miércoles, 22 de agosto de 2012

Capitulo 40. Calmado, Ella es Mia.



Jamás creí encontrar a mi verdadero príncipe azul. Creo que los demás tenían razón, he besado a un montón de sapos pero solo uno ha logrado convertirse en mí príncipe azul y ese es Justin. Tal vez si, solo somos jóvenes y seguramente en algún momento esto tendrá que acabar, después conoceremos a más personas y bueno, ya saben. Tal vez ellos tengan razón pero por ahora, me toca vivir cada momento que pase con él, después de todo, ¿Quién quiere una vida aburrida, sin amores, son corazones rotos, sin risas, sin besos? Yo no.


-¿Estas emocionado? – cuestione.
-¿Por qué? – cuestiono mientras reía.
-Tus hermanos llegaran mañana – dije.
-Ah – dijo riendo – claro que estoy emocionado pero, más me emociona que tú los conozcas.
-Estoy nerviosa – dije - ¿si no me quieren?
-Te amaran – dijo seguro – ya lo veras.


Regrese a casa después de un rato. Se me había hecho un poco tarde debido al típico trafico de Los Ángeles. Mi madre aun no llegaba y por lo visto, Gustavo tampoco. Entre a la casa y fui hasta la cocina. Alejandro estaba con mi perrita en sus brazos.

-Siempre que te veo estas con Perris – dije riendo – te has apropiado de ella.
-Tú no le prestas atención – dijo.
-Porque siempre la tienes tu hermanito – dije riendo.
-Llamo mamá, dijo que llegara un poco tarde – me informo mi hermano.
-Ok – dije.
-Corre el rumor que tu aceptaste trabajar para mamá – dijo Alejandro.
-¿Quién te dijo? – cuestione.
-En Twitter – dijo riendo – muchos estaban diciendo de eso.
-Demonios – dije.
-Tranquila – dijo riendo – después se les pasara.
-Eso espero – dije – odio que hablen de mí.
-Ya sabes que son como modas – dijo – después de un tiempo algo nuevo saldrá y te dejaran en paz.
-Ojala – dije.

Subí a mi habitación y me cambie de ropa por mi pijama. Me acomode en mi cama y encendí la televisión. Justamente pasaban la película de “500 Días con Ella” una película que amaba. La mire hasta el final y después me dormí. Mañana seria un día emocionante, si es que todo salía bien.

Al día siguiente…

Mi alarma sonó. Apenas son las 8 de la mañana. Tenía que estar lista para antes de las 10 y conociéndome tardaría mucho en arreglarme. Me levante de la cama y fui hasta el baño. Tome una ducha – como siempre – y al terminar me cambie por esto http://www.polyvore.com/cgi/set?.locale=es&id=56733195. Me arregle el cabello y termine.

Fui hasta la cocina, en donde estaba mi madre leyendo el periódico.


-Buenos días – dijo mi madre.
-Hola – dije.
-Aun es muy temprano – dijo mi madre mirando su reloj.
-¿Qué hora es? – cuestione.
-Como las 9:10 – dijo.
-Ok – dije.

Fui hasta el refrigerador y tome un poco de fruta. Regrese a la mesa y desayune con tranquilidad. Use mi celular por unos minutos, checando mi Facebook y mi Twitter – una costumbre que se me había hecho desde hace algunos días.

-Ya deja el vicio – dijo mi madre – te la pasas con el celular en la mano.
-Como tú dijiste, es mi vicio – dije.
-No me hagas quitarte el celular – amenazo mi madre.
-Está bien – dije riendo – intentare quitarme el vicio.
-Mas te vale – dijo apuntándome con el dedo en un tono amenazante.

Pasaron algunos minutos y Justin llego. Saludo a mi madre y salimos de casa.


-Iremos primero al aeropuerto por ellos – dijo Justin - ¿está bien?
-Si – dije riendo.

Justin condujo hasta el enorme aeropuerto de Los Ángeles. En el camino fuimos hablando y bromeando de algunas cosas. Al llegar el tomo un lugar en el estacionamiento y fuimos hasta la sala de espera del mismo aeropuerto.

Esperamos por un buen rato hasta que llegaron sus hermanitos. Su padre venia con ellos, llevaba al mas pequeño cargando y la niña venia agarrada de su mano. Se acercaron a nosotros con el mismo andar despreocupado de Justin; ahora entendía de donde venia esa costumbre.

-Jazzy, Jaxon – dijo Justin agachándose y abriendo los brazos, esperando que ellos se acercaran a él.

Fue una linda escena. Justin parecía más emocionado de verlos que los mismos niños de verlo a él.


