domingo, 24 de junio de 2012

Capitulo 21. No Te Metas En Mi Vida



-Amanda, despierte.

Solo sentía como alguien me movía de un lado a otro, se sentía bien, era relajante.

-Vamos – dijo ella – llegaremos tarde.

Ese movimiento se fue haciendo cada vez más tosco hasta que me llego a molestar. Abrí mis ojos y lo primero que vi fue a mi madre, con cara de preocupación. Me fui levantando de poco a poco hasta quedar sentada sobre la cama.

-Vamos Amanda, arréglate que en una hora debes de estar en el estudio.
-Ya voy mamá – dije adormilada. Mire el reloj y me asuste un poco – mamá, apenas son las 8 de la mañana.
-Ya lo sé hija – dijo ella – hubo un pequeño cambio de planes.
-Y porque no me avisaste desde antes – pregunte.
-Se me olvido – dijo ella – tengo muchas cosas en la cabeza hija, algo se me tenía que olvidar.
-Olvídalo – dije – tomare una ducha.
-Yo ya me tengo que ir – dijo ella – tu arréglate rápido y nos alcanzas allá.
-Está bien – dije – ahora si me disculpan.
-Chau – dijo ella y salió de la habitación con un paso apurado.  

Me levante de la cama y camine hasta la regadera. Como todos los días tome mi ducha. Esta vez tuve que ser más rápida de lo normal ya que tenía el tiempo bien contadito. Salí de la ducha y me cambie por esto http://www.polyvore.com/no_se/set?id=51316506. Rápido baje a la cocina, tome algo de dinero junto con mis llaves y me fui de la casa. A Gustavo no lo vería ya que él había salido de viaje hace algunas horas y no regresaría hasta dentro de una semana.

Subí a mi auto con un paso acelerado. Mire mi reloj y para mi suerte aun me quedaban 35 minutos y por ser hija de la diseñadora tenia permitido llegar 10 minutos tarde. Encendí el auto y emprendí mi marcha. Decidí hacer una parada en una cafetería. Rápidamente me estacione y baje del auto. Hice mi compra y regrese a la calle.


-Hasta que por fin llegas – dijo mi madre con preocupación.
-Justo a tiempo – dije mirando mi reloj.  
-Vámonos ya – dijo presionando el botón del elevador - aun tienes que cambiarte.
-Lo sé – dije con aburricion – por cierto, tendré que salir desde antes.
-¿Por qué? – pregunto.
-Tengo un compromiso – dije.
-¿Cómo a qué hora? – pregunto.
-A las 2 y media – dije.
-Está bien – dijo – pero necesito que hagas todo perfecto.
-Tu tranquila – dije.

El elevador se paro y salimos corriendo de este. Mi madre me llevo hasta la sala de maquillaje y vestuario en donde las demás chicas ya se estaban preparando.

-Necesito que la arreglen rápido y por favor, denle el vestuario – le pidió mi madre a la encargada.
-Usted este tranquila – dijo la señora – nosotras nos encargamos.
-Perfecto – dijo – recuerden muchachas que en media hora salen.

Mi madre salió del saloncito y me dejo con las maquillistas. Me sentaron y empezaron a arreglarme.

-¿Qué se supone que tengo que hacer? – pregunte.
-Tú solo debes de usar la ropa que se te indica y salir junto con tu madre y las demás personas, esas personas seguramente son compradores o managers que buscan la ropa adecuada para sus artistas – dijo ella – solamente te quedas parada ahí y si te piden que te voltees lo haces y así, es sencillo.
-¿Qué se supone que usare yo? – pregunte.
-Son dos vestidos largos, uno corto y un conjunto de ropa normal – dijo – todo con sus respectivos zapatos y accesorios.
-Y crees que pueda terminar para antes de las 3 – pregunte.
-Si – dijo ella – según lo que tengo entendido, tu eres la ultima en terminar.
-Perfecto – dije más tranquila.  

Me terminaron de peinar y maquillar y me mandaron por mi primer cambio de ropa. Una señorita me lo entrego y pase a ponérmelo. El conjunto era así http://www.polyvore.com/pink/set?id=51614306. Me dieron unos últimos toques y estaba lista.

-Bueno, tú serás la primera en salir – dijo la organizadora.
-¿Por dónde voy? – pregunte.
-Sígueme – dijo con mucha paciencia.

Caminamos por algunos pasillos y subimos por unos escaloncitos. Enfrente de nosotras había una cortina, supongo que la cortina separaba a la gente de nosotras. De poco a poco se fueron formando las demás chavas.

-En cuanto yo te diga tu sales – dijo.
-Ok – dije con nervios.

Espere unos momentos hasta que ella me dio una señal y yo Salí. Camine por una corta pasarela y me pare justo al final de esta. Había aproximadamente 12 personas, sin incluir mi madre y su asistente. Ellos observaban todo detenidamente. Al parecer ellos no tenían prisa pero yo sí. Después de un largo rato me regresaron por mi segundo cambio.

Termine de cambiarme y Salí. Este conjunto era algo así http://www.polyvore.com/cgi/set?id=51611537&.locale=es. Regrese a donde la pasarela y espere mi turno. Y así fue con los demás conjuntitos. El tercero era algo así http://www.polyvore.com/nude/set?id=51610853&.locale=es y el cuarto era así http://www.polyvore.com/nice/set?id=51612124&.locale=es

Termine con mi deber y regrese al salón para cambiarme con algo normal y después poder irme. Entre al vestidor y me cambie por esto http://www.polyvore.com/entrevista/set?id=51594795&.locale=es. No planeaba despedirme de mi madre ya que eso implicaba interrumpirla y seguramente me mataría si lo hacía.  Simplemente tome mis cosas y Salí del edificio hacia el estacionamiento. Subí a mi auto y arranque con rumbo a la televisora en donde seria la entrevista.


-Amanda – escuche como el gritaba mi nombre, sacándome un susto.
-Dios mío, casi me matas del susto – dije agitada.
-¡Exagerada! – dijo riendo, tomo mi mano, me acero a él y me dio un beso algo discreto – hola linda.
-Hola Just – dije sonriente.
-¿Cómo te fue? – pregunto.
-Bien, supongo – dije sin mucho interés.
-Te ves muy diferente con maquillaje – dijo el mirándome.
-¿Tú crees? – pregunte.
-Si – dijo el – pero te vez linda de cualquier forma. 

-Tonto – dije riendo - ¿Qué no tenias que hacer una entrevista?
-Faltan 20 minutos – dijo sonriente.
-Y ya estás listo – suponía yo.
-No – dijo tranquilo – te estábamos esperando.
-¿Por qué? – pregunte extrañada.
-Nada mas – dijo el – y como has llegado ya puedo irme a arreglar.
-Ándale, ve – dije.
-Ven conmigo – dijo tomándome de la mano – hay muchos bandidos por aquí. Con un segundo que te deje sola se aprovecharan.
-Dios mío – dije riendo.
-Ya vamos payasita – dijo de igual forma.

Caminamos entre los pasillos hasta que llegamos a la sala de maquillaje, ahí seria donde lo arreglaran para poder salir en televisión. Yo solo me senté en un sofá y mire todo lo que le hacían. En si todo fue muy rápido. En 10 minutos el ya estaba listo y aun le quedaban otros 10 minutos libres.

-¿Qué pasa si me preguntan sobre ti en la entrevista? – pregunto Justin.
-No lo sé – dije – di lo que tú quieras, o bueno, lo que tu creas correcto.
-El problema es que, no sé qué decir – dijo él.
-¿Por qué no le preguntas a Scooter? – dije – el debe de saber qué hacer.
-Yo ya hable con el – dijo – y no me dio respuesta, el dijo que yo sabría que hacer pero la verdad no, no sé qué hacer.
-Entonces piensa bien – dije tomando su mano.

Pasaron unos minutos y llego una de las encargadas de ahí y se llevo a Justin. Yo me Salí de ese cuartito y fui hasta un lugar en donde pudiera ver la entrevista.


La entrevista termino. Para nuestra suerte no hablaron de nosotros, según lo que escuche, ellos tenían órdenes de no hablar de eso. Fue tranquilo, solo hablaban de trabajo. En cuanto termino, Justin se preparo y salimos del lugar.

-Nos vemos mañana linda – dijo Justin mientras me acompañaba hasta mi auto.
-Hasta mañana – dije sonriéndole.
-Chau – dijo este sujetando mi mano aun más.
-Chau Justin – dije riendo.

El se acerco de poco a poco y me dio un beso, de despedida. Fue algo largo a decir verdad, era como si no quisiera que me fuera. El se separo de mí y me miro. El seguía con mi mano bien sujeta a la suya.



-No me quiero ir – dijo el haciendo pucheritos.
-Lo sospechaba – dije con una sonrisita.
-¿Si te veré mañana? – pregunto.
-Claro que si – dije – de eso no tengas duda.
-Por cierto, mi madre dijo que quería que vinieras esta noche – dijo nervioso.
-Está bien – dije – no te pongas nervioso, debería de ser yo la que esta así.
-Es solo que siento que ella dirá algo – dijo el – algo vergonzoso.
-Tranquilo – dije riendo – pase muchos días con ella y no dijo nada vergonzoso.
-Pero aquí será diferente – dijo – ahí ella tenía la idea que tú eras solo una amiga y aquí ella sabe que eres mi hermosa novia.
-Tu tranquilito – dije dándole un corto beso – no pasara nada.
-Sabes que, estoy muy pero muy intranquilo – dijo fingiendo angustia – creo que necesito otro beso.
-Tonto – dije riendo.

