto intentando adivinar.
-No – dije – pero, ella no me da una buena impresión.
-¿A qué te refieres? – pregunto extrañado.
-Es que ella parece de las típicas personas que solamente
buscan a alguien por fama – dije – yo no permitiré que ella juegue con mi
hermano.
-¿Por qué no dejas que Alejandro se haga cargo? – Pregunto
– a fin de cuentas el debe de saber.
-No – dije – mi hermano es muy estúpido cuando se
“enamora” de alguien. Puedes aprovecharte de él y no se dará cuenta, jamás. Ya
paso una vez algo parecido y fue un desastre.
-¿Qué sucedió? – pregunto.
-Pues, se burlo de el – dije – y además fue un problema
hacer que el la dejara, batallamos para hacerle ver cómo era en realidad esa
persona.
-Que mal – dijo el – por mí no tengas duda, yo te quiero
mucho y nunca se me cruzaría por la mente hacerte daño.
-Yo confió en ti – dije sonriéndole
-Y yo en ti – dijo.
El se fue acercando a mí y en unos momentos ya nos
estábamos besando. Se sentía extraño. Este no era mi primer beso, claro que no
pero, el besaba diferente a como besaban mis ex novios. No era una diferencia mala,
al contrario, cuando Justin me besaba me daba cuenta de lo mal besadores que
eran mi ex.
Empezamos a escuchar ruidos de arriba así que nos
separamos de inmediato. Al instante aparecieron Owen y Sean, todos arregladitos
y listos para salir.
-Ya nos vamos – dijo Owen.
-Ok – dije sonriéndoles – que les vaya bien.
-Gracias – dijo Sean observándonos disimuladamente.
-Chau chicos – dijo Owen.
-Chau – dijimos Justin y yo al mismo tiempo.
Ellos salieron de casa y ahora si estábamos nosotros dos
solos.
-Y ellos – dijo el extrañado - ¿de dónde salieron?
-Se quedaran aquí
un par de semanas ya que su madre está de viaje – dije – y como son hijos de
Gustavo aquí se quedaran.
-Con razón – dijo él.
-Yo no lo sabía hasta ayer – dije.
-Sabes, ahora que me doy cuenta son las 4:15 – dijo el –
será mejor que nos vayamos yendo.
-Claro – dije sonriéndole.
Salimos de casa y subimos a su auto. Note la ausencia del
auto de mi hermano, lo que significaba que él había salido a pasear a su
perra. Salimos de casa y después de unos minutos
llegamos a la avenida. Justin solo conducía por calles totalmente desconocidas
para mí. Parecía tener un mapa en la cabeza o algo así.
-¿A dónde se supone que vamos? – pregunte.
-Ya verás – dijo él sonriente.
-¿Por qué no me quieres decir? – pregunte.
-Porque se supone que debe de ser una sorpresa – dijo él.
-No me gustan las sorpresas – dije.
-Ya me di cuenta – dijo riendo – pronto llegaremos.
-¿Cómo es que te sabes todas las calles? – pregunte
observando.
-Tengo mi tiempo – dijo el riendo – aunque a veces me
pierdo.
-Es normal – dije – es una ciudad grande.
-Lo sé – dijo.
Después de unos minutos el estaciono el auto. El apago
el motor y bajamos del auto.
-¿Qué haces? – pregunto exaltado.
-Bajarme – dije extrañada.
-No – dijo él.
-¿Por qué? – pregunte riendo.
-Porque yo debo de abrirte la puerta – dijo el – yo,
como todo caballero, debo abrirle la puerta a mi princesa, o sea tu.
-¡Qué lindo! – dije – pero si haces eso o no, es
igual.
-Aun así – dijo él.
-Ya, está bien – dije – dejare que hagas lo que
quieras.
-Así debe de ser – dijo el tomando mi mano – vamos.
-Es hermoso – dije mirándolo.
-¿Enserio te gusta? – pregunto él.
-Claro que si – dije mirándolo - ¿Cómo fue que
encontraste este lugar? – pregunte extrañada.
-Pues – dijo recordando – meses atrás, mientras salía del
estudio pase por este lugar y me gusto. Camine un poco por aquí pero eran puras
parejas así que decidí irme. Pensaba traerte desde hace mucho pero supongo que
me acobarde un poco.
