Capitulo dedicado a Valentina :) |
No había mucho que hacer, solo estaba mi hermano, quien
estaba haciendo sus destrozos en su habitación. No quería estar mucho tiempo aquí,
era muy aburrido. Decidí llamar a Alejandro, así podríamos salir a algún lugar,
y si él no quería, iría yo sola. Subí y me dirigí a su habitación. Toque su
puerta y al instante el me abrió.
-¿Qué sucede? – pregunto.
-Quiero salir – dije.
-Pues adelante – dijo el riendo.
-Acompáñame – dije.
-No lo creo – dijo riendo – ya sé que tus salidas
implican compras y eso no me gusta.
-Aburrido – dije – ya no quiero.
-Vamos hermanita – dijo el abrazándome – sé que me amas.
-No lo creo – dije abrazándolo.
-Si claro – dijo él.
-Bueno me voy – dije soltándome – saldré al parque o algún
lugar – avise.
-Chau – dijo él.
-Chau.
Baje las escaleras y fui directo por mi celular. Este empezó
a sonar. Lo tome y conteste.
Al teléfono.
-Bueno – dije.
-Amanda – escuche la
voz de mi amiga al otro lado de la línea.
-Caitlin – dije - ¿Cómo
te fue?
-Pues – dijo ella
note su emoción, sabía que le había ido bien – es hermoso – dijo ella emocionada.
-Cuéntame – dije. Estaba
feliz por ella.
-Pues, me llevo a
ver una película pero creo que ninguno de los dos la vio – dijo ella riendo – después
nos aburrimos así que fuimos a dar un paseo en la playa, fue hermoso – dijo ella
– al final fuimos a comer helado y me trajo a casa.
-Mira nada mas –
dije yo – no está mal para ser la primera cita.
-Eso es cierto –
dijo ella.
-¿Qué te dijo
cuando se despidió? – pregunte curiosa.
-Me dijo que se la había
pasado muy bien – dijo ella – y dijo que me llamaría después para que volviéramos
a salir.
-Me alegro mucho
por ti Cait – dije yo – lo conozco muy bien y te puedo asegurar que es una
persona muy buena.
-Por lo que vi, lo
es – dijo ella – bueno, cambiando de tema, pensaba en hacer una pijamada la próxima
semana, ¿vienes? – pregunto ella.
-No estaré – dije sonriendo,
cualquier persona que me viera diría que estoy loca.
-¿Por qué? –
pregunto ella.
-Pues, acompañare a
Justin en su gira – dije con algo de vergüenza.
-Oh por Dios Amanda
– dijo ella casi en gritos – tu le gustas, estoy segura de eso.
-No lo creo – dije.
-Pues yo si – dijo ella
riendo.
-Cait, mejor ven a
mi casa, así hablaremos mejor – dije riendo.
-Cierto – dijo ella
– chau.
-Chau.
Colgué el teléfono y fui a la cocina. Solo faltaba
esperar por Cait. Tal vez tardaría un poco en llegar pero sabía que llegaría.
Pasaron 15 minutos y Cait llego.
-No lo puedo creer – dijo ella abrazándome.
-¿Qué cosa? – pregunte extrañada.
-Pues que te vayas a ir – dijo ella.
-Yo tampoco – dije riendo.
-Se que le gustas – dijo ella – eso es súper seguro.
-No lo creo – dije – probablemente me ve como a su mejor
amiga o algo así.
-Pero te invito a su gira – dijo ella – eso debe de decir
mucho.
-Pues no lo sé – dije sonriendo.
-No sabes lo feliz que me siento por ti – dijo ella – tu
babeas por él y el también por ti.
-¿Cómo puedes estar tan segura que el babea por mi? –
pregunte.
-Pues te invito – dijo – además, siempre están juntos.
-¿Tú crees? – pregunte.
-Claro que si – dijo ella.
-Bueno, como sea – dije yo riendo.
-No te escaparas de esta tan fácil – dijo ella.
-Lo sé – dije riendo.
Seguimos hablando por un largo rato. Se hiso un poco
tarde y ella se fue. Alejandro no bajo ni un solo minuto, ni siquiera a saludar,
algo raro en el ya que es el triple de curioso que yo y normalmente siempre
baja para ver quién es.
-¿Quién era? – pregunto el bajando las escaleras.
-Caitlin – dije – una amiga mía.
-Ah ok – dijo él.
-Qué raro estas últimamente – dije riendo.
-Lo sé – dijo el riendo – pero, que mas puedo hacer yo.
-Tonto – dije finalmente sonriéndole.
-Estaré afuera, por si me necesitas – dijo él.
-Ok.
El salió al patio y ahí se quedo por un largo rato. Aunque
estuviera obscuro, se podía ver todo perfectamente bien desde adentro debido a
las luce de afuera. No me interesaba mucho ver lo que el hiciera así que fui a
la cocina.
