lunes, 19 de noviembre de 2012

Capitulo 49. ¿Por Qué Dije Que Si?



Después de todo eso fuimos a la cocina, supervise que Justin en realidad se limpiara los restos de esa rata y pude estar tranquila. Eso y las arañas me daban demasiado asco y saber que él había tocado una me daba aun más asco.

-Creo que no hay cloro – dijo Justin.
-Así déjalo – dije – creo que eso fue suficiente.
-Yo también lo creo – dijo riendo - ¿ahora si puedo acercarme a ti?
-Claro – dije sonriendo.
-Y dime linda – dijo colocándose frente a mí – ¿Qué quieres hacer?
-No lo sé – dije sonriendo. Tenerlo tan cerca de mí siempre me pone nerviosa.
-No te pongas nerviosa – dijo con un tono pícaro mientras jugaba con mis manos – se que te agrada la idea de estar los dos solitos en la casa.
-Mi hermano me dijo que si insinuabas algo saliera corriendo – dije – creo que este es el momento adecuado – dije separándome.
-¿A dónde crees que vas preciosa? – cuestiono mientras me sujetaba por la cintura.
-No hagas cochinadas – dije.
-Yo no hago nada – dijo riendo – eres tú la que se imagina cosas. Yo se que tu quieres algo conmigo pero tranquila, todo a su tiempo.
-¿Algo de qué? – cuestione mientras reía.
-Algo muy feo – dijo sonriente – digo, no te culpo, si yo estuviera en tu posición también sentiría lo mismo.
-Y ya vas a empezar – dije – yo creo que es al revés, tu eres el que quiere algo no yo.
-Los dos – dijo riendo.
-¡Que cochino! – dije dándole un golpe suave en el hombro.
-Era broma – dijo riendo – y si me dolió.


Seguimos hablando por un rato hasta que decidimos hacer algo. Terminamos viendo una película, de terror, la más terrorífica que encontrara. La película si daba miedo, para mi suerte tenia al muchachito ese que se supone me protegía de todo aunque sabía que por dentro el también moría de miedo.

…4 horas después…


-Por tu culpa no podre dormir – dije mientras entrabamos a mi casa.
-Yo tengo la solución – dijo – te quedas conmigo en la noche.
-Hasta crees – dije, el solamente rio.
-Era enserio – dijo poniéndose serio.
-Yo también te lo digo enserio – dije mientras sonreía.
-Ándale – pidió Justin mientras empezaba a hacerme cosquillas leves.
-No – dije riendo.
-Ándale – pidió aumentando las cosquillas.
-Ya te dijo que no – dije riendo e intentando quitar sus manos.
-Está bien linda – dijo y dejo de hacerme cosquillas – intentaba hacer que fuéramos juntos hasta el aeropuerto pero bueno.
-No me chantajees – dije riendo.
-No era chantaje – dijo bajando la mirada. Sabía que me chantajeaba.
-Ya Justin – dije – terminaras espantándome y no iré – dije y me cruce de brazos.
-Está bien, está bien no diré nada – dijo riendo – nos vemos mañana.
-Claro – dije sonriendo.
-Chao linda – dijo y me dio un beso de despedida – te quiero.
-Yo mas – dije sonriendo – cuídate.
-Tu igual – dijo riendo.

Salió de casa y subió a su auto. Arranco y se fue. Yo regrese adentro y fui hasta la cocina.

-Hola linda – dijo mi madre quien estaba con Gustavo charlando.
-Hola – salude a ambos.
-¿Lista para mañana? – cuestiono Gustavo.
-Claro – dije sonriendo.
-Por cierto, ¿a que no adivinas quien llamo hoy? – cuestiono mi madre.
-¿Quién? – pregunte con curiosidad.
-La dueña de una tienda de Beverly Hills – dijo.
-¿Y? – cuestione extrañada, no le veía lo excéntrico.
-Pues me llamo para ver si podrías ayudarla con una campaña – dijo – vio tus fotos de mi campaña en Vogue  y creo que le gustaron.
-Pero yo no soy modelo – dije.
-Para ella si lo eres – dijo – dijo que esperaría a que tú volvieras en caso de que aceptaras.
-¿Tengo que hacerlo a fuerza? – cuestione.
-Es solamente si tu quieres – dijo Gustavo – nadie te presionara a hacer nada que tu no quieras.
-Es que si me llama mucho la atención pero, no lo sé – dije indecisa.
-Piénsalo bien – dijo mi madre – ellos esperan una respuesta para mañana.
-Lo hare – dije sin pensarlo.
-¿Segura? – cuestionaron.
-Si – afirme, ya que más daba.
-Está bien – dijo mi madre – en cuanto vuelvas será la sesión de fotos así que prepárate.
-Ok – dije – bueno, iré a descansar.
-Buenas noches – dijeron.
-Buenas noches – dije y me fui.

