Se hiso tarde y regresamos a
casa. Estaba nerviosa, debo admitir. ¿Qué se supone que debo de hacer al ver a
la hermanita de Justin o a su hermanito? No tengo ni la menor idea si me
querrán o no. ¿Qué tal si no me quieren? Sé que sueno un poco paranoica pero,
pónganse en mi lugar.
Cuando conocí a Pattie fue
diferente ya que ella no me conoció como la novia de Justin, si no como la
amiga o bueno, la hija de Tiffany. Ya después ella se entero que era la novia
de su hijo y bueno, ya saben, cenamos y todo eso. Fue más fácil que me quisiera
ya que ella es muy amiga de mi madre y por consecuente me quiere.
-¿Cómo te fue Amanda? –
cuestiono Gustavo al verme entrar.
-Bien – dije de una forma
cortes.
-Me alegro – dijo sonriendo.
-¿En donde esta mamá? –
cuestione extrañada. Ya eran como las 10 y ella aun no llegaba.
-Fue a comprar algunas cosas –
dijo Gustavo – dijo que regresaría en 10 minutos.
-Ok – dije – estaré en mi
habitación.
-Como gustes – dijo.
Deje mis cosas en mi cama y
Salí hasta mi balcón, era un lindo lugar para relajarte y pensar. Normalmente a
esta hora se pueden escuchar los automóviles claramente. Tenias que esperar a
que anocheciera más, como por las 2 de la mañana. A esa hora podías escuchar el
mar – si ponías mucha atención. Cuando no puedo dormir salgo, me siento y solo
escucho. Es algo hermoso, entre el mar, los grillos y otros insectos hacen una
melodía suave y relajante.
Sobre lo que paso con Gustavo
hace unos momentos, mi repentina cortesía hacia el tiene una explicación. Yo
cometí el error de hablarle de buena forma, después de eso ya no me quedo de
otra más que tratarlo bien – con respeto. No es que nos hayamos vuelto mejores
amigos ni nada de eso, solamente ya no lo trato con tanta frivolidad con la que
acostumbraba. Mi madre está encantada con eso, dice que es un gran paso para
esta familia y no sé qué otras cosas más.
Ella le está poniendo todo su
esfuerzo a esa relación. En cierta forma da la impresión que en verdad lo
quiere y que le interesa. Sería muy apresurado decir que el ya es el indicado –
aunque me encantaría decirlo. Falta mucho tiempo para darnos cuenta si él en
realidad será su última pareja.
Si me lo preguntan, sí, yo
deseo que Gustavo sea el definitivo. Estoy cansada de vivir moviéndome de
lugar, estoy cansada de bodas, planes, todo lo que implique una boda. Quiero
que, por una buena vez, mi madre sea feliz con alguien. Quisiera que todo el
tiempo y dinero que invirtieron en esa boda valga la pena.
-¿Amanda? – cuestiono mi madre,
sacándome de mis pensamientos.
-Aca – dije levantándome.
-Oh – dijo sonriendo al verme –
ahí estas.
-¿Qué pasa? – cuestione.
-¿Ya te decidiste? – cuestiono.
-Aun no – dije – me llama mucho
la atención pero, no lo sé.
-¿Por qué no haces la prueba? –
cuestiono.
-No lo sé – dije insegura.
-Tranquila hija – dijo mi
madre, tomándome del hombro – no debes de presionarte, si tú no quieres yo no
te obligare, es tu decisión.
-Lo hare – dije.
-No quiero que lo hagas por
obligación – dijo.
-Yo quiero hacerlo – dije
mientras asentía con la cabeza.
-¿Segura? – cuestiono.
-Mas que segura.
-Bueno – dijo mi madre
sonriendo – te necesito mañana, después de la escuela, en mi oficina.
-Ok – dije.
-Te dejo dormir – dijo
soltándome – buenas noches.
-Chau mamá – dije.
Me dio un corto beso en la
frente y salió de mi habitación, cerrando la puerta.