Me acerque de poco a poco a él hasta que nuestros labios estuvieran juntos. Fue algo corto ya que no queríamos dar un espectáculo más largo y seguramente lo estarían esperando.

-Aun no estoy tranquilo – dijo.
-Hay Justin – dije sonriéndole – te están esperando muchachito.
-Que me esperen – dijo – yo puedo estar con mi novia.
-Si, es cierto – dije – pero no harás enojar a Scooter o si.
-Scooter – dijo recordándolo – ya que, chau linda.
-Chau Justin – dije.

El me dio un corto beso y se fue. Yo me introduje en mi auto y lo encendí. Verifique que todo estuviera bien y Salí. Conduje por un largo rato hasta que llegue a casa. Estacione mi auto en donde siempre y entre.

-¿En dónde estabas? – Pregunto Alejandro – te esperaba desde antes.
-Salí – dije.
-¿A dónde? – pregunto.
-¿Desde cuándo te interesa? – pregunte – tú no te preocupes.
-Soy tu hermano – dijo el – tengo derecho a saber.
-Y que – dije – yo no me meto en tu vida, tu tampoco en la mía.

-Solo se llama preocupación – dijo él.
-Olvídalo – dije fastidiada.

Subí hasta mi habitación y me tumbe en mi cama. ¿Desde cuándo a él le interesa si salgo o no? ¿Por qué siempre me tienen que cuestionar por todo? Es frustrante saber que yo jamás le he cuestionado nada a el y ahora el viene y me cuestiona a mí. El tiene razón, es mi hermano y tiene derecho pero, eso no significa que le tengo que decir a fuerza.

-Amanda – dijo Alejandro afuera de mi habitación.
-¿Qué quieres? – pregunte con fastidio.
-Nicole vendrá más tarde – dijo él.
-Me da igual – dije con enojo. A fin de cuentas, saldré de casa desde antes.
-Está bien – dijo – era todo.

Escuche como se alejaba por el pasillo. Me alegraba saber que no estaría para verle la cara a su estúpida novia. No la soporto, simplemente no.

Pasaron unas horas y se dieron las 6 y media. Justin me había enviado un mensaje diciendo que pasaría por mí a eso de las 7. Me levante de mi cama y fui hasta mi armario. Me cambie por esto http://www.polyvore.com/haha/set?id=51678544 y me arregle un poco el cabello. Baje a la cocina, ahí esperaría por Justin.

-Hola Amanda – dijo Nicole con algo de malicia.
-¿Qué necesitas? – dije con mi sonrisa mas falsa.
-Nada – dijo ella – solo quería saludarte.
-¿Qué quieres Nicole? – pregunte.
-Nada, ya te lo dije – dijo ella - ¿Qué pudiera querer yo de ti?
-No lo sé – dije – y aun y que me pidieras algo sabes que no lo haría.
-Lo sé – dijo ella. Se quedo callada y me miro pensativa – sabes, hay algo que si te quisiera pedir.
-Ya sabes que te diré que no – dije.
-No pierdes nada con escucharme – dijo ella insistente.
-Haber, dime – dije con algo de fastidio.
-Me gustaría que nos lleváramos bien - ¿es esto una broma? – ya sabes, nos veremos más seguido ya que soy la novia de tu hermano y es muy incomodo saber que no tenemos una buena relación.
-¿Es alguna clase de broma, acaso? – pregunte.
-No – dijo ella – claro que no.
-La verdad es que no confió en ti – dije – y mientras no confié en ti no me podre llevar bien contigo. Además, tu estas saliendo con mi hermano, no conmigo.
-Dentro de poco seremos amigas, ya lo veras – dijo sonriéndome.

Dicho eso ella se fue de la cocina. Daba un poco de miedo, sabía que ella tramaba algo pero, ¿Qué podía ser?

-Amanda – grito Alejandro.
-Mande – grite.
-Llego tu amado – dijo él en tono de burla.

Me levante de la silla rápidamente y fui hasta la entrada a abrirle a “mi amado”.

-Hola linda – dijo el acercándose.
-Hola lindo – dije del mismo modo.

Me tomo de la cintura y me pego a él. Fue acercando su rostro hacia el mío hasta que nuestros labios estuvieran juntos en un beso. Este fue corto ya que a nuestro publico no le estaba gustando.

-¿Lista? – pregunto.
-Listísima – dije riendo.
-Pues vámonos – dijo él.
-Ya me voy Alejandro – dije.
-Ok – dijo riendo – cuídense muchachos.

Salimos de casa y subimos a su camioneta. El arranco y condujo hasta su casa, que quedaba a unos escasos 5 minutos. Al llegar el se estaciono y bajamos de la camioneta.

-Ah como eres terca – dijo él.
-¿Por qué? – pregunte extrañada.
-Ya sabes que me gusta ser yo quien te ayude a bajar – dijo él.
-Tú eres el terco – dije – ya sabes que eso no me interesa mucho.
-Aun así – dijo – dame el gusto, aunque sea una vez.
-Está bien – dije – pero hasta después.
-Perfecto – dijo.

Entramos a su casa y dejo las llaves de su camioneta.

-Ven, vayamos con mi madre – dijo tomándome de la mano.
-Vamos – dije sonriéndole.

Caminamos hasta la cocina y nos topamos con Pattie, quien aun estaba haciendo la cena.

-Hola chicos – dijo Pattie sonriendo- que bueno que viniste Amanda.
-No planeaba faltar – dije riendo – hola Pattie – dije mientras me acercaba a ella para saludarla como se debe.
-La comida estará lista en un rato – dijo ella – mientras vayan a ver la tele o no se.
-Vamos – dijo Justin.

Tomo mi mano y salimos de la cocina. Caminamos hasta una sala y nos sentamos, uno al lado del otro. El seguía con mis manos bien sujetas a las suyas, lo cual no me molestaba, mas bien, me hacía sentir mucho mejor.

-…



sábado, 23 de junio de 2012

Capitulo 20. Me Gusta Verte Feliz



-¿Iras con tu amiga verdad? – pregunto mientras salimos.
-Si – dije extrañada - ¿Por qué preguntas?
-Porque quería pasar el día contigo – dijo con un tono triste.
-Solo estaré con ella media hora – dije sonriente.
-Eso esta perfectísimo – dijo él – ahora si me dejaras pasar por ti – pregunto él.
-No – dije riendo.
-Aun así pasare por ti – dijo el tomándome de la mano y acompañándome a mi auto.
-Enserio Justin – dije.
-Enserio Amanda – dijo usando el mismo tono que yo – pasare por ti en una hora.
-Tu ganas – dije resignada.
-Así me gusta – dijo – entonces nos vemos linda.
-Chau Justin – dije.
-Chau preciosa – dijo.

Se acerco a mí y me beso, fue algo muy tierno pero corto. Se separo de mí y se alejo. Subí a mi auto y lo encendí. Arranque el auto y me dirigí a casa de mi amiga.

Conduje por un largo rato gracias al tráfico. En cuanto llegue me estacione frente a su casa, apague el auto, me baje de este y timbre.

-Amanda – dijo ella con algo de emoción mientras se acercaba a abrirme.
-Caitlin – dije riendo.
-¿Y eso que me visitas? – pregunto.
-Pues nada mas – dije – quería pasar el tiempo con mi amiga.
-Aww – dijo ella – pasa, tenemos mucho de qué hablar.
-Ya lo creo – dije riendo.

Entramos a su casa y de inmediato fuimos a la cocina, según ella no había nadie en casa.

-Y dime, ¿Cómo va todo con Justin? – pregunto ella.
-Pues, bien – dije – apenas llevamos unos días – dije riendo.
-Cierto – dijo ella – pero aun así, hay parejas que a los dos días empiezan a pelear, créeme, lo he visto.
-Qué extraño – dije – pero dime tú, ¿Cómo vas con Carlos?
-Todo va bien – dijo ella – todo perfecto.
-Me alegro que así sea – dije sonriente – hace mucho que no lo veo.
-Haber cuando salimos en una cita doble – dijo.
-No es mala idea – dije pensando – claro, falta que Justin y Carlos acepten.
-Lo harán – dijo Cait – por cierto, saliste en la televisión y en las noticias.
-Sí, lo vi – dije con pena.
-No te gusta la idea, cierto – dijo ella.
-Para nada – dije – nada más de pensar que tendré que soportar a la prensa.
-Tranquila – dijo ella riendo – Justin encontrara la forma de alejarlos.  
-Ojala, si no yo la buscare – dije – con tal de que nos dejen en paz.
-Deben de ser cuidadosos en este momento – dijo ella – como saben que apenas van empezando su relación los hostigaran bastante.
-¡Qué horror! – dije.

Estuve con Caitlin por un par de horas. Se sentía tan bien poder hablar con ella, desquitarme de todo, simplemente desahogarse con ella se sentía bien. Ella sabe escuchar, algo que no muchos saben hacer. Normalmente contábamos muchos chismes, como cualquier mujer lo hace con su mejor amiga, aunque también contábamos más cosas, aparte de los chismes.