-¿Por qué te acobardaste? – pregunte riendo.
-Piénsalo – dijo - ¿Por qué una chica tan hermosa como
tú, que tiene montones de hombres detrás de ella, se fijaría en mi?
-Porque eres una buena persona – dije – y además, tu también
tienes lo tuyo – dije riendo.
-¿Qué tengo? – pregunto.
-Pues, eres guapo – dije – debo admitirlo. Además tienes
un gran corazón y eso te da millones de puntos extras.
-¿Cuántos puntos llevo hasta ahora? – pregunto sonriéndome.
-Pues… - dije pensando – casi nada.
-¿Cómo que casi nada? – pregunto fingiendo indignación.
-Como lo oyes – dije – tendrás unos 10 o 15 puntitos.
-¿Cómo que 10 o 15? – pregunto rodeando mi cintura con
sus brazos.
-Si quieres pueden ser solo 5 – dije riendo.
-Debería de tener como miles de millones hasta ahora –
dijo cargándome. El me llevaba en sus brazos, me ponía nerviosa.
-Justin – dije asustada – bajame.
-No – dijo él.
-¡Eres muy cruel – dije, no planeaba forcejear, de alguna
forma u otra me caería y me podía accidentar.
-No te bajare hasta que no me des millones de puntos –
dijo el seguro.
-No es así de fácil – dije mirándolo.
-¿Cómo se supone que me ganare esos puntos? – pregunto con
algo de suspicacia.
-Tu sabrás – dije riendo.
-Ya verás – dijo el – para el final del día tendré
millones.
-Ya veremos – dije riendo.
Narra Justin.
Hoy fue un gran día, para mí. Cada vez que paso tiempo
con ella me doy cuenta que es una gran compañía, de amiga, novia o lo que sea. Siempre
sabe cómo sacarme una sonrisa y sabe cómo hacerme reír.
Se empezaba a hacer tarde así que decidí que era hora de
irnos. Como todo caballero yo la ayude a subir a mi auto. Conduje hasta su casa
y me estacione justamente afuera. Baje del auto para ayudarla pero ella era muy
terca y no me permitiría abrirle la puerta, como debe de ser.
-¿Siempre será así? – pregunte.
-Si – dijo ella riendo – acostúmbrese.
-Pero…
-Nada Justin – dijo – ya te dije, si lo haces o no es muy
innecesario.
-Yo lo quiero hacer por ti – dije, ¿Qué no haría por
ella?
-Hay Justin – dijo ella - ¿no quieres pasar?
-No gracias – dije, me daba algo de pendiente que estuviera
su madre.
-Mi madre no llega hasta mas noche – dijo ella – además Gustavo
también llega tarde.
-Vale – dije pensándolo.
-Vamos – dijo tomando mi mano y caminando hacia la
puerta.
Entramos a su casa y fuimos hasta la sala, ahí parece ser
un lugar muy tranquilo, además está algo alejado de la entrada y la cocina.
-Ya vuelvo – dijo ella – revisare si ya llego mi hermano.
-Ok – dije.
Ella se fue por algunos minutos y regreso, con celular en
mano. Le movió a algo y lo dejo sobre una de las mesas de la sala.
-Mi madre llamo – dijo ella – no habrá problema hasta
dentro un par de horas.
-¿Segura? – pregunte.
-Si – dijo ella – además últimamente tiene demasiado
trabajo y llega tarde.
-Supongo que es bueno por ella – dije.
-Yo creo – dijo sentándose a un lado mío, yo pase mi
hombro y la toma por la cintura, solo para pegarla más a mí – además, ¿Por qué te
da tanto miedo que te vea mi madre?
-No es miedo – dije, ella me miro sin creerme – bueno, no
de ese miedo. Es solo que si la voy a conocer quiero dar una excelente impresión,
no quisiera que ella piense algo equivocado de mí.
-No deberías preocuparte por eso – dijo ella – además,
ella no se da cuenta de nada, hasta después de mucho tiempo.
-Y dime, si se entera Tiffany, supongo que mi madre también
debería saberlo – dije – o eso es lo que creo.
-Si – dijo ella pensando – es lo correcto.
