Desperté a eso de las 10 de la mañana. Era una linda mañana, podía ver el sol desde mi ventaba e incluso escuchaba los pajaritos cantando fuera de mi habitación. Parecía ser un buen día.
-Amanda, a desayunar – grito Alejandro.
Me levante de la cama y tome mis pantuflas. Salí de mi habitación y baje a la cocina. Ahí estaban Gretta y Alejandro, charlando.
-Buenos días – dije.
-Buenos días – dijo Gretta sonriente – toma asiento, ahora les sirvo.
Fui hasta la mesa y tome mi lugar. Después de unos minutos llego Gretta con nuestro desayuno. Terminamos de comer y le ayude a Gretta a recoger.
-Por cierto, hoy iré a dejar unos papeles al estudio – dijo Alejandro – ¿necesitas algo?
-No, nada – dije riendo.
-Ok.
El salió de casa y yo quede sola. Tenía ganas de tomar algo de sol así que fui hasta mi habitación y me puse un traje de baño. Tome una toalla, mi bronceador y baje al patio.
Estuve tumbada en una silla por un largo rato hasta que me aburrí y regrese a la casa.
Hace algunos días regresaron Gustavo y mi madre. De lo único que se la pasaron hablando fue de lo hermoso que era por allá y que les gustaría hacer un viaje familiar. Decían que las playas eran tranquilas y muy limpias, y también que el servicio era excelente, claro, cosas que ni me interesan.
-Voy a ir un momento al estudio para ver qué ha pasado – dijo Gustavo - ¿no quieres ir Amanda? – pregunto.
-Iré mas al rato – dije.
-Ok, ahí te espero – dijo y salió de casa.
Termine mi desayuno y deje el plato en el fregadero.
-Ya me voy mamá – dije mientras tomaba mi celular.
-Ok, cuídate – dijo ella.
Salí de casa y llame a Jack. El subió al coche al igual que yo.
-¿A dónde te llevo Amanda? – pregunto.
-Pues, al estudio – dije.
-Ok.
-No te preocupes que dentro de algunos días tendré mi propio carro – dije riendo.
-Me quitaras trabajo – dijo el riendo, como yo.
El condujo hasta el estudio y yo baje. Me quede en la recepción un rato ya que no tenía mucho que hacer. Estuve hablando con algunas personas hasta que me aburrí y decidí subir.
Yo ya no necesito pases ni nada para poder estar en el edificio. Mucha gente me conoce así que ya no es necesario, ahora puedo entrar y salir a mi gusto sin que nadie me diga nada.
Subí por el ascensor hasta el piso en donde estuviera la oficina de Gustavo, solo para avisarle que ya había llegado. Entre y el estaba arreglando algunos papeles.
-Hola Amanda – dijo el al notar mi presencia.
-Solo venia para avisarte que había llegado – dije.
-Ok – dijo sonriente – por cierto, creo que esto es de Tiffany.
Se levanto y me entrego un tipo de folder. Lo abrí y me encontré con una libreta, colores, lápices, etc. Esto si era de mi madre. Seguramente en este momento lo estaría buscando como loca, ya que ella estaba por empezar una nueva colección.
-Se los llevare en cuanto llegue a casa – dije.
-Perfecto – dijo él.
-Me retiro – dije – chau.
-Chau.
Salí de su oficina y tome el ascensor. Justamente suena mi celular. Como pude lo saque y sin fijarme quien era conteste.
Al teléfono.
-Bueno – dije.
-Hola Amanda – dijo el chico animado.
-Hola Justin – dije riendo.
-¿En donde estas? – pregunto.
-En el estudio – dije – de visita.
-Justamente te llamaba para que vinieras – dijo – pero, al parecer ya estás aquí.
-Pues así parece – dije riendo.
-Vente, ya sabes en donde trabajo – dijo.
-Ahora mismo voy – dije.
-Ok, te espero.
-Chau – dije.
Colgué el teléfono y lo guarde. Presione el botón del piso en donde seguramente estaría Justin.
En cuanto este se abrió yo Salí y fui directo al mini estudio.
-Hola – dijo él con una gran sonrisa.
-Hola – dije yo.
-Ven pasa – dijo.
Entramos y salude a los demás. Después fui y tome asiento en uno de los sofás. Justin fue conmigo y tomo asiento justo a un lado mío.
-¿Qué no se supone que ya habías acabado de grabar? – pregunte confundida.
-Sí, ya he acabado pero vine por una copia del disco – dijo.
-Así que, sacaras un nuevo disco – dije riendo.
-Pues si – dijo el sonriente.
-No pareces emocionado – dije con sarcasmo.