-Por cierto, escuche que una de las amigas de Nicole se transfirió a nuestro colegio – dijo Cait.
-¿Por qué? – pregunte extrañada.
-Yo tengo dos teorías – dijo – la primera es que Nicole la convenció para que pudiera espiar a Alejandro a gusto o también podría ser que Nicole la mando simplemente para molestar.
-Que extrañas son ellas – dije.
-Lo sé – dijo ella – pero falta ver a quien mando porque no todas son malas, solo ella y otras dos más.
-Ojala no sea ninguna de sus secuaces – dije – ya tengo suficiente con verla en casa.
-¿Va a tu casa? – pregunto ella extrañada.
-Si – dije fastidiada – ella se ha atrevido a pisar el suelo de mi hogar. Mi madre ya los vio juntos una vez pero no dijo nada.
-¿Enserio? – pregunto con mucho interés, seguramente le gustaba mi chisme.
-Si – dije – me gustaría pensar que la razón por la que no dijo nada es porque piensa que solo son amigos.  Si a mi madre le llega a agradar Nicole, yo me muero o mejor, me mudare.
-Te vendrás a mi casa amiga – dijo ella segura.
-Ya esta – dije riendo – espero y no sea necesario.
-Yo espero que sí – dijo ella, yo solo la mire extrañada – así te tendré cerca todos los días.
-Tonta – dije riendo – me habías asustado.

Pasaron las dos horas y me retire de casa de Cait con dirección hacia mi casa. Llegue después de un rato en el tráfico. Me estacione fuera de casa y baje de mi auto.

-Disculpa – escuche a un señor gritar.

Voltee y me tope con un grupo de 5 señores afuera de la casa de enfrente. Todos me miraban como esperando una respuesta.

-¿Mande? – grite para que me escucharan.
-¿Podrías venir un momento? – pregunto uno de ellos.
-Claro – dije con duda.

Cruce la calle con cuidado. Camine hasta donde estaba el grupo de señores. Ninguno portaba alguna cámara ni nada de eso por lo que me tranquilice un poco.

-¿Qué pasa? – pregunte con amabilidad.
-Disculpa, ¿tú no sabes si esta casa tiene dueño? – Pregunto uno de los señores – o sea que tenga a alguien viviendo aquí.
-No que yo sepa – dije – jamás se ha visto a alguien dentro, tampoco han visto que alguien salga de esa misma casa.
-Ah ok – dijo otro de los señores – gracias.
-Si quieren conseguir el numero del dueño, la señora de la casa de al lado se los puede dar – dije – según dicen que solían ser muy amigos.
-Muchas gracias – dijo uno de ellos – ahorita mismo iremos por el número.
-Bueno, adiós – dije.
-Adios – dijeron los demás.

Cruce la calle y me dirigí a mi casa. Rápidamente abrí y entre.

-¿Por qué demoraste? – pregunto Alejandro - ¿Qué querían los señores?
-Saber sobre la casa de enfrente.
-¿Para qué? – pregunto extrañado.
-Claramente yo no tengo la respuesta – dije riendo – así que ni me preguntes.
-Por cierto – dijo el – ya vi las noticias sobre Justin y tu, mira que bien guardadito lo tenias.
-Mira Alejandrito, yo también se sobre lo tuyo con la perra esa y me quede calladita – dije – no digas nada sobre lo mío con Justin, si mamá o Gustavo preguntan tu dirás que es mentira.
-¿Qué pasa si les digo otra cosa? – pregunto, me desafiaba obiamente.
-Les diré sobre Nicole – dije – y tenlo por seguro que la mandaran a la fregada al instante.
-Gustavo me apoyara – dijo él.
-No es cierto – dije segura – el apoyara a mamá.
-No te creo capaz de decirles – dijo él.
-No me retes – dije con algo de enojo – tu bien sabes que cumplo con mis cometidos.
-Tranquila hermanita – dijo el riendo – no te enojes.
-Pues tú no me vengas con tus cosas – dije más tranquila.
-Ya tranquila Amanda – dijo – no diré nada mientras tú estés calladita.
-Yo no diré nada – dije segura.
-Así me gusta – dijo.

El teléfono empezó a sonar y como sabia que Alejandro no movería ni un dedo yo fui por él y conteste.
  

Al teléfono
-Bueno – dije.
-Bueno – dijo la chica extrañada.
-¿Qué quieres? – pregunté de mala gana.
-Está tu hermano – dijo sin darle importancia.
-¿Para qué lo quieres? – pregunte con el mismo tono.
-Solo pásamelo – dijo ella.
-No hasta que me digas que quieres – dije, a veces podía ser muy terca.
-Pásamelo – dijo con algo de enojo.
-Muy simple – dije – o me dices o te cuelgo.
-Solo quiero hablar con él – dijo ella enojada – es mi novio y tengo derecho.
-¿Y porque no me lo dices desde antes? – dije cuestionándola - ¿Qué yo sepa no tiene nada de malo? No hay porque ocultarlo.
-Olvídalo – dijo ella – solo pásamelo.

Baje el teléfono y busque a Alejandro con la mirada, el no estaba cerca de mí en este momento.

-Alejandro – grite.
-¿Qué pasa? – lo escuche gritar, seguramente estaría en la cocina.
-Te llama tu novia – dije con desagrado.
-Ya va – dijo el tranquilo.

El llego junto conmigo y me quito el teléfono, contesto y se alejo a su habitación. Y quede sola, como siempre.

Me senté en uno de los sofás de la sala y me puse a leer algunas revistas que mi madre había dejado ahí. Estuve ahí hasta que escuche el timbre de la casa sonar.

-Amanda, abre – grito Alejandro.
-Ya va – dije.

Me levante del sofá y fui hasta la puerta, abrí y me tope con Justin.

-Justin – dije sonriéndole.
-Linda – dijo el abrazándome. Me dio un corto beso y me volvió a mirar – me alegro que ya te hayas desocupado.
-Igual me alegro – dije – ven, pasa.
-Ok – dijo.

Tome su mano y entramos. Caminamos hasta el mismo sofá en donde estaba anteriormente y nos sentamos. El aun tenía sus manos entrelazadas con las mías, acción que no me molestaba en lo absoluto.

-Mi madre ya sabe de lo nuestro – dijo Justin con vergüenza.
-¿Y qué dijo? – pregunte con curiosidad.
-Pues, le agradas así que no tiene mucho problema – dijo el – y al parecer mi madre y la tuya se hicieron amigas desde hace algún tiempo y piensa que eso lo hace mucho mejor.
-Bueno al menos le caigo bien – dije aliviada.
-Si – dijo sonriendo – y también me dijo que deberías ir a cenar a casa algún día.
-¿Cuándo? – pregunte.
-En alguno de estos días – dijo el – dijo que quiere conocerte mejor.
-Solo espero causarle buena impresión – dije con nervios.
-Lo harás – dijo él – además ella te aprecia mucho, aun y que hagas algo malo, te lo perdonara de alguna forma.
-Entonces solo faltaría mi madre – dije – Gustavo te ama así que no creo que haya problema con él.
-Tal vez – dijo el riendo – como sea, cambiando de tema, ¿te he dicho que eres muy hermosa?
-Ya vas a empezar – dije riendo.
-Es la verdad linda – dijo el abrazándome por la cintura y acercándome más a él.
-¿Y te he dicho que eres muy guapo? – pregunte riendo.
-Nunca lo has hecho – dijo con un tono de indignación.
-¿Cómo que no te lo he dicho? – pregunte riendo.
-Como lo oyes – dijo mientras me daba un pequeño beso en la mejilla.
-Que lastima porque no lo diré – dije intentando poner una cara seria.
-Como que no me lo dirás – dijo soltándome de poco a poco.
-Como lo oyes – dije imitándolo.
-No, no, no – dijo el – si no me lo dices tendré que obligarte.
-No lo creo – dije seria.
-Segura – dijo retándome.
-Mas que segura – dije.
-¿Segura? – repitió.

Yo solo asentí con la cabeza y me cruce de brazos. Fue cuando él se paro y me empezó a hacer cosquillas.

-No – dije riendo – para.
-No – dijo riendo.

Yo intentaba quitarme de ahí y escapar. A veces las cosquillas llegaban a doler.

-Espera, lo diré – dije aun riendo.
-Haber, dime – dijo el mirándome sonriente.
-Eres muy pero muy guapo – dije riendo.
-No te rías – dijo el tomando mis manos y levantándome del sofá.
-Es efecto retardado – dije y el soltó una pequeña carcajada – sabes, me gusta verte así.
-¿Cómo? – pregunto extrañado.
-Cuando sonríes – dije – siendo feliz.
-Tú haces que me ponga así – dijo el – y a mi igual me gusta que seas feliz. Tu felicidad es todo para mí.
-Te quiero mucho – le dije.
-Y yo a ti linda – dijo.

El me tomo por la cintura y me acerco a el de poco en poco. El espacio entre nosotros se fue haciendo cada vez más corto. Hasta que todo espacio entre nosotros desapareció y terminamos en un hermoso beso.

Cuando esto pasaba sentía que estaba en el cielo, caminando sobre nubes. Todo era tan perfecto cuando estaba con él, simplemente me encantaba eso, el simple hecho que con una sola llamada o un simple mensaje el logra que suelte una sonrisita. Yo no confundo este sentimiento con el amor. Yo sé lo que amar significa y lo que implica.

El se separo de poco a poco de mí y me miro directo a los ojos.

-No sé que sea más perfecto – dijo Justin – todo lo que pasa entre nosotros o tú y yo juntos.
-Yo supongo que hay un empate – dije.
-Tienes mucha razón – dijo él.

Fuimos a la cocina y ahí nos quedamos por un rato, charlando. Estuvimos ahí un rato hasta que Alejandro nos interrumpió.

-Amanda – escuche a Alejandro gritar.
-Mande – grite.

-Aquí están – dijo el entrando a la cocina.
-¿Qué necesitas? – pregunte.
-Voy a salir – dijo él.
-Ok – dije sin interés – yo no soy tu madre así que no es necesario que me avises.
-Solo decía por si acaso – dijo él.
-¿Qué no tenias que irte? – pregunte.
-Cierto – dijo mirando su reloj – adiós chicos y no hagan nada malo.
-Ya lárgate – dije.

