Después de todo eso fuimos a la
cocina, supervise que Justin en realidad se limpiara los restos de esa rata y
pude estar tranquila. Eso y las arañas me daban demasiado asco y saber que él
había tocado una me daba aun más asco.
-Creo que no hay cloro – dijo
Justin.
-Así déjalo – dije – creo que
eso fue suficiente.
-Yo también lo creo – dijo
riendo - ¿ahora si puedo acercarme a ti?
-Claro – dije sonriendo.
-Y dime linda – dijo colocándose
frente a mí – ¿Qué quieres hacer?
-No lo sé – dije sonriendo. Tenerlo
tan cerca de mí siempre me pone nerviosa.
-No te pongas nerviosa – dijo con
un tono pícaro mientras jugaba con mis manos – se que te agrada la idea de
estar los dos solitos en la casa.
-Mi hermano me dijo que si
insinuabas algo saliera corriendo – dije – creo que este es el momento adecuado
– dije separándome.
-¿A dónde crees que vas
preciosa? – cuestiono mientras me sujetaba por la cintura.
-No hagas cochinadas – dije.
-Yo no hago nada – dijo riendo –
eres tú la que se imagina cosas. Yo se que tu quieres algo conmigo pero
tranquila, todo a su tiempo.
-¿Algo de qué? – cuestione mientras
reía.
-Algo muy feo – dijo sonriente –
digo, no te culpo, si yo estuviera en tu posición también sentiría lo mismo.
-Y ya vas a empezar – dije – yo
creo que es al revés, tu eres el que quiere algo no yo.
-Los dos – dijo riendo.
-¡Que cochino! – dije dándole un
golpe suave en el hombro.
-Era broma – dijo riendo – y si
me dolió.
Seguimos hablando por un rato
hasta que decidimos hacer algo. Terminamos viendo una película, de terror, la
más terrorífica que encontrara. La película si daba miedo, para mi suerte tenia
al muchachito ese que se supone me protegía de todo aunque sabía que por dentro
el también moría de miedo.
…4 horas después…
-Por tu culpa no podre dormir –
dije mientras entrabamos a mi casa.
-Yo tengo la solución – dijo –
te quedas conmigo en la noche.
-Hasta crees – dije, el
solamente rio.
-Era enserio – dijo poniéndose
serio.
-Yo también te lo digo enserio
– dije mientras sonreía.
-Ándale – pidió Justin mientras
empezaba a hacerme cosquillas leves.
-No – dije riendo.
-Ándale – pidió aumentando las
cosquillas.
-Ya te dijo que no – dije
riendo e intentando quitar sus manos.
-Está bien linda – dijo y dejo
de hacerme cosquillas – intentaba hacer que fuéramos juntos hasta el aeropuerto
pero bueno.
-No me chantajees – dije
riendo.
-No era chantaje – dijo bajando
la mirada. Sabía que me chantajeaba.
-Ya Justin – dije – terminaras
espantándome y no iré – dije y me cruce de brazos.
-Está bien, está bien no diré
nada – dijo riendo – nos vemos mañana.
-Claro – dije sonriendo.
-Chao linda – dijo y me dio un
beso de despedida – te quiero.
-Yo mas – dije sonriendo –
cuídate.
-Tu igual – dijo riendo.
Salió de casa y subió a su
auto. Arranco y se fue. Yo regrese adentro y fui hasta la cocina.
-Hola linda – dijo mi madre
quien estaba con Gustavo charlando.
-Hola – salude a ambos.
-¿Lista para mañana? –
cuestiono Gustavo.
-Claro – dije sonriendo.
-Por cierto, ¿a que no adivinas
quien llamo hoy? – cuestiono mi madre.
-¿Quién? – pregunte con
curiosidad.
-La dueña de una tienda de
Beverly Hills – dijo.
-¿Y? – cuestione extrañada, no
le veía lo excéntrico.
-Pues me llamo para ver si
podrías ayudarla con una campaña – dijo – vio tus fotos de mi campaña en Vogue y creo que le gustaron.
-Pero yo no soy modelo – dije.
-Para ella si lo eres – dijo –
dijo que esperaría a que tú volvieras en caso de que aceptaras.
-¿Tengo que hacerlo a fuerza? –
cuestione.
-Es solamente si tu quieres –
dijo Gustavo – nadie te presionara a hacer nada que tu no quieras.
-Es que si me llama mucho la atención
pero, no lo sé – dije indecisa.
-Piénsalo bien – dijo mi madre –
ellos esperan una respuesta para mañana.
-Lo hare – dije sin pensarlo.
-¿Segura? – cuestionaron.
-Si – afirme, ya que más daba.
-Está bien – dijo mi madre – en
cuanto vuelvas será la sesión de fotos así que prepárate.
-Ok – dije – bueno, iré a descansar.
-Buenas noches – dijeron.
-Buenas noches – dije y me fui.
¿Qué era lo que acababa de
hacer? ¿Por qué dije que si, por qué? Yo no quiero ser modelo, no es que no me
guste ni nada de eso, es solo que no quisiera que la gente pensara que utilizo
a Justin para obtener trabajo o algo así. Es extraño ya que si no fuera yo,
seguramente pensaría eso de la que fuera su novia.
Entre a mi habitación y fui
directo a mi closet por mi pijama. Me cambie rápidamente y me tire en la cama.
Aclare mi mente y cerré los ojos. No pensaría en nada hasta mañana, por ahora
solo pensaba en descansar. Mañana sería un buen día y nada me lo impediría.