No estoy segura si acepte por
compromiso o enserio quería hacerlo pero, acepte y eso debe de ser lo que
cuenta. No quiero decepcionar a mi madre y también tenía ganas de experimentar
un poco cosas nuevas.
Me cambie por mi pijama y me
tire en la cama, lista para dormir.
Al día siguiente desperté, a la
misma hora por el mismo sonido de siempre. Me levante de la cama y con un andar
lento, fui hasta la regadera. Tome una ducha y me cambie por esto http://www.polyvore.com/pink/set?id=55004142.
Me arregle un poco el cabello y baje a la cocina.
-Buenos días – dije sonriendo.
-Alguien se levanto de buen
humor – dijo mi hermano mientras reía. El ya estaba cambiado y todo.
-De hecho si – dije riendo.
-Ojala así fuera todos los días
– bromeo.
-Ya no la estés molestando –
dijo Gustavo – luego se empiezan a pelear.
-Solo decía – dijo riendo –
aunque sé que debes de estar de acuerdo conmigo.
-Termina tu desayuno – dijo
Gustavo riendo.
-Yo me tengo que ir – dijo mi
madre – te espero en mi oficina Amanda.
-Claro – dije – chau.
-Chau.
Salí de casa y quedamos
solamente Gustavo, mi hermano y yo. Seguimos desayunando mientras hablábamos. A
decir verdad, cuando conoces bien a Gustavo hasta te cae bien. Tal vez por eso
le gusto a mi madre, por su “carisma” como ella lo llama.
-Bueno muchachos, yo también me
tengo que ir – dijo Gustavo – recuerden que deben llegar temprano.
-Claro – dijo Alejandro.
-Que les vaya bien – dijo
tomando su maletín.
-Chau – dijimos mi hermano y yo
al unisonó.
Se despidió y se fue a
trabajar. Termine de desayunar, me aliste y Salí de casa con rumbo al colegio.
Mi hermano estaba justo detrás de mí, así debía de ser sino, el se quedaría en
casa y no iría a la escuela.
-¿Por qué siento que cada día
llegas más tarde? – cuestiono Karla.
-Algo anda mal en ti – dije
riendo – llegue a tiempo.
-Te digo Karla, a ti te pasa
algo – dijo Taylor.
-Andan medio malotas
conmigo - dijo Karla “ofendida”.
-Sabes que te queremos – dijo
Tamara riendo.
-¿Y Caitlin? – cuestione, era
extraño no verla. Normalmente ella es de las primeras en llegar y casi nunca
falta, a menos que se enferme.
-No vendrá hoy – dijo Taylor –
la llame hace unos minutos y se escuchaba medio extraña, como si hubiera
llorado.
-¿Qué crees que haya pasado? –
cuestiono Karla.
-No lo sé – dijo Taylor – le
pregunte que le pasaba y me dijo que nada, que todo estaba bien.
-La llamare después – dije.
-Pero no debe saber que les
conté esto – dijo.
-Le preguntare que porque no
fue – dije – lo utilizare de excusa.
-Buena idea – dijo Tamara –
después nos deberás contar los detalles.
-Claro – dije riendo. A veces
pueden ser muy curiosas.
La maestra llego y la clase
comenzó.
…
-Recuerda, nos cuentas que te
dijo – dijo Taylor.
-Tendrá que ser hasta el lunes
– dije.
-Aun así – dijo Karla – nos
tienes que contar.
-Está bien – dije riendo – nos
vemos, me tengo que ir.
-Chau – dijeron las chicas.
Subí a mi auto y me acomode.
Estaba por arrancar hasta que mi celular sonó. Lo saque de mi bolsa y de
inmediato conteste.
Al teléfono…
-Bueno – dije al contestar.
-Divina – dijo.
-¿Por qué me llamas divina? – cuestione entre risas.
-Porque siempre te llamo linda – dijo
- ya es hora de cambiar mi estrategia.
-Hay Justin – dije riendo.
-Recuerda que mañana vienen mis hermanitos – dijo riendo.
-Lo sé – dije – creo que estoy un poco nerviosa por eso.
-No deberías – dijo – te amaran.