El salió de la casa y me tranquilicé un poco. Voltee y mire como Justin se mordía el labio, intentando disimular su risa.

-No me dio risa – dije seria.
-Lo siento – dijo y soltó una pequeña carcajada – es solo que cuando te enojas puedes ser un poco chistosa.
-Que grosero – dije mirándolo mal, claro que de juego – además no estaba enojada.
-¿Entonces? – pregunto riendo – porque te pones así linda.
-Porque su novia me altera y de pensar que la va a ver a ella me da asco – dije.
-Ah, creo que ya se quien es la chica esa – dijo el – supongo que es la de la última vez.
-Si – dije – es ella, la persona más vulgar que eh conocido.
-Se nota tu desagrado – dijo el riendo – pero tu tranquila, ella no te puede hacer nada.
-Lo sé – dije con una sonrisa triunfadora – y jamás podrá.
-Hay Amanda – dijo el – por cierto, ¿No quisieras acompañarme mañana a una entrevista?
-¿A qué hora es? – pregunte.
-Es en la tarde – dijo – como a las 4 por ahí.
-Está bien – dije.
-Perfecto – dijo – yo pasare por ti, aunque no te agrade la idea.
-No creo que eso sea posible – dije riendo.
-¿Por qué? – pregunto extrañado.
-Porque tengo una cita con mi ex – dije seria, quería jugarle una pequeña broma.
-¿Cómo dices? – pregunto molesto. Yo no lo pude evitar y me reí - ¿Por qué te ríes?
-Porque es mentira – dije riendo – no tengo una cita con mi ex, es más, ni siquiera vive aquí.
-No juegues con eso – dijo aliviado.
-Lo siento, solo quería ver tu reacción – dije aun entre algunas risas – pero si tengo una cita, con mi madre.
-¿Con tu madre? – pregunto.
-Pues, me necesita – dije – y estaré con ella mañana desde tempranito.
-¿Por qué? – pregunto extrañado.
-Porque una modelo suya le falló con algo y dijo que necesitaba que la supliera – dije – y gracias a t ahora tengo una excusa para poder irme desde antes.
-No muchachita – dijo Justin – terminaras ese trabajo te guste o no.
-Me quieres ver triste ¿verdad? – pregunte riendo – eso que me están obligando a hacer es una gran tortura para mí.  
-Tu tranquila, tu príncipe te salvara – dijo Justin sonriéndome.
-Eso espero – dije.

Se hiso tarde y Justin debió irse. Después de unos minutos mi madre llego, como siempre llena de papeles de su mismo trabajo.

-Hola mamá – dije sonriéndole.
-Hola Manda – dijo ella.
-Hace años que no me llaman así – dije riendo.
-Veo que estas de buen humor – dijo ella sonriéndome.
-Pues si – dije - ¿Por qué no debería de estarlo?
-Solo decía – dijo ella sonriente – y creo que es hora de que hablemos.
-¿De qué? – pregunte.
-¿Cuándo planeabas decirme lo de Justin? – pregunto ella.
-¿De qué hablas? – pregunte intentando despistarle un poco.
-¿Cómo que de que hablo? – Pregunto – tú sabes muy bien Amanda.
-No mamá – dije.
-¿Me negaras que tu y Justin están saliendo? – pregunto ella.
-No se – dije, no quería decirle que si pero tampoco planeaba decirle que no ya que eso es mentir.
-Vamos Amanda, dime la verdad – dijo ella – además, no veo nada de malo en eso, Justin es un buen chico y por lo que me dijo Gustavo, el es buen partido para ti, es guapo, amable, caballeroso, tiene una buena educación y te quiere. No es un soquete que solo le interese lo material.
-¿Gustavo sabe? – pregunte.
-Todos lo saben hija – dijo ella – en la empresa todos me felicitaron porque ya tenias novio.
-¡Qué vergüenza! – dije con pena.
-¿Por qué hija? – pregunto ella – no tiene nada de malo, además si tu lo quieres yo te apoyare y estoy segura que Gustavo los apoyara al igual que yo.
-Ya que – dije – la verdad es que él y yo si estamos saliendo.
-Ya lo sé – dijo ella – solo esperaba que lo aceptaras.

Hablamos un poco más del tema hasta que llego Alejandro. En cuanto llego a mi madre le cambio un poco el humor, no sabía porque hasta que voltee y vi a Nicole en la sala, esperando por mi hermano. No sabía que se podría esperar de mi madre en este momento pero me daba algo de miedo.

-Buenas noches – dijo mi madre.
-Hola mamá – dijo Alejandro. El se acerco al refrigerador y tomo dos botellas de agua – estaremos afuera por si nos necesitan – dijo y se fue.
-¿Quién es ella? – pregunto mi madre.
-Se llama Nicole – dije.
-¿Es su novia? – pregunto.
-No lo sé – dije con sinceridad.
-No me da buena espina – dijo mi madre.
-Créeme que ni a mi – dije con sinceridad – hay algo mal con esa chica.
-Concuerdo contigo – dijo mi madre intentando verlos.
-Irme a mi habitación – dije.
-Buenas noches – dijo ella sonriente.
-Buenas noches – dije.

Salí de la cocina y me dirigí a mi habitación. Me cambie a mi pijama y me avente en la cama. Tome el control de mi televisor y lo deje en un canal de caricaturas. Al finalizar el programa apague el televisor y me acosté para poder dormir.
  


martes, 19 de junio de 2012

Las Noticias Semanales (15-19)



Hola chicas moxas haha... bueno solo para avisar que las noticias semanales se darán todos los miércoles, ahora las estoy dando el martes porque mañana sera mi fiesta de graduación :D y no tendré tiempo.

Bueno empecemos... quería decirles que los capítulos 18 & 19 ya están en el blog, por si acaso no se dieron cuenta o algo :) aquí abajo les dejare los links..

  Capitulo 18: Les Deseo Lo Mejor
  Capitulo 19: Bienvenida A Mi Mundo

Otras cosa.. me iré de vacaciones del 25 de junio hasta el 2 de julio según lo que yo se. Mañana como saben seria mi graduación, el jueves tengo algunos asuntos relacionados con mis vacaciones, el viernes, sábado y domingo no tengo nada que hacer así que veré si puedo escribir dos o tres capítulos, si no les haré un capitulo largo :) ahí veremos.

Muchas gracias por leer mi novela :) a las que la lean, espero y les guste bastante y no solo me digan que esta padre por compromiso. Lamento mucho los atrasos que tengo a la hora de subir, es solo que tengo muchas cosas que hacer, por ejemplo ayer tuve cita con mi dentista al igual que hoy, también tuve que recoger algunas cosas de mi colegio y todo eso. De verdad intento escribir mas seguido y hacerles capítulos largos pero una de dos, o me atraso o simplemente no me llega la inspiración.

Solo quiero que sepan que no pienso dejar mi novela por nada del mundo... yo me hise la meta de terminarla y terminarla bien, si la llego a dejar sera por motivos de la preparatoria y así aunque claramente yo les avisare con tiempo.

Las quiero muchooo :)
XOXO Andrea<3

Capitulo 19. Bienvenida A Mi Mundo



Estuvimos por un largo rato en ese restaurante. Fue una larga conversación, una larga y tranquila conversación. Se sentía distinto, ya nos hacía falta algo así a las dos, nos hacía falta aclarar todas nuestras indiferencias. A pesar de todo ella es mi madre, la quiero y como su hija a mi no me gusta ver que la lastimen, o incluso cuando ella misma se lastima por sus malas decisiones.

Tal vez Gustavo no sea de mi agrado, si, tal vez es porque yo no le he dado una oportunidad. A pesar de que no me caiga muy bien, yo le deseo lo mejor a él y a mi madre, deseo que tanto él como mi madre al fin encuentren la felicidad entre los dos.


Salimos del restaurante y nos dirigimos a la camioneta. Mi madre condujo hasta casa en completo silencio. Este silencio me sirvió para pensar en todo lo que habíamos hablado anteriormente. Tal vez ella tenga razón y aprendió de sus errores aunque puede ser que no, puede ser que solo me lo dice para “tranquilizarme” y así llevarme bien con su esposo. Eso es algo que el tiempo dira.


Después de una media hora en el tráfico llegamos a casa. El auto de Alejandro estaba estacionado en su lugar lo que indicaba que seguía ahí, obviamente. Bajamos y entramos a casa.

-¿En donde estaban? – pregunto Alejandro apurado.
-Fuimos a comer – conteste.
-Ah ok – dijo el sin interés – bueno, estaba esperando que llegaran para poder irme.
-¿A dónde hijo? – pregunto mi madre
-Con unos amigos – dijo él.
-Ok – dijo mi madre con desconfianza – pero regresa temprano.
-Si mamá – dijo él.

Tomo las llaves que estaban en la mesa y salió de la casa con un paso muy apurado.

-Qué extraño esta últimamente – dijo mi madre.
-Cierto – dije.
-Por eso mismo no puedo salir con el – dijo ella – siempre tiene algo que hacer, siempre.
-Después se calmara – le dije.
-Como sea – dijo ella – ahora yo soy la que se tiene que ir – dijo ella.
-Ok – dije.
-Chau Amanda – dijo ella – regresare hasta la noche.
-Ok – dije – chau mama.

Ella salió de la casa y quede sola. Fui directo a mi habitación. Entre y cerré mi puerta. Me quite los zapatos y me avente en la cama, encendí la televisión y la deje en un programa de chismes. Todo fue muy normal hasta que empezaron a hablar de Justin y de mí.