¿Qué era lo que acababa de hacer? ¿Por qué dije que si, por qué? Yo no quiero ser modelo, no es que no me guste ni nada de eso, es solo que no quisiera que la gente pensara que utilizo a Justin para obtener trabajo o algo así. Es extraño ya que si no fuera yo, seguramente pensaría eso de la que fuera su novia.

Entre a mi habitación y fui directo a mi closet por mi pijama. Me cambie rápidamente y me tire en la cama. Aclare mi mente y cerré los ojos. No pensaría en nada hasta mañana, por ahora solo pensaba en descansar. Mañana sería un buen día y nada me lo impediría.

…Al día siguiente…


Desperté muy temprano. Me levante de la cama con muchas ganas. Fui hasta el baño y tome una ducha, al terminar me cambie por esto http://www.polyvore.com/shine/set?id=63179495. Dicen que en Miami hace mucho calor así que debía estar preparada. Me coloque mucho perfume y me arregle el cabello.

-Buenos días – dijo mi madre al verme entrar en la cocina.
-Hola mamá – dije sonriéndole - ¿y Gustavo? – era extraño ya que el siempre estaba aquí a estas horas.
-Está terminando de arreglarse – dijo mi madre.
-Ah ok – dije.
-Desayuna linda – dijo entregándome un plato con pancakes y fruta a un lado.  
-Gracias mama – dije.

Desayune con tranquilidad ya que me había despertado muy temprano. Termine mi desayuno después de una media hora aproximadamente. El tiempo restante me la pase viendo la televisión. Mi madre sería la encargada en llevarme hasta el aeropuerto ya que quería charlar un rato con Pattie – aun y que fuera muy corto – y además tenía que ir a un lado que estaba por ahí cerca.

-¿Estas lista? – cuestiono mi madre.
-Si – dije.
-Ve por tu maleta y nos vamos – dijo mi madre.

Hice lo que mi madre me ordeno. En cuanto subí mi maleta a su camioneta nos fuimos de casa, no sin antes despedirnos de Gustavo. Fue un largo rato de camino al aeropuerto. Había tráfico, como todos los días. Paso aproximadamente una hora y logramos llegar al aeropuerto. Estaciono la camioneta y bajamos.

-Vamos muchachita – dijo mi madre – llegaras tarde.
-Aun falta demasiado – dije.
-Como quiera, apúrate.


Baje mi maleta y regrese con mi madre. Caminamos hasta la entrada del aeropuerto en donde había varios paparazis, no muchos gracias al cielo. Le hicieron algunas preguntas a mi madre y algunas a mí. Intente ser lo más amable que pude a fin de cuentas yo no era nadie para portarme como una diva con ellos.

Al entrar camine hasta un área para poder tomar asiento, estaba un poco cansada a decir verdad.

-Ándale niña, no seas floja – dijo mi madre.
-Recuerda que no funciono en las mañanas – dije – debo descansar.
-Descansaras en Miami muchachita – dijo – vamos, levántate.
-Ya va – dije riendo.

Me levante y tome mi maleta. De inmediato divise a Justin gracias a sus zapatos, muy llamativos. Le dije a mi madre y fuimos juntas con él; lo más seguro es que Pattie estuviera con Justin.

-Buenos días – dijo Justin.
-Buenos días Justin – dijo mi madre educadamente.
-Tiffany – dijo Pattie alegremente – que gusto verte.
-Igual Pattie – dijo mientras se daban un abrazo, en saludo.
-Hola linda – dijo Pattie dirigiéndose a mi - ¿Cómo estás?
-Bien gracias Pattie – dije sonriéndole.
-Me alegro – dijo ella – los dejaremos solos un momento, no vayan a hacer destrozos.
-Claro que no mamá – dijo Justin mirándome – yo vigilare que no haga nada.
-Ha ha – dije – chistoso.
-Bueno, ya venimos – dijeron.