-¿Cómo estás tan seguro? – cuestione.
-Porque los conozco – dijo – además, eres graciosa y eso les encanta.
-Aun así – dije – estoy nerviosa.
-Yo sé una forma de solucionar ese problema – dijo.
-¿Cómo? – cuestione algo extrañada.
-Pues, podemos salir los dos solitos – dijo – comernos a besos, ver una
película, solo caminar, lo que tú quieras.
-Hay que chistosito estas – dije riendo.
-Me siento muy solo sin ti – dijo en un tono más cantado – sin tu
presencia no soy nada, estoy que me muero – dijo en el mismo tono.
-No digas esas cosas – dije riendo – tengo que ir a la oficina de mi
mamá.
-¿Qué hiciste? – cuestiono.
-Acepte su oferta – dije.
-Eso es algo muy bueno – dijo alegremente.
-¿Me quieres acompañar chico solitario? – cuestione entre risas.
-Claro – dijo con tranquilidad – ven a mi casa – pidió.
-Está bien – dije rendida – salgo de aquí y voy a tu casa.
-Ok – dijo – aquí te espero divina.
-Chau – dije riendo.
-Conduce con cuidado.
Colgué el teléfono y arranque.
Algunas personas me miraban extrañadas ya que llevaba un tiempo aquí adentro,
sentada solamente riéndome, seguramente no notaron el celular. Las ignore y
Salí del estacionamiento. Conduje hasta casa de Justin con mucho cuidado debido
a la gran cantidad de tráfico. Me tomo un tiempo pero, logre llegar.
-Me preocupe – dijo Justin
tomándome por la cintura.
Me dio un beso en los labios,
como él sabe, de esos besos largos y simplemente hermosos. Lo mire de arriba
abajo – los lentes que llevaba me ayudaban a disimular. Se veía completamente
sexy, esa camisa que le dejaba ver sus brazos musculosos, sus jeans entre
ajustadas y sueltos, la gorra que llevaba, de solo verlo me derretía.
-Cada vez estas más sexy – dijo
Justin, yo solo reí.
-Estaba por decirte eso – dije
entre algunas risas.
-¿Crees que soy sexy? –
cuestiono levantando una ceja.
-No – dije seria.
-Crees que soy sexy – dijo
riendo – no te equivocas.
-Tú y tu ego – dije.
-Vamos adentro – dijo riendo.
-Espera – dije mirando mi reloj
– mi madre me debe de estar esperando.
-Cierto – dijo.
-Sera mejor que nos vayamos –
dije tomando su mano.
-Vamonos.
Me jalo hasta adentro de su
casa. Tomo sus llaves y me obligo a subirme a su camioneta.
-¿Por qué no simplemente nos
fuimos en mi auto? – cuestione.
-Porque se siente extraño que
tú me lleves a alguna parte – dijo – además, me da miedo como conduces.
-Que exagerado – dije riendo.
-No exagero – dijo – es la
verdad.
-¿Qué vamos a hacer contigo? –
dije riendo.
-Con un beso se me puede quitar
– dijo.
-Concéntrate en conducir – dije
y el rio.
Llegamos a la empresa de mi
madre – por llamarla de alguna forma.
-¿Esta mi madre? – le pregunte
a una de las chicas en recepción.
-Te está esperando – dijo sonriéndome.
-Ok – dije – gracias.
-Antes que se vayan – dijo –
tome, lo necesitaras – dijo hacia Justin. Me entrego un pase, esto era
necesario para cualquier visitante. Obviamente yo no lo ocupaba ya que soy la
hija de la dueña.
-Gracias – dije.
Caminamos hasta el ascensor, le
pique a un botón y esperamos.
-¿Cuántos pisos son? –
cuestiono.
-Como 10 – dije.
-¿10 pisos? – cuestiono – moriré
dentro de esa cosa.
-No lo harás – dije – dime,
¿para qué estoy yo?
-Confiare en ti – dijo, yo reí.
-Toma – dije entregándole el
pase.
-¿Qué es esto? – cuestiono.
-Es para todo visitante – dije –
impide que te saquen.