Presentadora.
-Y que más les podemos decir – empezó ella – tenemos noticias sobre el astro pop juvenil, Justin Bieber. Resulta que el canadiense ya tiene a alguien junto a él y si, nos referimos a una novia. La chica resulto ser nada más y nada menos que Amanda Garza, la misma hija de Tiffany Sanz. A este par de tortolitos se les ha visto juntos en varias ocasiones pero la que más llama la atención fue cuando se les vio en un parque de Los Ángeles muy juntitos y tomados de la mano. Les deseamos lo mejor a esta nueva pareja, y habrá que admitir que se ven lindísimos juntos.

Termino con lo nuestro y empezó con otra noticia. Me sentía extraña. Odiaba la idea de que alguien supiera de lo mío con Justin, aun odiaba más la idea de que a partir de ahora yo ya no tendría una vida privada y también empezaría a recibir mensajes de odio.


Apague la televisión, no tenía ganas de ver nada más. Tenía que pensar en que le diría a mi madre por mentirle. No me quería esconder pero tampoco me gustaría que mi nombre estuviera en boca de todos. No me gustaría que la gente me conociera solamente por estar saliendo con Justin, ni siquiera me interesa que la gente me conozca.


Estuve horas en mi habitación pensando en que le diría. No encontraba una excusa, ella es inteligente y no se deja engañar tan fácilmente. No me quedaba de otra, o le mentía o le decía la verdad.

Al día siguiente.

Desperté tarde, justamente a las 11 de la mañana, algo tarde considerando que para las 9 yo ya estoy despierta. Tome mi celular, el cual tenía vibraba bastante. Tenía dos llamadas perdidas de Justin junto con unos cuantos mensajes. Marque su número y espere a que contestara.

Al teléfono.
-Bueno – escuche a Justin decir.
-Buenos días Justin – dije aun dormida - ¿me llamabas?
-Si – dijo el aliviado – por cierto, buenos días linda.
-¿Qué sucede? – pregunte mientras me levantaba de la cama.
-Supongo que viste las noticias ayer – dijo él.
-Creo que ya sé que pasa – dije recordando.
-Te invito a desayunar – dijo el – así sirve que hablamos.
-Está bien – dije - ¿en dónde?
-¿Te parece en el Ihop? – pregunto.
-Está perfecto – dije.
-Pasare por ti en media hora – dijo él.
-No – dije tranquilamente – yo iré por mi cuenta, tú tranquilo.
-Amanda, yo quiero ir por ti – dijo, yo solo reí.
-Hay Justin – dije – después de ahí tengo que visitar a una amiga.
-Yo te dejo con ella – dijo él.
-Ni lo pienses – dije – tu tranquilo. Nos vemos en media hora. Chau Justin, te quiero.

Colgué antes de que él me dijera otra cosa. No planeaba discutir sobre si me iba con él o no, además tenía ganas de conducir un rato.

Deje mi celular sobre la mesa y fui hasta el balo. Tome una ducha y me cambie por esto http://www.polyvore.com/white_blue/set?id=51282891&.locale=es. Me cepille el cabello y en cuanto estuve lista Salí de mi habitación. Baje las escaleras y para mi suerte no había nadie. Tome mis llaves y Salí de casa, subí a mi auto y arranque hacia el Ihop.  

Después de unos 10 minutos llegue a ese lugar. Me estaciono cerca de la puerta. La camioneta de Justin estaba a unos 3 lugares de mi auto. Me baje de este y al instante veo que Justin se baja de su auto.

-Linda – dijo él con una gran sonrisa.
-Hola Bieber – dije sonriéndole. El me abrazo y yo le correspondí, me dio un beso en la mejilla, muy cercano a mis labios, y se separo de mí.
-Ven, vayamos adentro – dijo.

Tomo mi mano y entramos al lugar. Nos sentamos en un lugar algo más alejado, así podríamos hablar un poco más a gusto sin ser acosados por nadie. Nuestra mesera vino y ordenamos. Ella se fue y nos dejo solos.

-Supongo que viste la noticia – dijo él.
-Si – dije recordando.
-Yo quería hablar contigo para aclarar las cosas – dijo el – a mi no me molesta que los demás sepan, es mejor para ambos que se haga algo “oficial” a que sea una mentira y te empiecen a atacar. Por mi no hay problema pero, por ti.
-Si la gente se entera o no me da igual. Yo no estoy contigo por fama, si yo estoy contigo es porque te quiero de verdad. Si a ti no te interesa que se hable de nosotros está bien por mí, a fin de cuentas yo no soy ninguna celebridad ni nada de eso.
-¿No te molesta? – pregunto, seguramente intentaba asegurarse.
-No – dije – era obio que en algún momento esto pasaría, es algo inevitable. A fin de cuentas no me queda más que resignarme.
-A mi no me gustaría verte incomoda o algo parecido – dijo el – si algo te llega a molestar debes de decírmelo y nos haremos cargo del problema.
-Por mí no hay problema – dije - a fin de cuentas es algo que debía pasar y que sabíamos que pasaría.
-Es verdad – dijo el – será mejor que hablemos con Scooter, el sabrá que hacer.
-Está bien – dije tranquilamente.

Estuvimos ahí por toda la mañana, charlando. Nuestro acuerdo era que hablaríamos con Scooter y el nos dijera que hacer. Tal vez podría parecer que exageramos las cosas pero era mejor tomar las medidas necesarias para evitar problemas.

-¿Iras con tu amiga verdad? – pregunto mientras salimos.
-Si – dije extrañada - ¿Por qué preguntas?
-Porque quería pasar el día contigo – dijo con un tono triste.
-Solo estaré con ella media hora – dije sonriente.
-Eso esta perfectísimo – dijo él – ahora si me dejaras pasar por ti – pregunto él.
-No – dije riendo.
-Aun así pasare por ti – dijo el tomándome de la mano y acompañándome a mi auto.
-Enserio Justin – dije.
-Enserio Amanda – dijo usando el mismo tono que yo – pasare por ti en una hora.
-Tu ganas – dije resignada.
-Así me gusta – dijo – entonces nos vemos linda.
-Chau Justin – dije.
-Chau preciosa – dijo.

Se acerco a mí y me beso, fue algo muy tierno pero corto. Se separo de mí y se alejo. Subí a mi auto y lo encendí. Arranque el auto y me dirigí a casa de mi amiga.
_________________________________________________________________________
Se que es corto pero les aseguro que el viernes les pondré uno mas largo :) 

Las amooo<3
XOXO Andrea<3


jueves, 14 de junio de 2012

Las Noticias Semanales




HELLOW... hahaha, hola chicas guapas...

Bueno, como verán me tarde años en publicar un nuevo capitulo, la razón es que presente mi examen de admisión y ademas presente mis exámenes finales de la escuela y otra prueba del gobierno. Lo bueno y genial es que ya salí de vacaciones y no entrare hasta agosto así que tengo muchisisisismo tiempo para seguir escribiendo.

Otra cosa, debo informarles con anticipación que yo tengo una familia y una vida social... el 20 y 21 de junio no escribiré nada de nada ya que el 20 es mi fiesta de graduación o Prom - como la quieran llamar - y el 21 cumple una amiga mía... también debo avisar que saldré de vacaciones de verano y normalmente salgo por una semana completa así que tampoco podre subir en ese tiempo - la fecha la avisare después. También tomare un curso de manejo ya que el 9 de agosto cumpliré 16 :) y de regalo me darán un auto.

Bueno, en fin. El punto es que he salido de vacaciones y podre escribir mas seguido. Sobre si haré maratón o no, eso no lo se aun pero espero poder hacerlo. Si algo sucede yo les avisare, ténganlo por seguro y si llegaron a pensar que abandonaba la novela pues, se equivocaron.

Las Amoooo<3
XOXO Andrea

Capitulo 18. Les Deseo Lo Mejor




-Hola Amanda – dijo mi madre con tono cansado.
-Hola – dije mirándola.
-¿En dónde está tu hermano? – pregunto.
-Afuera – dije sin mucha importancia.
-Ok – dijo – ya regreso.
-Ok – dije con una gran sonrisa.

Mi madre tenía la costumbre de que, al llegar nos tiene que saludar a ambos, aun y que uno estuviera en su propia habitación. Ella así es, desde que somos unos niños se ha acostumbrado a eso.

Mi madre regreso después de algunos minutos. Ella venia con una cara extraña.

-¿Quién era la chica? – pregunto mi madre extrañada – en mi vida la había visto.
-No se – dije sin darle importancia – no le des importancia, de seguro es solo una chica mas.
-Ya lo creo – dijo ella sentándose - ¿tienes hambre?
-No – dije – ya cene.
-Ok – dijo - yo saldré con Gustavo a cenar.
-¿Qué se celebra? – pregunte extrañada.
-Nada – dijo ella con una gran sonrisa – solo quisimos salir.
-Dime mamá, de verdad te sientes a gusto con el – pregunte.
-Claro que si – dijo ella mirándome – el tiene algo que lo diferencia de los demás.
-Siempre dices eso – dije – así que esta vez no te puedo creer.
-Pero ahora si estoy segura – dijo ella – hay algo que lo diferencia, no te sabría decir que es, pero lo hay.
-Solo espero que no te vuelvas a equivocar – dije mirándola.
-No te preocupes por eso – dijo ella riendo.
-Espero no tener que hacerlo – dije – bueno mamá, me voy.
-Ok – dijo ella – buenas noches hija.
-Chau mamá – dije – y que les vaya bien.
-Gracias – dijo ella con cierto tono de felicidad.