Ellas se fueron y nos dejaron solos. Voltee a ver a Justin y me percate de esa mirada picara que tenia. Hice un gesto de miedo y el solo rió.

-¿Estas lista para estar conmigo tres días en Miami? – cuestiono Justin mientras me abrazaba.
-Claro – dije riendo – solo no te vayas a poner pesado.
-Yo nunca – dijo seguro.
-Aja – dije con sarcasmo.
-Enserio – dijo riendo – jamás me pongo pesado contigo.

Seguimos hablando hasta que llegaron Alfredo y Scooter. Los salude y hable un momento con ellos.

-¿Asistirás al concierto? – cuestiono Alfredo.
-Supongo que sí – dije – si no asisto me lo recordara siempre.
-Eso es muy cierto – dijo Scooter riendo – ya sabes que tienes tu lugar asegurado.
-Gracias – dije.
-Bueno es hora de abordar – dijo Scooter – prepárense.

Regrese con Justin, quien hablaba con algunos de sus bailarines. En cuanto me vio tomo mi mano y me acerco a él. En cuanto me tuvo lo suficientemente cerca me tomo por la cintura y no me soltó.

-Dijo Scooter que ya es hora de abordar – avise.
-Perfecto – dijo Justin sonriendo.
-Iré a despedirme de mi madre – dije.
-Voy contigo – dijo.

Caminamos juntos hasta la cafetería del aeropuerto. Ahí estaban nuestras madres charlando muy a gusto como si fueran amigas de muchos años. Me gustaba la idea que fueran amigas, al menos teníamos una excusa para estar más tiempo juntos.

-Ya es hora – dijo Justin en cuanto estuvimos con ellas.
-¿Ya tan rápido? – cuestiono Pattie.
-Si – dijo Justin riendo.
-Adiós mamá – dije despidiéndome de ella.
-Cuídate Amanda – dijo dándome un abrazo – y recuerda que te necesito lista para cuando regreses.
-Ok – dije riendo.

Nos despedimos todos y en cuanto terminamos regresamos los tres juntos con los demás. Subimos al avión y nos acomodamos. Esta vez me toco tener a Alfredo a un lado – y Justin en el otro, obviamente. Seguramente sería un viaje muy interesante.


martes, 13 de noviembre de 2012

Capitulo 48. No Me Molestaría



Salió de mi habitación y ahora sí, pude contestar.

Al teléfono

-Bueno – dije al contestar.
-Hola princesa – dijo riendo – ya no te enojes con tu hermano.
-Es un tonto – dije
-Es tu hermano – dijo.
-Es adoptado – dije.
-¿Enserio? – cuestiono extrañado.
-Ojala – dije riendo.
-Ya decía yo – dijo el – tienen cierto parecido.
-Dios mío, no digas eso – dije, el solo rio – por cierto, ¿para qué me buscabas?
-¿Qué acaso no puedo extrañar a mi novia? – cuestiono.
-Claro que no – dije e hice una pausa – es broma lindo, querido, precioso y hermoso Justinsito.
-¡Que linda! – Dijo riendo – debería grabarte, esto no se escucha todos los días.
-Si quieres ya no lo digo mas – dije.
-No, así está bien – dijo riendo.
-Yo pensaba que estabas en el estudio – dije.
-Lo estaba – dijo – ya termino mi junta.
-Y, ¿Cómo te fue? – cuestione.
-Bien – dijo – solamente arreglamos algunos asuntos del viaje.
-Ah ok – dije.
-¿Le preguntaste a tu mama? – cuestiono.
-Si – dije.
-¿Qué te dijo? – cuestiono.
-Lo siento mucho pero… – dije e hice una pausa para aumentar el suspenso – si me dejo.
-Dios santo, me había asustado – dijo riendo – por cierto, ¿te molesta si nos vemos mañana?
-Si Justin, me molesta demasiado – dije con sarcasmo – claro que no.
-Me alegra oír eso – dijo – nos vemos linda.
-Chau – dije.
-Chau.

Colgué el teléfono y lo deje sobre el buro. ¡Qué lindo es! ¿No lo creen?