-Amanda – dijo Gretta – que bueno que vienes.
-¿Qué sucede? – pregunte.
-Pues quería saber qué es lo que van a querer para cenar –
dijo ella.
-A mi hazme lo que quieras – dije – ya sabes que con lo
que sea soy feliz.
-Ok – dijo ella riendo – hare lasaña.
-Perfecto – dije.
-Ok – dijo – les aviso cuando ya esté listo.
-Muy bien – dije.
Fui a mi habitación y tome mi laptop. Ya hacía mucho
tiempo no la utilizaba. Entre a Twitter y Facebook. Me puse a charlar con
algunas amigas de _____(tu país). Extrañaba estar ahí, y mucho. Extrañaba mucho
a mi familia, a mis amigos, vecinos, etc.
Este es el momento en el que quisiera regresar, claro, regresaría
con algo de compañía pero eso no importa, yo quiero estar con la gente que amo.
Yo sabía que si le llegaba a pedir a mi madre un pasaje para ir a _____(tu país)
ella me diría que no. Ella y yo sabíamos que si yo llegaba a ir, no regresaría.
-A cenar – grito Gretta.
Baje las escaleras y fui a la cocina. Ahí estaba Alejandro,
sentado. Gretta llego y me entrego mi plato, al igual que a Alejandro.
Cenamos en silencio. De vez en cuando intercambiábamos algunas
palabras pero, no muchas. Era algo extraño ya que normalmente siempre estamos
hablando.
Termine de cenar y recogí todo. Regrese a mi habitación y
me cambie por algo para dormir. Encendí la televisión y empecé a cambiar
canales. Al final termine viendo un programa de chismes. Era entretenido verlo,
nada mas criticando mientras ellos mismos no son la octava maravilla.
Se hiso algo tarde y decidí dormir. Mañana seria un día ajetreado,
justamente tendría que empacar para irme a la gira con Justin además tenía una
cita en el consulado para arreglar algunos papeles.
Al día siguiente…
-Amanda, despierta – dijo esa persona.
-Ya voy – dije con enojo.
-Vamos – dijo esta persona moviéndome de un lado a otro.
Abrí mis ojos y me encontré con Alejandro. Una de las
cosas que más odiaba era que me levantaran muy temprano, eso me ponía de muy
mal humor.
-¿Qué pasa? – pregunte con enojo,
-Tenemos que ir al consulado – dijo el – levántate y cámbiate
rápido.
-¿Qué hora es? – pregunte.
-Son las 8 de la mañana pero nuestra cita es a las 9 y
media y debemos estar ahí temprano.
-Perfecto – dije con sarcasmo.
-Ya dale – dijo él.
Se levanto de la cama y salió de la habitación. Me estire
un poco y después me levante. Fui al baño y tome una ducha. Me cambie por esto http://www.polyvore.com/black/set?id=47151777&.locale=es
y me peine un poco. Normalmente no me maquillo por lo que termino rápido.
Baje y ahí estaba Alejandro y mi madre, ambos arreglados
y listos.
-Coman y nos vamos – dijo mi madre.
-Yo esperare a regresar – dije mientras bostezaba.
-Sí, yo igual – dijo Alejandro.
-Entonces vámonos – dijo mi madre – debe de haber mucho tráfico
y es necesario llegar temprano.
-Ok – dijimos Alejandro y yo al mismo tiempo.
Salimos de casa y subimos a una de las camionetas. Hoy tendríamos
que ir al consulado para arreglar nuestra ciudadanía. Teníamos un permiso para
vivir en California, pero solo era por un año así que mi madre decidió hacernos
ciudadanos para evitar problemas legales.
Después de un tiempo llegamos al consulado. El lugar era
enorme, a simple vista tenía unos 20 pisos. Era algo aterrador estar aquí, el
simple hecho me ponía muy nerviosa. Mi madre me decía que me calmara o saldríamos
perdiendo.
Estuvimos un rato en la fila, después nos mandaron
llamar. Primero le hicieron algunas preguntas a mi madre y después nos mandaron
a Alejandro y a mí a cuartos diferentes para interrogación, parecían ser
desconfiados.
-Buenos días – dijo el joven que se supone, me interrogaría.
-Hola – dije sonriéndole, parecía ser buena gente.
-Siéntate – dijo el amablemente, claro, el era solo un
hombre de 25 años, no tienen tanta experiencia como para tratarme como a una
prisionera, como suele ser.
Tome asiento como él me pidió y yo me quede callada,
esperando a que me preguntara algo. Era algo incomodo para mi estar aquí,
esperando.
-¿Cuántos años tienes? – pregunto él, mirándome.
-16 años – dije con algo de nervios, el lo noto y
solamente rio.
-Tranquila – dijo el – no te matare – yo solo reí ante su
comentario. Podría decirme eso mil veces pero, nada me quitaría los nervios –
dime, ¿Cuál es tu nombre completo?