Seguimos hablando por un rato mas hasta que se hiso mas
tardecito. Para cuando me había ido Alejandro apenas llegaba. Justamente el
venia con su novia. Me quise quedar con Amanda ya que no quería que se metiera
en más problemas pero, ya era muy tarde.
Narra Amanda.
Justin se fue y quede sola. Sabía que mi hermano estaba
afuera así que no había mucho problema. Fui a la cocina y encendí la
televisión. Mi celular empezó a sonar, desde donde estaba lo alcanzaba a
escuchar. Fui corriendo por el hasta la sala y conteste.
Al teléfono.
-Bueno – dije.
-Amanda – dijo mi
madre.
-¿Qué pasa? –
pregunte extrañada, ella me había marcado hace un rato.
-Te quería avisar
que hubo un pequeño cambio – dijo – ya voy para allá.
-Ok – dije.
-La verdad si
llegas tarde o no es igual – dije – tu puedes llegar a la hora que tú quieras,
a fin de cuentas es tu casa.
-Lo sé – dijo ella
riendo – solo lo decía por si acaso.
-Hay mamá – dije –
te espero.
-Chau hija – dijo
ella.
-Chau.
Me despedí de mi madre y colgué mi teléfono. La puerta de
enfrente de la casa se abrió y solo escuchaba las voces de mi hermano y su
perra.
-¿Amanda? – escuche a Alejandro gritar mi nombre.
-En la cocina – dije. Obviamente solo actuaria que no sabía
que ella estaba ahí.
-Ok – dijo.
Escuche pasos acercarse. A los pocos segundos aparecen mi
hermano y su “preciosa” novia.
-¿Ya te llamo mamá? – pregunto Alejandro.
-¿Para qué lo quieres saber? – pregunte.
-Simple curiosidad – dijo el – estaremos afuera.
-Me da igual – dije sin darles importancia.
-Chau linda – dijo Nicole sonriéndome falsamente.
-Chau perrita – dije sonriéndole de igual forma.
Ella me hiso una cara extraña y se fueron.
Sabía que era lo que quería Alejandro. El sabía que mi
madre no le gustaría para nada Nicole, él lo sabe por eso el intenta evitar que
mi madre la conozca.
¿Cuál es la razón por la que mi madre no la querría? Denme una razón por la que ustedes si la
quieren. Al verla lo primero que te puede inspirar es enojo, es de esas
personas que simplemente te cagan el día con solo verlas. Simplemente se le
nota a la muchachita esa lo que busca.
Las personas como Nicole son todas iguales, solo les
interesan algo, fama.Ella es de las típicas chicas populares que solamente
quieren más y más popularidad. Ella me trata así porque sabe que yo no permitiré
sus abusos, al igual debe de saber que mi madre tampoco los permitirá. Gustavo
no puede opinar en eso ya que, ni siquiera somos sus hijos.
Escuche el sonido de un automóvil afuera de la casa. Seguramente
era mi madre. Pasaron unos cuantos minutos y entro mi madre, con todos
sus materiales para el diseño. Parecía exhausta y cansada. Sabía que este era
un mal momento para que ella se diera cuenta sobre la perra que había adoptado
mi hermanito. Aun así, esto sería algo muy interesante de ver.
AAAAAAAAAAAAAAAAAAH ANDREA!!! AMO TU NOVELA ES SIMPLEMENTE GENIAL c:
ResponderEliminarLAMENTO NO COMENTAR EN LOS OTROS CAPÍTULOS ES QUE NO TUVE TIEMPO DE LEER u.u PERO YA LOS HE LEÍDO Y ES GENIALITOSA(? ME FASCINA!!!!
SÍGUELA PRONTO PLEASE!! QUIERO SABER QUE PASA CON LA MALDITA DE NICOLE ¬¬ OJALA AMANDA LE DE SU MERECIDO xd
HAHA ME METÍ MUCHO EN LA NOVE! SÍGUELA PLEASE <3
BESOS Y TE QUIERO PEDIR UN FAVORSITO PÁSATE POR MI NOVE PLEASE Y COMENTA QUE TAL ESTA, QUISIERA TU OPINIÓN :D GRACIAS <3 Y ESPERO VER TU COMENTARIO! AHORA SI, BYE!!
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