En si mi día fue muy sencillo – por así decirlo. No hice nada más que ver la televisión y estar acostadita en mi cama. Digamos que disfrute mucho este día ya que después de dos semanas volvería a la rutina de la escuela. Claro que me emocionaba ya que regresaría y pasando un mes tendría mis vacaciones de verano. Eso si me encantaba.

-Amanda – dijo Alejandro entrando a mi habitación.
-Mande – dije.
-Necesito tu ayuda – dijo.
-¿Con que? – cuestione.
-Tengo un cita y quiero lucir bien – dijo – y yo se que tú me puedes ayudar.
-No crees que sería mejor pedirle ayuda a mamá – opine.
-Sabes cómo es ella – dijo Alejandro.
-Bueno, está bien – dije – te ayudare.

Me levante de la cama y fui hasta la habitación de mi hermano. Entramos a su armario y escogimos una prenda decente. No nos tomo mucho tiempo en elegir su outfit solo fueron unos 10 minutos y ya. Después de eso me encerré en mi habitación y seguí con lo mío.


Al día siguiente…

Desperté y como siempre me metí a la ducha. Me sentía un poco mal, como agripada o no sé. Me dolía la garganta y me daba mucha tos. Era horrible. Simplemente puse el agua más caliente que pude y me quede por horas ahí. Después de un buen rato Salí y me cambie por esto http://www.polyvore.com/infinity/set?id=63177151. Me arregle un poco el cabello, me puse perfume y baje a la cocina. Desayune y después tome un poco de medicamento, ahora era el momento ideal para atacar esa enfermedad.

-¿Qué tienes? – cuestiono Alejandro.
-Me siento mal – dije.
-Tienes la vos de una enferma – dijo.
-Lo sé – dije riendo.
-Pero enferma mental – dijo el riendo.
-Ha ha ha, chistosísimo – dije con sarcasmo.
-¿Tienes planes para hoy? – cuestiono.
-Si – dije – saldré con Justin.
-No te pregunte que harías, solo pregunte si saldrías – dijo.
-Grosero – dije.
-¿A dónde irán? – cuestiono.
-No lo sé – dije.
-No hagan nada malo, por favor – pidió.
-Jamás hemos hecho algo malo – dije.
-Yo no sé – dijo riendo – pero, si te insinúa algo sal corriendo.
-No puede ser que estés diciendo eso – dije riendo.

Paso la mañana y yo seguía igual. La medicina solo me había quitado el dolor de garganta, la tos seguía ahí. Mi voz también estaba igual y eso me ponía muy triste ya que así hablaba como un payaso o algo parecido.

Eran como las tres de la tarde cuando Justin hablo. Venia para la casa. Yo solo me aliste rápidamente y me fui a la cocina a esperar. No pasaron ni diez minutos cuando escuche el timbre. Me levante y fui a la entrada a recibir a Justinsito.

-Hola linda – dijo Justin en cuanto abrí.
-Hola lindo – dije imitándolo.
-¿Qué te paso? – cuestiono preocupado.
-Estoy enfermita – dije.
-Me doy cuenta – dijo riendo.
-Pasa – dije haciéndome a un lado.

El entro y se puso frente a mí. Se acerco intentando darme un beso y digo intentando porque yo me moví para que fuera en la mejilla.

-¿Qué pasa? – cuestiono.
-Estoy enferma y te puedo contagiar – dije.
-Por mí no te preocupes – dijo.
-Claro que si – dije – mañana seguramente tendrás que cantar y no lo harás enfermo.
-No me pasara nada – aseguro.
-No quiero averiguarlo – dije. No planeaba meterme en problemas.
-Está bien, solo porque sé que estarás preocupada después – dijo riendo - ¿nos vamos? – pregunto dándome la mano.
-Vámonos – dije.

Tome mi bolso y salimos de la casa. Justin empezó a juguetear un poco y de un momento a otro me termino cargando como si fuera un bebe. Me llevo de esa forma hasta que estuvimos frente a su camioneta. Subimos y el arranco.