…Al día siguiente…
Desperté muy temprano. Me
levante de la cama con muchas ganas. Fui hasta el baño y tome una ducha, al
terminar me cambie por esto http://www.polyvore.com/shine/set?id=63179495.
Dicen que en Miami hace mucho calor así que debía estar preparada. Me coloque
mucho perfume y me arregle el cabello.
-Buenos días – dijo mi madre al
verme entrar en la cocina.
-Hola mamá – dije sonriéndole -
¿y Gustavo? – era extraño ya que el siempre estaba aquí a estas horas.
-Está terminando de arreglarse
– dijo mi madre.
-Ah ok – dije.
-Desayuna linda – dijo
entregándome un plato con pancakes y fruta a un lado.
-Gracias mama – dije.
Desayune con tranquilidad ya
que me había despertado muy temprano. Termine mi desayuno después de una media
hora aproximadamente. El tiempo restante me la pase viendo la televisión. Mi
madre sería la encargada en llevarme hasta el aeropuerto ya que quería charlar
un rato con Pattie – aun y que fuera muy corto – y además tenía que ir a un
lado que estaba por ahí cerca.
-¿Estas lista? – cuestiono mi
madre.
-Si – dije.
-Ve por tu maleta y nos vamos –
dijo mi madre.
Hice lo que mi madre me ordeno.
En cuanto subí mi maleta a su camioneta nos fuimos de casa, no sin antes
despedirnos de Gustavo. Fue un largo rato de camino al aeropuerto. Había tráfico,
como todos los días. Paso aproximadamente una hora y logramos llegar al
aeropuerto. Estaciono la camioneta y bajamos.
-Vamos muchachita – dijo mi
madre – llegaras tarde.
-Aun falta demasiado – dije.
-Como quiera, apúrate.
Baje mi maleta y regrese con mi
madre. Caminamos hasta la entrada del aeropuerto en donde había varios
paparazis, no muchos gracias al cielo. Le hicieron algunas preguntas a mi madre
y algunas a mí. Intente ser lo más amable que pude a fin de cuentas yo no era
nadie para portarme como una diva con ellos.
Al entrar camine hasta un área
para poder tomar asiento, estaba un poco cansada a decir verdad.
-Ándale niña, no seas floja –
dijo mi madre.
-Recuerda que no funciono en
las mañanas – dije – debo descansar.
-Descansaras en Miami
muchachita – dijo – vamos, levántate.
-Ya va – dije riendo.
Me levante y tome mi maleta. De
inmediato divise a Justin gracias a sus zapatos, muy llamativos. Le dije a mi
madre y fuimos juntas con él; lo más seguro es que Pattie estuviera con Justin.
-Buenos días – dijo Justin.
-Buenos días Justin – dijo mi
madre educadamente.
-Tiffany – dijo Pattie
alegremente – que gusto verte.
-Igual Pattie – dijo mientras
se daban un abrazo, en saludo.
-Hola linda – dijo Pattie dirigiéndose
a mi - ¿Cómo estás?
-Bien gracias Pattie – dije sonriéndole.
-Me alegro – dijo ella – los dejaremos
solos un momento, no vayan a hacer destrozos.
-Claro que no mamá – dijo Justin
mirándome – yo vigilare que no haga nada.
-Ha ha – dije – chistoso.
-Bueno, ya venimos – dijeron.
Ellas se fueron y nos dejaron
solos. Voltee a ver a Justin y me percate de esa mirada picara que tenia. Hice
un gesto de miedo y el solo rió.
-¿Estas lista para estar
conmigo tres días en Miami? – cuestiono Justin mientras me abrazaba.
-Claro – dije riendo – solo no
te vayas a poner pesado.
-Yo nunca – dijo seguro.
-Aja – dije con sarcasmo.
-Enserio – dijo riendo – jamás me
pongo pesado contigo.
Seguimos hablando hasta que
llegaron Alfredo y Scooter. Los salude y hable un momento con ellos.
-¿Asistirás al concierto? –
cuestiono Alfredo.
-Supongo que sí – dije – si no
asisto me lo recordara siempre.
-Eso es muy cierto – dijo Scooter
riendo – ya sabes que tienes tu lugar asegurado.
-Gracias – dije.
-Bueno es hora de abordar –
dijo Scooter – prepárense.
Regrese con Justin, quien hablaba
con algunos de sus bailarines. En cuanto me vio tomo mi mano y me acerco a él.
En cuanto me tuvo lo suficientemente cerca me tomo por la cintura y no me soltó.
-Dijo Scooter que ya es hora de
abordar – avise.
-Perfecto – dijo Justin sonriendo.
-Iré a despedirme de mi madre –
dije.
-Voy contigo – dijo.
Caminamos juntos hasta la cafetería
del aeropuerto. Ahí estaban nuestras madres charlando muy a gusto como si
fueran amigas de muchos años. Me gustaba la idea que fueran amigas, al menos teníamos
una excusa para estar más tiempo juntos.
-Ya es hora – dijo Justin en
cuanto estuvimos con ellas.
-¿Ya tan rápido? – cuestiono Pattie.
-Si – dijo Justin riendo.
-Adiós mamá – dije despidiéndome
de ella.
-Cuídate Amanda – dijo dándome
un abrazo – y recuerda que te necesito lista para cuando regreses.
-Ok – dije riendo.
Nos despedimos todos y en cuanto
terminamos regresamos los tres juntos con los demás. Subimos al avión y nos
acomodamos. Esta vez me toco tener a Alfredo a un lado – y Justin en el otro, obviamente.
Seguramente sería un viaje muy interesante.
…