Subí a mi habitación y me cambie por mi pijama. En cuanto estuve cambiada Salí un momento a mi balcón. Deje las luces apagadas del balcón ya que no quería que nadie me viera. Me senté sobre una de mis sillas y cerré los ojos. La noche era increíble, el sonido totalmente perfecto, no había forma de explicar lo hermoso que era esto.

Mientras estaba ahí, sentada, disfrutando de la noche, un gran ruido me desconcertó. Me levante de inmediato y mire hacia abajo, de donde provenía el ruido. Voltee hacia todos lados hasta que vi a los tortolitos muy entretenidos destruyendo el jardín.

 Yo me quede en donde estaba, mirándolos. Mientras lo hacía pensaba en Nicole. No podía creer que hubiera tanta maldad en una persona. Tal vez pudiera llegar a ser que en verdad no es mala, al contrario, que ella fuera un pan de Dios. Si de verdad es mala, me pregunto: ¿Qué es lo que cruza por su cabeza? ¿En qué piensa ella? ¿Qué siente al hacer daño?

Narra Nicole.

-Ya – dije riendo.
-Está bien – dijo Alejandro riendo, al igual que yo.
-Tomemos asiento – dije.
-Claro – dijo sonriendo. Tomo mi mano y caminamos juntos hasta las sillas que había en su patio.
-No quiero que te ofendas por lo que te voy a preguntar – dijo él.
-¿Qué me quieres preguntar? – pregunte extrañada.
-¿Por qué no quieres a mi hermana? – pregunto, ¿tenía que preguntar sobre ella? – además, ¿Por qué ella no te quiere? Aunque sea se conocen o algo.
-No – dije, mi mal humor crecía – simplemente se me hace una persona muy cruel, jamás le he hecho nada y desde antes me odiaba.
-¿Qué ha hecho? – pregunto.
-Solamente humillarme frente a mis amigos – dije, este era el momento indicado – no sé qué le pasa pero, me odia sin antes conocerme.
-Hay Nicole – dijo el – hablare con ella.
-Si por favor – dije – en verdad me dolió cuando me dijo todo eso en frente de mis amigos. ¿Qué crees que sentí?
-Se que no sentiste nada bonito – dijo mirándome – hablare con ella y hare que te pida perdón.

Amanda me pagara la humillación. Lo que le dije en cierta parte fue cierta, yo no había hecho nada y ella ya he odiaba, ¿Qué le pasa? Simplemente ella está loca y no permitiré que ella me arruine, ni a mí ni a mí.

Si se llegaran a preguntar, yo si quiero a Alejandro. Lo quiero pero no de la misma forma. El fue como un regalo de Dios, justo lo que yo necesitaba. Últimamente mi popularidad estaba decayendo ya que ya no hacía nada interesante. Como dije, tener a Alejandro fue como un regalo. Ahora estaba en boca de todos ya que estaba saliendo con un chico extranjero, guapo, de familia reconocida y lo más importante, con dinero. ¿Qué más podía pedir? Lo negativo de todo esto es Amanda, su “linda” hermana. Ella puede hacer la diferencia en todo, desde lo que opine su familia hasta lo que pueda llegar a opinar Alejandro.


Al día siguiente…

Narra Amanda.

Desperté, estaba cansada. No había dormido tan bien como yo deseaba. La enamorada se fue de casa hasta muy noche, fue cuando yo pude estar tranquila. Yo no sé de qué s capaz ella, además tiene la protección de mi hermanito así que debería tener cuidado.

Me levante de mi cama y Salí de mi habitación. Baje a la cocina y me encontré con Gustavo y mi madre, muy juntitos, riendo.

-Buenos días – dijo Gustavo al verme.
-Buenos días – dije sin ánimo.
-¿Qué quieres de desayunar hija? – pregunto mi madre con alegría.
-No se – dije pensando.
-Te hare waffles – dijo ella.
-Como quieras – dije.

Ella se fue y me dejo sola con Gustavo. El silencio reino en ese tiempo. A diferencia de otros momentos, este silencio fue muy incomodo. Por más inquietante que fuera, no planeaba hablar mucho con él. Tal vez suena a niña mimada pero, no interesa, yo tengo mis razones.

-Toma – dijo mi madre regresando, después de un largo rato.
-Gracias – dije mientras ella dejaba mi desayuno frente a mi.
-Bueno chicas, me tengo que ir – dijo Gustavo.
-Recuerda que debe de estar todo listo para la noche – dijo mi madre, claro que dirigiéndose a Gustavo.
-Sí, no te preocupes – dijo el – chau.
-Chau – dijo mi madre. Ellos se dieron un largo y grotesco beso. Se separaron y me miraron.
-Chau Amanda – dijo Gustavo – que tengas un lindo día.
-Igual – dije.

Mi madre y Gustavo se fueron, supongo que mi madre iba a despedir a su esposo. Después de unos minutos ella regreso y solo se escucho el motor de un coche salir de casa.


-Dime Amanda, ¿tienes algo que hacer? – pregunto mi madre.
-No – dije.
-Perfecto – dijo ella – te invito a comer.
-Ok – dije extrañada - ¿Por qué?
-¿Qué acaso no puedo pasar tiempo con mi hija? – pregunto indignada.
-Supongo que sí – dije extrañada. Últimamente ella está actuando diferente. A pesar de su trabajo, siempre está muy alegre.
-Pues entonces ya sabes que haremos – dijo ella.
-Mamá, ¿acaso hay algo que me ocultes? – pregunte.
-No – dijo extrañada - ¿Por qué lo preguntas?
-Por nada – dije.

Seguí comiendo sin darle importancia alguna. Era extraño, normalmente ella está de buen humor pero no de tan buen humor.

Termine de comer y me levante de la mesa. Fui hasta mi habitación y tome una ducha. Después de un largo rato Salí y me cambie por esto http://www.polyvore.com/love/set?id=50351189&.locale=es. Me arregle el cabello y baje.

-Saldré un momento – dijo mi madre – regreso en una hora.
-Está bien – dije.

Ella salió de casa sin decirnos a donde se dirigía. Yo no le preste atención y me fui a mi habitación. Ahí estuve por un largo rato hasta que mi madre me llamo para salir a comer.

-Vámonos – dijo con llaves en mano.

Subimos a su camioneta y ella arranco.

-¿A dónde vamos? – pregunte curiosa.
-Es un restaurante nuevo – dijo – es de comida Italiana.
-Perfecto – dije. Algo que me volvía loca era la comida Italiana.

Mi madre condujo por un largo rato, el tráfico nos había tenido detenidas. Llegamos y mi madre estaciono la camioneta. Nos bajamos y entramos al restaurante.

-Buenas tardes – dijo una de las señoritas de la entrada.
-Buenos días – dijo mi madre – ayer hice una reservación a nombre de Tiffany Sanz.
-Déjeme checar – dijo mirando una lista – aquí esta. Ahora mismo le hablo a alguien para que las lleve a su mesa.
-Ok – dijo mi madre.

La chava llamo a alguien y al instante llego un joven, quien nos llevo hasta nuestra mesa.

-Ahora les traigo la carta – dijo el mesero.

El se fue. A los pocos minutos el regreso con una jarra llena de agua además de dos legajitos.

-Aquí tienen – dijo entregándonos las cartas y poniendo agua en unas copa.

El mesero nos pidió la orden y se fue. Por ahora solo estábamos las dos, en un completo silencio.

-Y dime, ¿estás emocionada? – pregunto ella.
-¿Por qué debo de estarlo? – pregunte.
-Pronto regresaras a la escuela – dijo ella.
-¿Cuándo? – pregunte extrañada, había olvidado ese detalle.
-Dentro de un mes – dijo mi madre.
-No lo recordaba – dije sin importancia.
-Así parece – dijo.

Después de eso ya nadie hablo. El silencio reinaba y esta vez el silencio me inquietaba. No me gustaba estar así, callada. Me había acostumbrado a hablar mucho con alguien, al menos con mi madre hablaba, poco pero hablaba.

Paso media hora y el mesero entrego nuestra comida.