-Espero que no te moleste pero hubo un cambio de planes – dijo – planeaba llevarte a un sitio muy romántico pero no pudo ser posible, entonces nos quedaremos en mi casa.
-No me molesta – dije.
-¿Enserio? – cuestiono.
-Enserio – dije – nos pudimos haber quedado en mi casa, mientras estuvieras tú. Eso es lo que a mí me importa.
-¿Qué cosa? – cuestiono sonriendo.
-La compañía, no el lugar – dije.
-Entonces, ¿te gusta estar conmigo? – cuestiono mientras sonreía.
-Yo supongo que sí – dije mientras reía.
-Aw – dijo y yo reí – a mi también me gusta estar contigo.
-¡Qué lindo! – dije riendo.

Llegamos a su casa y bajamos de la camioneta. Como siempre él se enojo ya que dice debería esperar a que él fuera y me ayudara. Es un lindo detalle pero, me da igual si lo hace o no. El en venganza me llevo cargada. No fue una venganza tan fea, más bien, me gustaba la idea de no tener que caminar.

-Así te llevare en nuestra luna de miel – dijo Justin.
-No me molestaría – dije riendo.

Entramos y aun me tenía cargada. Se acerco lo suficiente a un sillón y ahí me dejo. Mire hacia un lado y note una caja algo extraña. Me acerque y de pronto sale una rata de ahí dentro. Lo único que hice fue gritar, levantarme de ahí y alejarme de ese lugar.


-SHASTEEEEEEEEN!!!! – grite.
-¿Qué pasa? – cuestiono muerto de la risa ante mi reacción.
-Hay una rata ahí dentro – dije con un tono de asco y miedo mesclado.
-No es una rata, es un hámster – dijo riendo.
-Son la misma cosa – dije.
-No es cierto – dijo. Se acerco a la caja y la abrió, tomo a la rata en su mano y se acerco a mí – ni se te ocurra – dije.
-Mírala, no hace nada – dijo riendo.
-Qué asco – dije – no me acerques a esa rata.
-No es una rata – dijo acariciando al animalejo ese – mira que cariñoso es.
-¿Cómo puedes tocar a ese animal y después siquiera tocarme un solo cabello a mi? – cuestione mirando al animal.
-Me lavo las manos linda – dijo riendo – tampoco soy tan sucio.
-No sé cómo es que lo puedes tocar – dije.
-Ven, tócalo tu también – dijo riendo – no hacen nada.
-No gracias – dije haciéndome para atrás ya que Justin se acercaba a mí con ese animal en la mano.
-¿Qué pasaría si te lo aviento? – cuestiono.
-Te mato – dije – no solamente eso, cortaría contigo, regresaría con mi ex y jamás te volvería a hablar en mi vida – el solamente rio.
-No creo que lo de tu ex sea cierto – dijo aun riendo.
-Tal vez no pero si terminaría contigo y no te volvería a hablar nunca – dije cruzándome de brazos.
-Ya está bien, guardare a este pobre animalito – dijo. Lo dejo en su caja y después se acerco conmigo.
-Lávate las manos – dije – y que sea con cloro.
-Ven conmigo – dijo – a menos que te quieras quedar con Pac.
-¿Todavía lo nombras? – cuestione.
-Ya, vamos linda – dijo aun riendo.

Después de todo eso fuimos a la cocina, supervise que Justin en realidad se limpiara los restos de esa rata y pude estar tranquila. Eso y las arañas me daban demasiado asco y saber que él había tocado una me daba aun más asco.

-...

sábado, 10 de noviembre de 2012

Mi opinion sobre Jelena (LEANLA PORFAVOR)


Hola chicas J… bueno supongo que ustedes ya escucharon acerca de la separación de Jelena. Bueno yo les diré algo a todas las Belieber que estén comentando al respecto: NO SEAN HIPOCRITAS (si ofendí a alguien lo siento muchísimo, esta es solo mi opinión).

Me causa un gran conflicto que al principio de la relación de ambos la mayoría de las chicas empezaron a ponerle cosas muy feas a Selena y así, hasta la amenazaron de muerte y toda la cosa. Ahora, mágicamente, todos la aman nada mas porque cortaron. Las mismas chicas que siempre dijeron que: “ojala y corten” “ojala Justin le rompa el corazón” “Ojala se muera Selena” etc.. ahora son las mismas que empiezan a poner, “hay no, pobrecitos” “ojala regresen” “me encantaban juntos”. Porfavor, no sean así.

