domingo, 12 de agosto de 2012

Capitulo 38. No Te Obligare



Se hiso tarde y regresamos a casa. Estaba nerviosa, debo admitir. ¿Qué se supone que debo de hacer al ver a la hermanita de Justin o a su hermanito? No tengo ni la menor idea si me querrán o no. ¿Qué tal si no me quieren? Sé que sueno un poco paranoica pero, pónganse en mi lugar.

Cuando conocí a Pattie fue diferente ya que ella no me conoció como la novia de Justin, si no como la amiga o bueno, la hija de Tiffany. Ya después ella se entero que era la novia de su hijo y bueno, ya saben, cenamos y todo eso. Fue más fácil que me quisiera ya que ella es muy amiga de mi madre y por consecuente me quiere.

-¿Cómo te fue Amanda? – cuestiono Gustavo al verme entrar.
-Bien – dije de una forma cortes.
-Me alegro – dijo sonriendo.
-¿En donde esta mamá? – cuestione extrañada. Ya eran como las 10 y ella aun no llegaba.
-Fue a comprar algunas cosas – dijo Gustavo – dijo que regresaría en 10 minutos.
-Ok – dije – estaré en mi habitación.
-Como gustes – dijo.

Deje mis cosas en mi cama y Salí hasta mi balcón, era un lindo lugar para relajarte y pensar. Normalmente a esta hora se pueden escuchar los automóviles claramente. Tenias que esperar a que anocheciera más, como por las 2 de la mañana. A esa hora podías escuchar el mar – si ponías mucha atención. Cuando no puedo dormir salgo, me siento y solo escucho. Es algo hermoso, entre el mar, los grillos y otros insectos hacen una melodía suave y relajante.

Sobre lo que paso con Gustavo hace unos momentos, mi repentina cortesía hacia el tiene una explicación. Yo cometí el error de hablarle de buena forma, después de eso ya no me quedo de otra más que tratarlo bien – con respeto. No es que nos hayamos vuelto mejores amigos ni nada de eso, solamente ya no lo trato con tanta frivolidad con la que acostumbraba. Mi madre está encantada con eso, dice que es un gran paso para esta familia y no sé qué otras cosas más.

Ella le está poniendo todo su esfuerzo a esa relación. En cierta forma da la impresión que en verdad lo quiere y que le interesa. Sería muy apresurado decir que el ya es el indicado – aunque me encantaría decirlo. Falta mucho tiempo para darnos cuenta si él en realidad será su última pareja.

Si me lo preguntan, sí, yo deseo que Gustavo sea el definitivo. Estoy cansada de vivir moviéndome de lugar, estoy cansada de bodas, planes, todo lo que implique una boda. Quiero que, por una buena vez, mi madre sea feliz con alguien. Quisiera que todo el tiempo y dinero que invirtieron en esa boda valga la pena.

-¿Amanda? – cuestiono mi madre, sacándome de mis pensamientos.
-Aca – dije levantándome.
-Oh – dijo sonriendo al verme – ahí estas.
-¿Qué pasa? – cuestione.
-¿Ya te decidiste? – cuestiono.
-Aun no – dije – me llama mucho la atención pero, no lo sé.
-¿Por qué no haces la prueba? – cuestiono.
-No lo sé – dije insegura.
-Tranquila hija – dijo mi madre, tomándome del hombro – no debes de presionarte, si tú no quieres yo no te obligare, es tu decisión.
-Lo hare – dije.
-No quiero que lo hagas por obligación – dijo.
-Yo quiero hacerlo – dije mientras asentía con la cabeza.
-¿Segura? – cuestiono.
-Mas que segura.
-Bueno – dijo mi madre sonriendo – te necesito mañana, después de la escuela, en mi oficina.
-Ok – dije.
-Te dejo dormir – dijo soltándome – buenas noches.
-Chau mamá – dije.

Me dio un corto beso en la frente y salió de mi habitación, cerrando la puerta.

No estoy segura si acepte por compromiso o enserio quería hacerlo pero, acepte y eso debe de ser lo que cuenta. No quiero decepcionar a mi madre y también tenía ganas de experimentar un poco cosas nuevas.

Me cambie por mi pijama y me tire en la cama, lista para dormir.


Al día siguiente desperté, a la misma hora por el mismo sonido de siempre. Me levante de la cama y con un andar lento, fui hasta la regadera. Tome una ducha y me cambie por esto http://www.polyvore.com/pink/set?id=55004142. Me arregle un poco el cabello y baje a la cocina.

-Buenos días – dije sonriendo.
-Alguien se levanto de buen humor – dijo mi hermano mientras reía. El ya estaba cambiado y todo.
-De hecho si – dije riendo.
-Ojala así fuera todos los días – bromeo.
-Ya no la estés molestando – dijo Gustavo – luego se empiezan a pelear.
-Solo decía – dijo riendo – aunque sé que debes de estar de acuerdo conmigo.
-Termina tu desayuno – dijo Gustavo riendo.
-Yo me tengo que ir – dijo mi madre – te espero en mi oficina Amanda.
-Claro – dije – chau.
-Chau.

Salí de casa y quedamos solamente Gustavo, mi hermano y yo. Seguimos desayunando mientras hablábamos. A decir verdad, cuando conoces bien a Gustavo hasta te cae bien. Tal vez por eso le gusto a mi madre, por su “carisma” como ella lo llama.

-Bueno muchachos, yo también me tengo que ir – dijo Gustavo – recuerden que deben llegar temprano.
-Claro – dijo Alejandro.
-Que les vaya bien – dijo tomando su maletín.
-Chau – dijimos mi hermano y yo al unisonó.