-¿Por qué sea? – Pregunto siguiéndome la broma – bueno, como sea. ¿Qué es eso? – pregunto señalando la carpeta de mi madre.
-De mi mamá – dije – este es su trabajo.
-Ah, ok – dijo él – te parece si salimos de aquí – dijo.
-Me parece bien.
Nos levantamos y salimos del pequeño estudio. Bajamos hasta recepción y el fue a dejar su pase.
-¿Te parece si salimos? – pregunto.
-¿A dónde? – pregunte riendo.
-No lo sé – dijo pensativo – vamos por un helado.
-Está bien – dije sonriendo – solo, avisare.
-Ok, yo te espero – dijo.
Tome mi teléfono y marque el número de mi madre. Después de estar sonando por un rato ella contesto.
Al teléfono.
-Amanda, ¿has visto mi carpeta? – pregunto mi madre, algo desesperada.
-Yo la tengo mamá – dije.
-¿Por qué la tienes tu? – pregunto enojada.
-Gustavo me la dio – dije – si buscas culpables, el fue, no yo.
-Está bien – dijo ella más tranquila - ¿para qué llamabas?
-Te quería avisar que saldré – dije.
-¿Desde cuándo ya no preguntas? – pregunto ella riendo.
-Desde que se que me dejaras – dije.
-Bueno está bien, pero llega temprano, recuerda que mañana tendrás tu examen.
-Sí, está bien – dije – chau mamá.
-Chau Amanda – dijo ella – cuídate.
Colgué el teléfono y regrese con Justin. El me miraba divertido.
-Te ves chistosa con la carpeta – dijo riendo.
-Oye – dije – no te burles.
-Solo digo – dijo riendo.
-Chistoso – dije con sarcasmo.
-Ya vámonos – dijo riendo.
Él le hablo a Kenny y este condujo hasta una heladería cercana. Llegamos y entramos a esta. Pedimos y fuimos a sentarnos.
-¿Mañana iras a sacar tu permiso? – pregunto Justin.
-Si – dije ansiosa – ya no aguanto más.
-Buena suerte – dijo riendo.
-Gracias – dije sonriéndole.
Seguimos hablando por un tiempo más hasta que se nos hiso
tarde. El llamo a Kenny y él me dejo en casa.
-¿Qué horas son estas de llegar Amanda? – pregunto mi
madre.
-Calma – dije riendo – apenas son las 7 de la tarde.
-No importa – dijo ella.
-Bueno como sea – dije – toma tu carpeta.
-Gracias – dijo ella.
Ella la tomo y se fue, al igual que yo. Subí a mi
habitación y me cambie por mi pijama. Me senté sobre mi cama y empecé a revisar
mi Twitter. Al parecer Justin me estaba empezando a seguir y claro, muchas
chicas empezaron a seguirme también.
Estuve un rato ahí hasta que mi madre me llamo para
cenar. Baje, cene y después regrese a mi habitación. Hoy dormiría algo temprano
ya que debería estar desde tempranito en el lugar donde sacaría mi permiso.
Al día siguiente…
Me desperté y fui directo a tomar una ducha. En cuanto
termine me cambie por esto http://www.polyvore.com/cgi/set?id=46000835&.locale=es.
Me cepille un poco el cabello y Salí de mi habitación. Fui a la cocina y me
prepare algo ligero para desayunar. Hoy día tendría mi examen de manejo y estoy
muy nerviosa, por lo que no me da mucha hambre.
-Buenos días – dijo Alejandro. El tomaría el examen
después de mí.
-Buenos días – dije – Gustavo dijo que para las 8 ya
debíamos estar ahí.
-Sí, lo sé – dijo el – pero claro, falta que el llegue.
El tomo un yogurt del refrigerador y se lo fue tomando
con mucha tranquilidad. Alejandro tiene 18 por lo que él ya ha tenido un
permiso de conducir, o sea que el ya había presentado examen y toda la cosa. Su
permiso no es válido aquí así que tendría que presentar un nuevo examen.
-Ya están listos – pregunto Gustavo mientras entraba.
-Yo si – dijo Alejandro.
-Igual yo.
-Pues vayámonos – dijo él.
Salimos de casa y subimos a su camioneta. Estuvimos por
unos minutos en el tráfico. Llegamos y Gustavo estaciono. El lugar ya había
abierto mas no había nadie aun. Tomamos asiento mientras Gustavo iba a arreglar
algunos papeles. Una señora se acerco a nosotros con un tipo de carpeta,
supongo que ella seria la persona encargada en hacernos la prueba.
-Amanda Garza – dijo dirigiéndose a mi - ¿eres tú?
-Si – dije con algo de nervios.
-¿Estas lista? – pregunto.
-Si – dije mientras me paraba.
-Bueno pues, vámonos.