El hecho que te alegre que ellos hayan tronado no significa que eres menos belieber, no tiene nada que ver. El hecho de que mientras ellos estuvieran juntos hayas odiado a Selena y ahora si dices que fue muy buena y muy linda y lo que quieras, eso si te hará una mala Belieber; es mas, te convierte en una hipócrita.

*La hipocresía es la actitud constante o esporádica de fingir creenciasopinionesvirtudessentimientoscualidades, o estándares que no se tienen o no se siguen. La persona hipócrita finge cualidades o sentimientos contrarios a los que verdaderamente tiene o experimenta. La hipocresía en si es un tipo de mentira o pantalla de reputación.

A mi la verdad me da igual que hayan terminado, nunca me gustaron juntos solo para empezar (a mi esa relación me da igual). La verdad, si a ustedes no les gustaba esa relación o Selena y se alegran bastante porque ellos terminaron, no lo escondan. Muchas dicen que pobrecito se debe de sentir muy triste y no se que… por eso fue que el estaba muy coqueto con las modelos de Victoria Secret y hasta se rumoraba que el había salido a ver una obra con Barbara no se que (no recuerdo su apellido). Ya muchachas, Justin ya la supero, si quieres alegrarse ALEGRENSE y punto. El después se encontrara a otra chica (seamos realistas) y solo nos tocara alegrarnos por el.

Ya desde hace mucho se decía que terminarían, hasta decían que Justin estaba arto de ella y no se que cosas mas, era cuestión de tiempo que terminaran. Ella tiene 20 el 18, ¿enserio esperaban que ellos duraran?

Y solo para terminar, siempre se ha dicho que terminan y nunca es verdad, entonces para que se apresuran a creer en rumores, sean pacientes. 

viernes, 2 de noviembre de 2012

Capitulo 47. Puedes Confiar En Mi


Llego la noche. Justin me había invitado a cenar y obviamente le había dicho que si. No era una cena muy elegante, era algo más relajado. En fin, llegamos hace unos 15 minutos, son justamente las 9 y media. El se fue a su habitación y yo a la mía. 

Como de costumbre me avente sobre la cama y cerré los ojos. El gusto no me duro mucho ya que mi celular empezó a sonar. Tome mi bolsa con rapidez y saque mi celular.

Al teléfono
-Bueno – dije.
-Hola linda – dijo.
-No me llames linda – dije con rabia.
-No te enojes cariño – dijo.
-¿Qué quieres? – cuestione con enojo.
-Hablar contigo – dijo con tranquilidad.
-Tienes 20 segundos – dije.
-Te invito a salir – dijo – mañana.
-Estás loco – dije riendo – jamás iría a ninguna parte contigo.
-¿Por qué no? – cuestiono.
-Porque no – dije.
-Vamos linda, yo se que tu quieres – dijo – podemos volverlo a intentar.
-Mira Max, tú y yo jamás volveremos, JAMAS – dije – sin ti soy libre, no le tengo que estar pidiendo permiso a nadie para salir a cualquier lugar, tengo la libertad de decir lo que se me antoje y hago lo que se me da la gana.
-Yo he cambiado – dijo.
-La gente nunca cambia – dije.
-Yo si – dijo seguro.
-Escúchame – dije, intentando calmarme – tú ya eres pasado, solamente eso. Tu solo fuiste un tormento y sería una gran estupidez de mi parte regresar contigo así que no esperes que haga eso.

No espere a que el me respondiera, simplemente colgué y aventé mi celular.

Existe la gente como el que cree que nosotras estaremos detrás de ellos por siempre cuando no es así. Yo ya no soy una niña pequeña, tal vez no sea una adulta pero se reconocer cuando una persona se quiere pasar de lista contigo. Lo detesto demasiado, detesto el hecho que no me dejara en paz, detesto el hecho de que arruina mi felicidad, detesto todo lo que hace, TODO.

Me sentía estresada, no quería ni pensar lo que el haría después. Lo conozco muy bien y sé que cando él se encapricha con algo no lo deja ir. Ya no se qué hacer para que me deje en paz.

-Amanda – escuche decir a Justin.
-Pasa – dije más tranquila.

Abrió la puerta y paso, al estar adentro cerro y camino hacia mí. Se sentó a mi lado y me tomo de las manos. Me miro directo a los ojos y después hablo. 