-¿Por qué nada más me trajiste a mi? – pregunte, yo no era su única hija.
-Porque quiero pasar un tiempo a solas contigo y después pasare ese tiempo con tu hermano – dijo ella – aunque es difícil ya que siempre tiene planes.
-Si – dije – siempre tiene algo que hacer.
-Tú también te la pasas saliendo – dijo ella.
-No importa, somos chavos – dije.
-Hay hija – dijo ella riendo – sabes, me alegro que hayas aceptado venir conmigo.
-¿Crees que te diría que no? – pregunte.
-No – dijo ella – bueno, tal vez, nuestra relación no es la mejor que digamos.
-Te hubiera dicho que si de cualquier forma – dije.
-Aun y que me hubieras dicho que no, te hubiera obligado – dijo ella.
-Claro – dije con sarcasmo.
-Es enserio – dijo ella – pero no importa eso, el punto es que tu aceptaste venir y eso significa mucho para mí.
-Eres mi mamá y a pesar de todo, yo te quiero – dije con media sonrisa.
-Y me alegra escuchar eso – dijo ella – porque aunque tú no me lo creas, yo te quiero mucho hija. Tal vez mis errores no me permiten demostrarlo pero yo te quiero mucho, a ti y a tu hermano.
-Te creo – dije con una sonrisa – aunque no entiendo tus errores.
-Abra veces en la vida en que te equivocaras Amanda – dijo ella – el sentido de todo eso es que aprendas de ellos, no como yo, que repetí el mismo error una y otra vez hasta que me cree conflictos con ustedes.
-Lo dices como si ya hubieras aprendido de tus errores – dije. No creo que sea así, ella sigue cometiendo errores y los seguirá cometiendo.
-Después de mucho tiempo comprendí que yo no debería buscar a alguien joven y guapo – dijo ella – yo entendí que necesitaba algo más que una simple cara bonita, necesitaba alguien que de verdad me quisiera y me cuidara, también alguien que los aceptara, que entendiera que ustedes son mis hijos y no los pensaba dejar – dijo ella – eso es lo que Gustavo hace, quererme, cuidarme, respetarme, al igual que los quiere y cuida a ustedes y de respeto ni se hable que se nota su educación hacia ustedes.
-Yo no lo aceptaré como tu espeso hasta que yo sepa que es algo seguro – dije.
-No pierdas el tiempo hija – dijo ella – mientras tú te centres en el resentimiento hacia el te podrás perder de cosas increíbles y buenas.
-Tal vez – dije – pero prefiero eso a hacerme su amiga y luego ustedes terminen separados y todo lo que me esforcé en quererme se ha ido a la basura.
-Tú sabes hija – dijo ella – yo no me puedo involucrar en lo que tú quieras o creas, como te dije, de los errores se aprende y creo que es hora que tu aprendas de los tuyos.
-Sabes que – dije – yo les deseo le mejor, espero que no te estés equivocando y así como el te quiere, espero que tu lo quieras.


Estuvimos por un largo rato en ese restaurante. Fue una larga conversación, una larga y tranquila conversación. Se sentía distinto, ya nos hacía falta algo así a las dos, nos hacía falta aclarar todas nuestras indiferencias. A pesar de todo ella es mi madre, la quiero y como su hija a mi no me gusta ver que la lastimen, o incluso cuando ella misma se lastima por sus malas decisiones.

Tal vez Gustavo no sea de mi agrado, si, tal vez es porque yo no le he dado una oportunidad. A pesar de que no me caiga muy bien, yo le deseo lo mejor a él y a mi madre, deseo que tanto él como mi madre al fin encuentren la felicidad entre los dos.

lunes, 4 de junio de 2012

Capitulo 17. Un Día Especial Contigo



Deje a Cait en su casa y me pase a la mía. Fueron 20 minutos de trayecto de casa de Cait a mi casa. Al llegar estacione mi coche frente a la casa y lo apague. Me baje de este y entre a casa. Los chicos seguían en sus mismas posiciones, al parecer el juego aun no terminaba. Mire el reloj de la entrada. Este decía que apenas eran las 2 y media de la tarde, por lo que aun me quedaba mucho tiempo antes que llegara Bieber.

El partido termino y Owen y Sean se fueron a sus respectivas habitaciones, al parecer se alistarían ya que saldrían.

-Llamo tu novio – dijo Alejandro riendo.
-¿De quién hablas? – pregunte intentando disimular.
-Pues de quien mas – dijo – yo hablo de Justin.
-No es mi novio – dije mintiendo, algo en lo que puedo llegar a ser muy buena.
-Pues para mí ustedes son novios – dijo él.
-Por cierto – dije – ¿Quién es Nicole? – pregunte intentando sacarle información.
-¿Por qué lo preguntas? – pregunto con nerviosismo.
-Tranquilo hermano – dije riendo – fui con Cait a una heladería y me la tope. Me pregunto si era tu hermana pero, ¿de dónde ella te conoce?
-Es una amiga mía – dijo el nervioso.
-Tranquilo hermano – dije – no te pongas nervioso.
-No lo estoy – dijo.
-Como sea – dije – que pedante persona es ella.
-¿Por qué lo dices? – pregunto con interés.
-Pues en cuanto se entero que eras mi hermano me empezó a ver de arriba abajo, como si fuera que – dije – además ella no parece ser una buena persona.
-Para ti nadie es buena persona – dijo él. ¿Acaso la defiende?
-No es cierto – dije – además, cuando digo eso sobre alguien, normalmente no me equivoco.
-Pero ella no es mala – dijo él.
-Tranquilo hermanito – dije – actúas como si fueran algo más.   
-Pues no lo somos – dijo.
-Me alegro – dije – mereces algo mucho mejor.
-Que linda – dijo él con sarcasmo, al parecer se estaba enojando.
-Olvídalo – dije fastidiada.

Fui hacia la cocina y tome un vaso. Lo llene de agua y me lo tome lentamente. Me quede en la cocina un rato, no quería estar con Alejandro, no sabiendo que lo más seguro era que me hiciera caras porque hable mal de su noviecita. Mientras estaba en la cocina escuche el timbre. Alejandro no iría ya que había subido a su habitación y los hermanitos eran muy flojos como para bajar.  Yo sabía que no era Justin ya que apenas eran las 3 y media. Me levante de mi asiento y fui hacia la entrada a checar quien era. Abrí la puerta y me la encontré, sonriéndome con falsedad.

-¿Qué quieres? – pregunte sin mucho interés.
-Por que mas debería de venir – dijo ella – es obio que vengo por tu hermano así que permiso – dijo intentando moverme para pasar.
-No – dije estorbando para que no pasara – también es mi casa – dije recalcando la palabra mi – y si yo no te quiero dejar pasar no lo permitiré – dije – tu vienes a ver a Alejandro no a mi así que el que debe dejarte pasar el es, no yo.
-Pues llámalo – ordeno ella.
-No soy tu sirvienta – dije – si quieres, llámalo tú y no intentes gritar para que venga que de inmediato mando a que te saquen fuera de esta casa – dije – tienes un celular así que úsalo.
-Eres muy desagradable – dijo ella.
-Y tú eres toda una joya – dije con sarcasmo.

Ella tomo su celular de mala gana y marco lo que parecía ser el numero de mi hermano. Mientras que ella hablaba con mi hermano note que entraba una camioneta, la que parecía ser de Bieber. El se estaciono a un lado de mi auto y se bajo.

-¿Qué hace aquí? – pregunto ella extrañada. Era obio que ella era una fan, se le notaba en su rostro, al mirarlo.
-¿Interesa? – pregunte sin mucho humor.

Justin se fue acercando y se puso a un lado mío.

-Hola Amanda – dijo el sonriéndome.
-Hola Justin – dije igual.
-¿Qué hacen afuera? – pregunto él.
-Esperando por Alejandro – dije yo antes de que ella pudiera contestar.
-Afuera – dijo el extrañado.
-Después te explicare – dije.
-Ok – dijo riendo. El tomo mi mano y la entrelazo con la suya. Pude notar como Nicole observaba todo, parecía tener envidia.
-¿Ya lo llamaste? – pregunte con algo de enojo.
-Ya – dijo ella. A los pocos segundos la puerta se abrió detrás de mí y apareció mi hermano. Justin me soltó de inmediato y nos separamos un poquito.
-¿Qué hacen aquí afuera? – Pregunto Alejandro – porque no estaban adentro.
-Hay algunas cosas que no son permitidas dentro de la casa – dije – recuérdalo.
-¿Qué cosas? – pregunto mi hermano extrañado.
-Alguna que otra perra – dije – menos las pulgosas.
-Amanda – dijo Alejandro enojado.
-Yo solo digo la verdad – dije – que lastima que tú no lo veas.
-Mejor vámonos – dijo Nicole.
-Si – dijo Alejandro mirándome mal – mejor.

 Ellos se fueron y nos dejaron solos.

-¿Qué fue todo eso? – pregunto Justin extrañado.
-Ven, te contare adentro – dije.

Tome su mano y lo hice pasar. Fuimos hasta la sala y nos sentamos uno al lado del otro. El seguía con mi mano sujeta, cosa que no me molestaba para nada.

-¿Me dirás que fue todo eso? – pregunto.
-Ella es la novia de Alejandro – dije.
-¿Estas celosa de ella? – pregunto intentando adivinar.
-No – dije – pero, ella no me da una buena impresión.
-¿A qué te refieres? – pregunto extrañado.
-Es que ella parece de las típicas personas que solamente buscan a alguien por fama – dije – yo no permitiré que ella juegue con mi hermano.
-¿Por qué no dejas que Alejandro se haga cargo? – Pregunto – a fin de cuentas el debe de saber.
-No – dije – mi hermano es muy estúpido cuando se “enamora” de alguien. Puedes aprovecharte de él y no se dará cuenta, jamás. Ya paso una vez algo parecido y fue un desastre.
-¿Qué sucedió? – pregunto.
-Pues, se burlo de el – dije – y además fue un problema hacer que el la dejara, batallamos para hacerle ver cómo era en realidad esa persona. 
-Que mal – dijo el – por mí no tengas duda, yo te quiero mucho y nunca se me cruzaría por la mente hacerte daño.
-Yo confió en ti – dije sonriéndole
-Y yo en ti – dijo.

El se fue acercando a mí y en unos momentos ya nos estábamos besando. Se sentía extraño. Este no era mi primer beso, claro que no pero, el besaba diferente a como besaban mis ex novios. No era una diferencia mala, al contrario, cuando Justin me besaba me daba cuenta de lo mal besadores que eran mi ex.

Empezamos a escuchar ruidos de arriba así que nos separamos de inmediato. Al instante aparecieron Owen y Sean, todos arregladitos y listos para salir.

-Ya nos vamos – dijo Owen.
-Ok – dije sonriéndoles – que les vaya bien.
-Gracias – dijo Sean observándonos disimuladamente.
-Chau chicos – dijo Owen.
-Chau – dijimos Justin y yo al mismo tiempo.