-¿Y el tuyo? – cuestiono.
-Yo no lo necesito – dije riendo.
-Cierto, eres la hija de la
dueña – dijo – que estúpida pregunta.
-Ya lo creo – dije.
-Oye – dijo riendo.
Me tomo por la cintura y me
pego a él. Me dio un beso en la mejilla y el ascensor se abrió.
-Vamos – dije tomando su mano y
jalándolo dentro.
Presione el botón del piso de
amero arribe, el piso de mi madre. Justin parecía nervioso. Según lo que tenía
entendido, el es claustrofóbico.
-Tranquilo – dije mirándolo a
los ojos. Me encontraba en la necesidad de buscar algo para distraerlo.
-Estoy bien – mintió.
-Mientes bien – dije riendo.
-Enserio – dijo.
-Eres mucho más lindo cuando este
nervioso – dije.
-Me lo han dicho – dijo usando
un tono más galán aunque aun con nervios.
-Y te ves mucho mejor cuando estás
en un plan modesto – dije – lástima que no lo eres.
-Soy modesto – dijo.
-No lo creo – dije riendo.
-¿No lo crees? – cuestiono acercándose
mas a mí.
-No – dije segura.
Estábamos a pocos centímetros de
distancia, ya quedaba una nada para besarnos pero claro, algo tenía que
interrumpirnos, el ascensor.
-Ya veo porque odias estas
cosas – dije mientras se alejaba.
El rio ante mi comentario. Tomo
mi mano y se apresuro a salir de ahí. Caminamos hasta el escritorio de la
secretaria de mi madre. No había nadie por lo que me acerque a la puerta y
toque. Escuche un “Pase” de mi madre
y entre, con Justin a mi lado.
Ella no estaba sola, frente a
su escritorio había un chico, uno de sus modelos. A veces lo veía cuando estaba
por aquí, es muy guapo si les soy sincera. Solía ser mi “crush” pero ya no más.
-Qué bueno que llegas – dijo mi
madre – hola Justin, ¿Cómo estás?
-Bien gracias – dijo mi novio
sonriendo.
-Me alegro – dijo mi madre –
ahora, a lo que te llame Amanda.
-¿Qué pasa? – cuestione sentándome
sobre las piernas de Justin.
-Pues, te explicare un poco lo
que ocurrirá – dijo mi madre – faltaras el martes a clases ya que tendrás la sesión
de fotos. Vas a tener una pareja – dije mirando al chico que tenia a un lado –
olvide presentarlos. Nate ella es mi hija Amanda y el es su novio Justin. Amanda,
Justin, él es uno de mis mejores modelos, Nate.
-Hola – dijo el chico sonriéndome.
De inmediato sentí como Justin me tomaba de la mano, estaba celoso.
-Mucho gusto – dije, más que
nada por cortesía.
-Bueno, resumiré todo – dijo mi
madre – se tomaran fotos juntos y también por separado. Lamento decírtelo Justin
pero, tendrán que estar muy pegados en las fotos.
-¿Cómo? – cuestione.
-Pues, como una pareja – dijo mi
madre – se supone que modelan para una línea de jóvenes, tendrán que actuar
como si fueran una pareja de jóvenes muy enamorados.
-Ok – dije.
-Nos vemos el martes aquí mismo
a eso de las 9 de la mañana – dijo mi madre – de aquí nos iremos a la locación en
donde se hará la sesión.
-Perfecto – dijo Nate – nos vemos.
-Chau – dijo mi madre.
-Chau mamá.
-Chau chicos.
Salimos de la oficina y mire a Justin.
Estaba enojado, más que nada por los celos. Intentaba contener mi risa, no quería
que se enojara más. Solamente lo tome de la mano y lo jale para que se pusiera
mas a mi lado, tal vez así se le quitaría un poco el enojo.
-…
kdsajfjfksajkfaj Otro Mas Siguela Perdon Por no comentar el anterior es qe lo avia leido del cel y no podia comentarlo bueno me encanta la nove y el cap e_é siguela pronto besos
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