-¿Qué pasa linda? – cuestiono.
-¿De qué? – pregunte intentando hacerme la loca.
-Estaba en mi habitación y te escuche gritar – dijo – parecías estar muy enojada y me preocupe por ti.
-Ay qué lindo – dije riendo.
-Ya, dime que paso – pidió. ¿Se supone que le debo decir o no?
-Nada de lo que tengas que preocuparte – dije dudosa.
-Vamos Amanda, tu sabes que puedes confiar en mí – dijo.
-Yo lo sé – dije – es solo que…
-¿Es solo que…? – cuestiono imitándome.
-Está bien, te diré – dije.

Le termine contando todo, absolutamente todo; inicie desde que empecé a salir con él hasta este momento. Parecía que a Justin no le agradaba mucho la idea de que él estuviera fastidiando, digo a nadie le agradaría eso.

-Supongo que eso significa que ya no puedo dejarte sola ni un minuto – dijo.
-Eres muy extremista – dije sonriéndole.
-¿Acaso no te agrada mi idea? – cuestiono ofendido.
-Pues… - dije bromeando, el solo puso su cara de indignado – es broma lindo, claro que me encanta la idea.
-Yo sé que si – dijo riendo. Dejo de reír y me vio a los ojos después paso a ver mis labios, sabía lo que quería y no lo negaría, yo también quería besarlo.

No tardo demasiado en besarme, tan solo le tomo unos segundos en decidirse.

-Te quiero linda – dijo aun cerca de mis labios.
-Yo más – dije y le di un corto beso. 



...3 días después…


-¿Qué opinas? – cuestiono Justin.
-No lo sé – dije pensativa. La idea me llamaba mucho la atención pero había algo que me ponía a dudar.
-Piensa linda, piensa – dijo en broma.
-Ya – dije riendo – no me concentro – Justin solamente rió.

Paso de sujetar mi mano a tomarme por la cintura. En realidad no me molestaba que lo hiciera, me gustaba mucho que hiciera eso, pero ahora necesitaba concentrarme y el simple hecho de tenerlo así de cerca me ponía nerviosa y me sacaba de mis pensamientos.

-Sera mejor que nos vayamos yendo – dijo Justin mirando su reloj – ya es algo tarde.
-¿Qué tan tarde? – cuestione.
-Muy tarde – dijo riendo.
-Vámonos – dije tranquila. 

Salimos del lugar y fuimos hasta el estacionamiento. Subimos a la camioneta de Justin y este arranco. Condujo hasta mi casa y ahí paro. Bajamos y como siempre me tomo de la mano, entrelazando nuestros dedos. Entramos a casa y fuimos hasta la cocina.

-Hola mamá, hola Pattie – dije saludándolas a ambas.
-Hola muchachos – dijo Pattie.
-Creo que llegan tarde – dijo mi madre.
-Lo siento, fue mi culpa – dijo Justin.
-Es verdad, fue su culpa – dije.
-Chistosa – dijo Justin con sarcasmo.
-Ya, no importa de quien haya sido la culpa – dijo Pattie – lo que importa es que están aquí.
-Las dejaremos seguir platicando – dije – nosotros nos vamos.
-No los quiero solos arriba – ordeno mi madre.
-Vamos a estar en la sala – dije ofendida.
-Vayan – dijo mi madre.

Tome a Justin de la mano y lo guié fuera de la cocina hacia una habitación a un lado de la sala. Era un lugar amplio que daba hacia el jardín. Era un lindo lugar ya que había muchos sillones, un televisor enorme, una chimenea y un techo de vidrio por lo que se tiene una excelente vista del cielo. Normalmente en las noches se convierte en un lugar perfecto para echar novio – como dice mi madre. Solamente una vez he traído a Justin a este lugar. Sé que le encanta estar aquí, la razón no la se pero le encanta.

Tomamos asiento, uno del lado del otro. Nos acomodamos bien y encendí la televisión, cambie canales hasta que nos decidimos por uno. 


-Y, ¿ya decidiste? – cuestiono Justin.
-Creo que debo preguntarle a mi madre antes – dije.
-Vamos – dijo sonriendo.
-Calmado – dije riendo – tampoco la presionaremos.
-Lo sé – dijo riendo – aunque no creo que diga que no.
-¿Tú crees? – Cuestione – seguramente pensara mal o no sé.
-Yo no lo creo – dijo seguro.
-Ojala y tú tengas la razón – dije.
-Yo tengo la razón – dijo riendo.  