Ellos salieron de casa y ahora si estábamos nosotros dos solos.

-Y ellos – dijo el extrañado - ¿de dónde salieron?
 -Se quedaran aquí un par de semanas ya que su madre está de viaje – dije – y como son hijos de Gustavo aquí se quedaran.
-Con razón – dijo él.
-Yo no lo sabía hasta ayer – dije.
-Sabes, ahora que me doy cuenta son las 4:15 – dijo el – será mejor que nos vayamos yendo.
-Claro – dije sonriéndole.

Salimos de casa y subimos a su auto. Note la ausencia del auto de mi hermano, lo que significaba que él había salido a pasear a su perra.   Salimos de casa y después de unos minutos llegamos a la avenida. Justin solo conducía por calles totalmente desconocidas para mí. Parecía tener un mapa en la cabeza o algo así.

-¿A dónde se supone que vamos? – pregunte.
-Ya verás – dijo él sonriente.
-¿Por qué no me quieres decir? – pregunte.
-Porque se supone que debe de ser una sorpresa – dijo él.
-No me gustan las sorpresas – dije.
-Ya me di cuenta – dijo riendo – pronto llegaremos.
-¿Cómo es que te sabes todas las calles? – pregunte observando.
-Tengo mi tiempo – dijo el riendo – aunque a veces me pierdo.
-Es normal – dije – es una ciudad grande.
-Lo sé – dijo.

Después de unos minutos el estaciono el auto. El apago el motor y bajamos del auto.

-¿Qué haces? – pregunto exaltado.
-Bajarme – dije extrañada.
-No – dijo él.
-¿Por qué? – pregunte riendo.
-Porque yo debo de abrirte la puerta – dijo el – yo, como todo caballero, debo abrirle la puerta a mi princesa, o sea tu.
-¡Qué lindo! – dije – pero si haces eso o no, es igual.
-Aun así – dijo él.
-Ya, está bien – dije – dejare que hagas lo que quieras.
-Así debe de ser – dijo el tomando mi mano – vamos.

Nos alejamos de la camioneta y caminamos hasta un parque.



-Es hermoso – dije mirándolo.
-¿Enserio te gusta? – pregunto él.
-Claro que si – dije mirándolo - ¿Cómo fue que encontraste este lugar? – pregunte extrañada.
-Pues – dijo recordando – meses atrás, mientras salía del estudio pase por este lugar y me gusto. Camine un poco por aquí pero eran puras parejas así que decidí irme. Pensaba traerte desde hace mucho pero supongo que me acobarde un poco.
-¿Por qué te acobardaste? – pregunte riendo.
-Piénsalo – dijo - ¿Por qué una chica tan hermosa como tú, que tiene montones de hombres detrás de ella, se fijaría en mi?
-Porque eres una buena persona – dije – y además, tu también tienes lo tuyo – dije riendo.
-¿Qué tengo? – pregunto.
-Pues, eres guapo – dije – debo admitirlo. Además tienes un gran corazón y eso te da millones de puntos extras.
-¿Cuántos puntos llevo hasta ahora? – pregunto sonriéndome.
-Pues… - dije pensando – casi nada.
-¿Cómo que casi nada? – pregunto fingiendo indignación.
-Como lo oyes – dije – tendrás unos 10 o 15 puntitos.
-¿Cómo que 10 o 15? – pregunto rodeando mi cintura con sus brazos.
-Si quieres pueden ser solo 5 – dije riendo.
-Debería de tener como miles de millones hasta ahora – dijo cargándome. El me llevaba en sus brazos, me ponía nerviosa.
-Justin – dije asustada – bajame.
-No – dijo él.
-¡Eres muy cruel – dije, no planeaba forcejear, de alguna forma u otra me caería y me podía accidentar.
-No te bajare hasta que no me des millones de puntos – dijo el seguro.
-No es así de fácil – dije mirándolo.
-¿Cómo se supone que me ganare esos puntos? – pregunto con algo de suspicacia.
-Tu sabrás – dije riendo.
-Ya verás – dijo el – para el final del día tendré millones.
-Ya veremos – dije riendo.

Narra Justin.

Hoy fue un gran día, para mí. Cada vez que paso tiempo con ella me doy cuenta que es una gran compañía, de amiga, novia o lo que sea. Siempre sabe cómo sacarme una sonrisa y sabe cómo hacerme reír.

Se empezaba a hacer tarde así que decidí que era hora de irnos. Como todo caballero yo la ayude a subir a mi auto. Conduje hasta su casa y me estacione justamente afuera. Baje del auto para ayudarla pero ella era muy terca y no me permitiría abrirle la puerta, como debe de ser.

-¿Siempre será así? – pregunte.
-Si – dijo ella riendo – acostúmbrese.
-Pero…
-Nada Justin – dijo – ya te dije, si lo haces o no es muy innecesario.
-Yo lo quiero hacer por ti – dije, ¿Qué no haría por ella?
-Hay Justin – dijo ella - ¿no quieres pasar?
-No gracias – dije, me daba algo de pendiente que estuviera su madre.
-Mi madre no llega hasta mas noche – dijo ella – además Gustavo también llega tarde.   
-Vale – dije pensándolo.
-Vamos – dijo tomando mi mano y caminando hacia la puerta.

Entramos a su casa y fuimos hasta la sala, ahí parece ser un lugar muy tranquilo, además está algo alejado de la entrada y la cocina.

-Ya vuelvo – dijo ella – revisare si ya llego mi hermano.
-Ok – dije.

Ella se fue por algunos minutos y regreso, con celular en mano. Le movió a algo y lo dejo sobre una de las mesas de la sala.

-Mi madre llamo – dijo ella – no habrá problema hasta dentro un par de horas.
-¿Segura? – pregunte.
-Si – dijo ella – además últimamente tiene demasiado trabajo y llega tarde.
-Supongo que es bueno por ella – dije.
-Yo creo – dijo sentándose a un lado mío, yo pase mi hombro y la toma por la cintura, solo para pegarla más a mí – además, ¿Por qué te da tanto miedo que te vea mi madre?
-No es miedo – dije, ella me miro sin creerme – bueno, no de ese miedo. Es solo que si la voy a conocer quiero dar una excelente impresión, no quisiera que ella piense algo equivocado de mí.
-No deberías preocuparte por eso – dijo ella – además, ella no se da cuenta de nada, hasta después de mucho tiempo.
-Y dime, si se entera Tiffany, supongo que mi madre también debería saberlo – dije – o eso es lo que creo.
-Si – dijo ella pensando – es lo correcto.

Seguimos hablando por un rato mas hasta que se hiso mas tardecito. Para cuando me había ido Alejandro apenas llegaba. Justamente el venia con su novia. Me quise quedar con Amanda ya que no quería que se metiera en más problemas pero, ya era muy tarde.

Narra Amanda. 


Justin se fue y quede sola. Sabía que mi hermano estaba afuera así que no había mucho problema. Fui a la cocina y encendí la televisión. Mi celular empezó a sonar, desde donde estaba lo alcanzaba a escuchar. Fui corriendo por el hasta la sala y conteste.

Al teléfono.
-Bueno – dije.
-Amanda – dijo mi madre.
-¿Qué pasa? – pregunte extrañada, ella me había marcado hace un rato.
-Te quería avisar que hubo un pequeño cambio – dijo – ya voy para allá.
-Ok – dije.
-La verdad si llegas tarde o no es igual – dije – tu puedes llegar a la hora que tú quieras, a fin de cuentas es tu casa.
-Lo sé – dijo ella riendo – solo lo decía por si acaso.
-Hay mamá – dije – te espero.
-Chau hija – dijo ella.
-Chau.

Me despedí de mi madre y colgué mi teléfono. La puerta de enfrente de la casa se abrió y solo escuchaba las voces de mi hermano y su perra.

-¿Amanda? – escuche a Alejandro gritar mi nombre.
-En la cocina – dije. Obviamente solo actuaria que no sabía que ella estaba ahí.
-Ok – dijo.

Escuche pasos acercarse. A los pocos segundos aparecen mi hermano y su “preciosa” novia.

-¿Ya te llamo mamá? – pregunto Alejandro.
-¿Para qué lo quieres saber? – pregunte.
-Simple curiosidad – dijo el – estaremos afuera.
-Me da igual – dije sin darles importancia.
-Chau linda – dijo Nicole sonriéndome falsamente.
-Chau perrita – dije sonriéndole de igual forma.

Ella me hiso una cara extraña y se fueron.

Sabía que era lo que quería Alejandro. El sabía que mi madre no le gustaría para nada Nicole, él lo sabe por eso el intenta evitar que mi madre la conozca.

¿Cuál es la razón por la que mi madre no la querría?  Denme una razón por la que ustedes si la quieren. Al verla lo primero que te puede inspirar es enojo, es de esas personas que simplemente te cagan el día con solo verlas. Simplemente se le nota a la muchachita esa lo que busca.

Las personas como Nicole son todas iguales, solo les interesan algo, fama.Ella es de las típicas chicas populares que solamente quieren más y más popularidad. Ella me trata así porque sabe que yo no permitiré sus abusos, al igual debe de saber que mi madre tampoco los permitirá. Gustavo no puede opinar en eso ya que, ni siquiera somos sus hijos.

Escuche el sonido de un automóvil afuera de la casa. Seguramente era mi madre. Pasaron unos cuantos minutos y entro mi madre, con todos sus materiales para el diseño. Parecía exhausta y cansada. Sabía que este era un mal momento para que ella se diera cuenta sobre la perra que había adoptado mi hermanito. Aun así, esto sería algo muy interesante de ver.