-Me llamo Amanda Carolina Garza Sanz – dije.
-Ok – dijo el anotándolo – ahora dime, ¿de dónde eres?
-De _____(tu país) – dije un poco más tranquila, esto era
fácil.
-Y dime, si eres de _____(tu país), ¿Por qué se mudaron a
California? – pregunto con algo de interés.
-Pues, mi madre se caso y su esposo vive aquí – dije – y a
mi madre se le facilitaba mas venirse a vivir aquí.
-¿Por qué se le facilitaba mas venirse aquí? – pregunto él.
-Porque su esposo no puede salir del país – dije – el es
productor aquí y no puede simplemente irse a vivir con nosotras, en cambio mi
madre si puede.
-¿Cómo se llama el esposo de tu madre? – pregunto él.
-Gustavo – dije, el me miraba esperando el apellido – Benedetti,
Gustavo Benedetti.
-Ok – dijo el – ahora dime, ¿trabaja tu madre?
-Si – dije – ella es diseñadora de modas.
-¿Cómo se llama tu madre? – pregunto él.
-Tiffany Sanz – dije.
-Creo saber quién es ella – dijo el riendo – a mi esposa
le encanta ir a su tienda – yo no sabía ni que decir, estaba nerviosa y suelo bloquearme
cuando lo estoy – bueno, ya solo faltan dos preguntas.
-Ok – dije sonriendo, ya no aguantaba más.
-Dime – empezó el - ¿en donde estudias?
-Aun no entro a la escuela – dije con algo de vergüenza.
-¿Por qué? – pregunto él.
-Pues acabamos de llegar hace un mes, más o menos y
Gustavo pensó que sería mejor esperar a que empezara un nuevo curso – dije –
solo para no tener problemas.
-Ok – dijo el - bueno, ultima pregunta, ¿tienes hermanos
o hermanas?
-Si – dije – un hermano. Se llama Alejandro.
-Ok – dijo el anotando eso ultimo – pues esto fue todo,
puedes irte.
-Gracias – dije algo más tranquila.
-De nada – dijo.
Salí de su oficina lo más rápido que pude. Camine por un
estrecho pasillo hasta llegar a un tipo de recepción. Ahí estaban mi madre y Alejandro,
seguramente esperándome.
-¿Qué tanto me tarde? – pregunte.
-No mucho – dijo mi madre – nosotros también acabamos de
llegar.
-Ok – dije.
-Ahora solo falta hablar con alguien más – dijo mi madre.
-¿Mas preguntas? – pregunto Alejandro.
-No – dijo mi madre – solo juntaran nuestra información y
después nos dirán si nos dan la ciudadanía o no.
-Ok – dijo este más tranquilo.
Esperamos unos 10 minutos hasta que nos llamaran. Nos hicieron
unas pocas preguntas más y después el señor se puso a ver algunas cosas en su
computadora.
-Pues, no parece haber nada malo en su expediente – dijo el
señor – ustedes desde este momento ya son ciudadanas pero hasta dentro de una
semana les llegaran sus papeles – dijo él.
-Ok – dijo mi madre – muchas gracias.
-De nada – dijo el señor - que tengan un buen día.
-Igualmente – dijimos los tres al mismo tiempo.
Fuimos al estacionamiento y subimos a la camioneta. Mi madre
condujo hasta la casa. En cuanto llegamos Salí disparada con dirección a mi habitación.
Aun tenía que empacar y ya eran las 2 de la tarde.
Estuve un par de horas empacando. A decir verdad no
llevaba muchas cosas, solo las necesarias. No quería exagerar ya que la gira no
era mía.
-A cenar – grito mi madre.
Baje lo más rápido que pude y tome mi lugar en la mesa. Gretta
llego y nos dejo nuestra cena. En cuanto lo hiso se regreso a la cocina. Yo cene
en paz, no hablaba, no nada, solo comía. Todo parecía estar tranquilo, incluso
Gustavo lo estaba, quien normalmente esta hecho un desastre a estas horas,
debido a su trabajo.
-Tiffany me comento sobre un cachorrito – dijo Gustavo mirándome.
-Ah sí – dije recordando – eso.
-Solo quiero decirte que por mí no hay ningún problema –
dijo el – pero tendrás que cuidarlo muy bien.
-Lo sé – dije.
Después de eso ya nadie hablo. Terminamos de comer y yo
ayude a recoger un poco. Regrese a mi habitación y me tumbe sobre la cama, me sentía
exhausta, después de todo, había sido un día algo ajetreado para mí.
Me a encantadoo!! Ya quiero irme de gira con Justin, es lo que mas deseo!!
ResponderEliminarGracias por dedicarme el capitulo, siempre que me lo dedican digo que me emociono y es cierto, soy demasiado sensible! Gracias de verdad!
Espero que subas pronto!
Besos
Tequiero!