Seguimos hablando por algunos minutos hasta que Pattie decidió que era hora de retirarse. En cuanto se fueron regrese con mi madre a la cocina. Tomamos asiento y decidí que era el momento para pedirle permiso.
                            
-Mamá, ¿te puedo pedir algo? – cuestione.
-¿Qué cosa? – cuestiono mi madre.
-¿Me darías permiso de acompañar a Justin a Miami? – pregunte – serán solamente tres días.
-¿Para qué van? – cuestiono.
-El tiene algo que hacer allá y me pidió que fuera con él – dije.
-Hay Amanda, pobre muchacho – dijo – si de por si te tiene que aguantar aquí ahora imagínate en Miami, pobre de él.
-Muy chistosa mamá – dije sarcásticamente.
-Yo solo decía – dijo riendo.
-¿Entonces si me dejaras? – cuestione.
-Está bien – dijo – solamente porque conozco a Justin y sé que no es un barbaján cualquiera.
-Gracias, gracias, gracias – dije con cierta emoción.
-Solo que quiero que te comportes – dijo – no dejes en ridículo a esta linda familia.
-Yo jamás haría algo así – dije – primero muerta.
-Ya niña – dijo riendo - ¿Cuándo viajan? – cuestiono.
-Dentro de tres días – dije.
-Perfecto – dijo.

Seguimos charlando hasta que se hiso mas tarde. Nos despedimos y cada quien se fue a su habitación. Estaba cansada y en lo único que podía pensar era que tenía que dormir.


…Al día siguiente…

Desperté y como todos los días, me duche. Tenía un poco de frio así que me cambia por algo así http://www.polyvore.com/cgi/set?id=62468810. No tenía planes para salir con mis amigas ni nada de eso y según yo Justin estaría ocupado arreglando algunos detalles de no sé qué. El punto es que no saldría y eso me aburría demasiado.

-¿Te cayo la helada o qué? – cuestiono mi hermano.
-No tonto – dije – tenia frío y no quería enfermarme.
-Ya estas enferma, pero de la cabezota – dijo riendo.
-Déjame – exclame ofendida.
-Ya hermanita linda – dijo riendo - ¿te propongo algo?
-¿Qué cosa? – cuestione.
-Salgamos como hermanos que somos – dijo – vamos a pasar un tiempo en familia. ¿Qué te parece?
-Y a ti, ¿Qué mosco te pico? – cuestione. Era extraño lo que me pedía.
-Ninguno, es solo que quiero pasar un rato con mi hermana favorita – dijo.
-Solo tienes una – dije.
-Exacto – dijo riendo.
-Como sea – dije – iré a desayunar.

Baje a la cocina y tome un lugar. Estaba acostumbrada a bajar y encontrarme a mama y Gustavo, ahora que no tenia clases ya no los veía debido a que ellos se retiran temprano de la casa. Se sentía un poco solitario. Esperaba que bajara Alejandro a hacerme compañía pero eso no pasaría ya que, según yo, el ya había desayunado.  

Encendí la televisión y me distraje con ella por un rato hasta que escuche a Alejandro gritar.

-¿Qué quieres? – grite.
-Está sonando tu celular – dijo.
-Ya va – dije.

Subí lo más rápido que pude a mi habitación. Al entrar me encontré con Alejandro sosteniendo mi celular con una sonrisa picara, sabía lo que tramaba y no era bueno.

-Ni se te ocurra – dije.

No importa lo que le diga, el siempre hará lo que él quiera. Simplemente se acerco mas mi celular y contesto una llamada que se supone era para mí.

-Bueno – dijo Alejandro al contestar – hola Justin… no, ella no está… salió a no sé donde con alguien.
-Dame mi celular – dijo lo suficientemente alto para que Justin me escuchara y supiera que en verdad estaba ahí.
-No es ella, es una grabación – dijo Alejandro.
-Ya dámelo – dije. Forceje un momento y se lo quite de las manos – largo de aquí.
-No te enojes – dijo riendo.
-No me hagas enojar – dije.
-Adiós hermanita – dijo riendo.

Salió de mi habitación y ahora sí, pude contestar.

Al teléfono
-…