Salimos del lugar a un tipo de cochera. Ella me indico
que subiera a uno de los carros. Me entrego las llaves y yo encendí el auto. Yo
ya había manejado antes, con mi hermano, por lo que sabía lo que hacía.
-Tendrás que salir del establecimiento y dirigirte a la
avenida – dijo la señora – manejaras por un rato en la avenida y después nos
pasaremos a diferentes partes de la ciudad, como manejes será como te califique
– dijo ella.
-Ok – dije con nervios.
-Tranquila – dijo ella sonriéndome – mucha gente reprueba
este tipo de exámenes por que los demás les dicen que ellos reprueban y que es
difícil, pero si tú tienes confianza en ti misma, nada pasara.
-Gracias – dije.
Puse en reversa el coche y lo saque del establecimiento,
justo como dijo la señora. Ella me dio las indicaciones de cómo llegar a la
avenida ya que, claramente, yo no sabía cómo hacerlo. Ella me daba las
indicaciones y yo debía de seguirlas. Aunque pareciera sencillo, tenía su lado
complicado.
Después de algún tiempo estando en la calle, regresamos
al lugar ese. Estacione el coche y bajamos de este.
-Lo has hecho muy bien – dijo la señora – solo te falla
conocer las rutas de California.
-Si bueno – dije riendo – eso me tomara algo de tiempo.
-Lo sé – dijo ella – ven vayamos dentro.
Entramos y note la ausencia de Alejandro, quien
seguramente estaba tomando su prueba. Tome asiento y saque mi celular. Empecé a
jugar solo para matar tiempo. Era muy aburrido estar aquí. Pasaron algunos
minutos y por fin salió.
-Señor, podría venir – dijo una de las instructoras
dirigiéndose a Gustavo.
Gustavo se levanto y entro a una de las oficinas. Supongo
que ahí le dirían si pasamos o no, cosa que me pone algo nerviosa.
-¿Cómo te fue? – pregunto Alejandro sentándose a un lado
mío.
-Supongo que bien – dije sonriendo – y a ti – le
pregunte.
-Pues, como debe de ser – dijo el riendo – me fue bien.
-Me alegro por ti – dije.
Esperamos por un rato hasta que Gustavo salió con unos
papeles en mano.
-Vámonos muchachos – dijo él – tenemos que tramitar sus
permisos.
¿Esto es una broma? Esta es una de las pocas noticias que
recibo últimamente. Ese permiso implica mi libertad. Después de que me den mi
coche ya no dependeré mas de mi madre ni de Jack y mucho menos de Gustavo. Por
fin podría salir sin tener que depender de alguien más.
…
-Siéntate aquí – dijo una de las encargadas.
Me senté donde ella me indico y espere a que ella tomara
la foto. Fue cuando escuche el click de la cámara cuando me levante.
-Si quieres puedes esperar aquí – dijo ella – dentro de
unos 10 minutos saldrá tu credencial.
-Ok – dije sonriente. Creo que mi felicidad era notoria.
Me quede sentada esperando. Ella iba de un lado a otro,
todo el tiempo. Mientras esperaba me llego un mensaje. Era de Justin<3: “Amanda, ¿Cómo te fue? Tengo que decirte
algunas cosas, por cierto.” ¿Qué es lo que me tendría que decir? Porque simplemente
no lo dice por el teléfono. Ahora estoy intrigada.
-Señorita – dijo la muchacha.
-Mande – dije guardando mi celular.
-Aquí tienes – dijo entregándome una tarjetita – cuídala muy
bien.
-Con mi vida – dije viéndola emocionada – muchas gracias.
-De nada.
Me levante de la silla y Salí de la oficina lo más rápido
que pude. Mi felicidad era muy notoria, o bueno, eso es lo que yo creía. Me sentía
como una criminal siendo liberada después de muchos años en prisión.
-¿Ya está? – pregunto Gustavo algo impresionado.
-Si – dije emocionada.
-Bueno, ahora esperemos a Alejandro – dijo él.
Alejandro salió de la oficina con la tarjeta en mano. El parecía
estar tranquilo. ¿Cómo puede estar así de tranquilo mientras tiene su libertad
en las manos?
-¿Listo? – le pregunto Gustavo a Alejandro.
-Si – dijo el normal.
-Pues vámonos – dijo él.
Llegamos a casa y mi madre nos esperaba con ansia. Ella nos
veía como si fuéramos niños pequeños a punto de abrir sus regalos de navidad. Eso me estresaba un poco pero, qué más podía esperar de
ella.
-¿Cómo les fue? – pregunto ella con una gran sonrisa. De
seguro Gustavo le había contado las buenas noticias.
-Pasamos mama – dijo Alejandro, de lo más normal.