-Hola – dijo su padre – soy Jeremy.
-Amanda – dije presentándome J
-Vaya Justin – dijo Jeremy – es más bonita en persona – dijo y yo reí.
-Lo olvide – dijo riendo – papa, ella es Amanda, mi novia; Amanda, el es mi padre, Jeremy.
-Mucho gusto – dijo Jeremy estrechando su mano.
-Igualmente – dije sonriendo.
-Bueno chicos, los dejo – dijo Jeremy – fue un gusto conocerte Amanda. Espero que algún día nos visiten a Canadá.
-Claro que si papá – dijo Justin.
-Chau chicos – dijo.
-Chau.

Vi como Jeremy se alejaba, caminaba igual que Justin.

-Son muy parecidos – dije mirándolo.
-Es mi padre – dijo riendo.
-Lo sé – dije – pero tienen muchas formas iguales.
-Creo que ya me lo han dicho – dijo riendo – bueno pues, a lo que vinimos. Te presentare a mis hermanos.
-Ok – dije riendo.
-Jazzy, Jaxon, ella es Amanda, mi novia; Amanda, ellos son mis hermanos, Jazzy y Jaxon – dijo.
-¿Tu novia? – Cuestiono Jazzy – tú dijiste que yo era la única chica – dijo y yo reí un poco.
-Hay espacio para las dos en mi corazón – dijo Justin, riendo – creo que le gustas a Jaxon – dijo Justin.
-¿Por qué lo dices? – cuestione.
-Te mira mucho – dijo riendo – será mejor que nos vayamos.
-Si – dije al ver que empezaba a llegar más gente.

Justin llevaba a Jazzy mientras yo llevaba a Jaxon. Este jugaba con mi cabello, me daba cosquillas y eso hacía que me diera risa, lo que provocaba que a Jaxon también le diera risa. Cuando volteaba a ver a Jazzy ella me miraba y me sonreía, supongo que era más compromiso que nada, no parecía que yo le agradara tanto.

Le ayude a Justin a subir a los muchachitos a la camioneta. Después ya subimos nosotros.
  
-¿A dónde quieren ir? – cuestiono Justin.
-Al cine – grito Jazzy.
-Pues vamos al cine – dijo Justin riendo. Yo solo sonreía, jamás había visto ese lado de Justin; era tan diferente y tan tierno.

Pasamos una media hora en el tráfico. En cuanto logramos llegar, ayudamos a los muchachitos a bajar y entramos al cine. Yo llevaba a Jaxon, ya que el niño así lo había querido – además me agradaba entonces por mí no había mucho problema.

-Hey Jaxon, calmadito que ella es mía – dijo Justin un poco celoso, o bueno, eso aparentaba.
-Déjalo – dije riendo – el también merece amor.
-No de mi novia – dijo.
-Ya vamos, celosito – dije riendo.

Entramos al cine y nos separamos. Yo acompañe a los chicos a escoger una película mientras que Justin hacía fila para comprar los boletos.

-¿Y que quieren ver? – cuestione mirando la cartelera.
-Esa – señalo Jazzy un poster.
-La Era de Hielo – dije.
-Si – dijo Jazzy con emoción.
-Pues vamos a decirle a tu hermano – dije tomándola de la mano para llevarla.

Me sentía como una mamá. Con un brazo llevaba cargando a Jaxon mientras que con mi otro brazo traía a Jazzy de la mano. No podía permitir que se perdieran; debía cuidarlos.

-¿Ya decidieron? – cuestiono Justin.
-La era del hielo – dijo Jazzy sonriente.
-Perfecto – dijo Justin.

Compramos algunos dulces para los pequeños y entramos a la sala. Justin tenía a Jazzy en sus piernas mientras que yo tenía a Jaxon, quien seguía jugando con mi cabello.

-¿En qué piensas? – cuestiono Justin mirándome.
-En ti – dije y el sonrió – cada día me sorprendes mas.
-¿A qué te refieres? – cuestiono mientras reía.
-Jamás había visto ese lado tuyo – dije- es muy tierno de tu parte.
-Tu tampoco eres tan mala con los niños – dijo tomando mi mano – ya ves, hasta Jaxon termino enamorado de ti.
-Tienes buen gusto – dije hacia Jaxon, el solamente reía.
-¿Y yo no? – cuestiono Bieber.
-Claro que si – dije mientras asentía con la cabeza.

El se fue acercando a mí hasta que terminamos en un beso. Fue corto ya que nuestro plan no era traumar a los niños. Por suerte ellos no habían visto nada.

-…


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