-¿Es enserio? – Que acaso no nos cree capaces – me alegro
demasiado por ustedes – dijo ella mientras se abalanzaba sobre nosotros para
abrazarnos – pues supongo que mañana me toca llevarlos a comprar un auto – dijo
ella. Esa idea me agradaba.
-Ese era el trato – dijo Alejandro.
…
La tarde se paso algo lenta. Lo único que hice fue comer
y regresar a mi habitación y quedarme ahí sin hacer nada, más que mirar mi
permiso. Aun no podía creer que la tuviera en mis manos.
Ahora son las 10 de la noche. Intento dormir pero no
puedo. Pensaba en lo que me había dicho mi madre sobre el carro. Aun no me
decidía por uno, pero, que importa, eso podrá esperar para mañana.
Al día siguiente desperté y tome mi ducha diaria. Me
cambie por esto http://www.polyvore.com/lolaxo/set?id=45981386&.locale=es.
Me arreglé un poco mi cabello y en cuanto estuve lista, baje a tomar mi
desayuno. Mi madre estaba ahí, como siempre. Ella ya estaba arreglada y lista para
irnos.
-Desayuna y nos vamos – dijo ella.
-¿Y Alejandro? – pregunte extrañada.
-El ya está listo – dijo ella.
-Ok.
Tome asiento y Gretta trajo mi desayuno. Desayune en
silencio. Mi madre me miraba de vez en cuando, de seguro estaba algo sensible,
solo de pensar que sus niños ya han crecido. Yo me incomodaba un poco ante su
mirada, simplemente no me gustaba que me mirara de esa forma, con tristeza.
-Ya termine – dije al terminar.
-Ok – dijo ella – déjalo en el fregadero.
Hice lo que ella me ordeno y en cuanto lo deje regrese
con ella.
-Si ya estas lista, vámonos – dijo ella.
-Ya vámonos – dije.
-Alejandro – lo llamo mi madre – vámonos.
Este salió de la nada y fue cuando salimos de casa. Subimos
al auto de mi madre y ella condujo a la primera agencia. Nada de lo que había ahí
me llamaba la atención, mucho menos a Alejandro, por lo que nos fuimos a la
segunda. Alejandro babeaba por los carros que había en exhibición, y como no
hacerlo si estábamos en la agencia de Ferrari. Yo miraba pero simplemente no me
convencía.
-Creo que me he decidido – dijo Alejandro mirando a un
auto. Era lindo pero no era mi estilo.
-Perfecto – dijo mi madre – ahora vayamos con un vendedor.
Ellos se fueron y yo me quede mirando. Nada de lo que había
aquí me gustaba, nada. Alejandro y mi madre hablaban con uno de los vendedores,
al parecer comprarían el auto en este preciso momento.
Mi madre firmo algunos papeles y pago algunas cosas y
separo un auto específico para Alejandro.
…
Salimos de esa agencia y fuimos a la siguiente, sería mi
turno de elegir un auto. Entre y mire algunos autos que estaban en exhibición. Este
era el primer lugar al que llegaba y me gustaba mucho lo que veía. Simplemente era
increíble.
-Ya te decidiste – pregunto mi madre.
-Aun no – dije – todos son hermosos.
-Lo sé – dijo ella.
Pase por algunos pasillos hasta que lo vi, era perfecto.
-Ya me decidí – dije.
-¿Cuál? – pregunto mi madre.
-Ese de ahí – dije señalándolo.
-Es lindo – dijo ella mirándolo – pues vamos a hablar con
alguien para que nos digan sobre el auto.
-Ok.
…
En cuanto termino el papeleo, nos despedimos del vendedor
y nos fuimos de ahí con rumbo a casa. Todo había salido bien, hasta ahora. Por
ahora el auto ya estaba asegurado. Solo teníamos que esperar dos días para que
me entregaran mi auto. Alejandro tendría que esperar un poco más ya que el que
él quería no estaba disponible aun.
Llegamos a casa y comimos, ya que eran las 2 y media de
la tarde. Mi día pasó lento, ya que no tenía mucho que hacer. Se dieron las 10
y al fin termine dormida.
Love it!! Tan lindo Justin preocupandose por mi, como lo amo!!
ResponderEliminarPor cierto me encanta mi coche!! Jejeje
A ver cuando pasa algo entre justin y yo eh! xD
Besos
Valentinaaa (:
P.D. ¿eres BELIEBER?
¿Como puedes preguntar eso? CLARO QUE SI. haha. Lo amooooooo <3<3<3<3 y pues de que pasa algo, pasa haha. Tendran que esperar :) pero como soy buena no las hare esperar tanto...
EliminarMe alegra que te guste... besos(: <3