Se despidió y se fue a trabajar. Termine de desayunar, me aliste y Salí de casa con rumbo al colegio. Mi hermano estaba justo detrás de mí, así debía de ser sino, el se quedaría en casa y no iría a la escuela.

-¿Por qué siento que cada día llegas más tarde? – cuestiono Karla.
-Algo anda mal en ti – dije riendo – llegue a tiempo.
-Te digo Karla, a ti te pasa algo – dijo Taylor.
-Andan medio malotas conmigo  - dijo Karla “ofendida”.
-Sabes que te queremos – dijo Tamara riendo.
-¿Y Caitlin? – cuestione, era extraño no verla. Normalmente ella es de las primeras en llegar y casi nunca falta, a menos que se enferme.
-No vendrá hoy – dijo Taylor – la llame hace unos minutos y se escuchaba medio extraña, como si hubiera llorado.
-¿Qué crees que haya pasado? – cuestiono Karla.
-No lo sé – dijo Taylor – le pregunte que le pasaba y me dijo que nada, que todo estaba bien.
-La llamare después – dije.
-Pero no debe saber que les conté esto – dijo.
-Le preguntare que porque no fue – dije – lo utilizare de excusa.
-Buena idea – dijo Tamara – después nos deberás contar los detalles.
-Claro – dije riendo. A veces pueden ser muy curiosas.

La maestra llego y la clase comenzó.


-Recuerda, nos cuentas que te dijo – dijo Taylor.
-Tendrá que ser hasta el lunes – dije.
-Aun así – dijo Karla – nos tienes que contar.
-Está bien – dije riendo – nos vemos, me tengo que ir.
-Chau – dijeron las chicas.

Subí a mi auto y me acomode. Estaba por arrancar hasta que mi celular sonó. Lo saque de mi bolsa y de inmediato conteste.

Al teléfono…
-Bueno – dije al contestar.
-Divina – dijo.
-¿Por qué me llamas divina? – cuestione entre risas.
-Porque siempre te llamo linda – dijo  - ya es hora de cambiar mi estrategia.
-Hay Justin – dije riendo.
-Recuerda que mañana vienen mis hermanitos – dijo riendo.
-Lo sé – dije – creo que estoy un poco nerviosa por eso.
-No deberías – dijo – te amaran.
-¿Cómo estás tan seguro? – cuestione.
-Porque los conozco – dijo – además, eres graciosa y eso les encanta.
-Aun así – dije – estoy nerviosa.
-Yo sé una forma de solucionar ese problema – dijo.
-¿Cómo? – cuestione algo extrañada.
-Pues, podemos salir los dos solitos – dijo – comernos a besos, ver una película, solo caminar, lo que tú quieras.
-Hay que chistosito estas – dije riendo.
-Me siento muy solo sin ti – dijo en un tono más cantado – sin tu presencia no soy nada, estoy que me muero – dijo en el mismo tono.
-No digas esas cosas – dije riendo – tengo que ir a la oficina de mi mamá.
-¿Qué hiciste? – cuestiono.
-Acepte su oferta – dije.
-Eso es algo muy bueno – dijo alegremente.
-¿Me quieres acompañar chico solitario? – cuestione entre risas.
-Claro – dijo con tranquilidad – ven a mi casa – pidió.
-Está bien – dije rendida – salgo de aquí y voy a tu casa.
-Ok – dijo – aquí te espero divina.
-Chau – dije riendo.
-Conduce con cuidado.

Colgué el teléfono y arranque. Algunas personas me miraban extrañadas ya que llevaba un tiempo aquí adentro, sentada solamente riéndome, seguramente no notaron el celular. Las ignore y Salí del estacionamiento. Conduje hasta casa de Justin con mucho cuidado debido a la gran cantidad de tráfico. Me tomo un tiempo pero, logre llegar.

-Me preocupe – dijo Justin tomándome por la cintura.

Me dio un beso en los labios, como él sabe, de esos besos largos y simplemente hermosos. Lo mire de arriba abajo – los lentes que llevaba me ayudaban a disimular. Se veía completamente sexy, esa camisa que le dejaba ver sus brazos musculosos, sus jeans entre ajustadas y sueltos, la gorra que llevaba, de solo verlo me derretía.

-Cada vez estas más sexy – dijo Justin, yo solo reí.
-Estaba por decirte eso – dije entre algunas risas.
-¿Crees que soy sexy? – cuestiono levantando una ceja.
-No – dije seria.
-Crees que soy sexy – dijo riendo – no te equivocas.
-Tú y tu ego – dije.
-Vamos adentro – dijo riendo.
-Espera – dije mirando mi reloj – mi madre me debe de estar esperando.
-Cierto – dijo.
-Sera mejor que nos vayamos – dije tomando su mano.
-Vamonos.

Me jalo hasta adentro de su casa. Tomo sus llaves y me obligo a subirme a su camioneta.

-¿Por qué no simplemente nos fuimos en mi auto? – cuestione.
-Porque se siente extraño que tú me lleves a alguna parte – dijo – además, me da miedo como conduces.
-Que exagerado – dije riendo.
-No exagero – dijo – es la verdad.
-¿Qué vamos a hacer contigo? – dije riendo.
-Con un beso se me puede quitar – dijo.
-Concéntrate en conducir – dije y el rio.

Llegamos a la empresa de mi madre – por llamarla de alguna forma.

-¿Esta mi madre? – le pregunte a una de las chicas en recepción.
-Te está esperando – dijo sonriéndome.
-Ok – dije – gracias.
-Antes que se vayan – dijo – tome, lo necesitaras – dijo hacia Justin. Me entrego un pase, esto era necesario para cualquier visitante. Obviamente yo no lo ocupaba ya que soy la hija de la dueña.
-Gracias – dije.

Caminamos hasta el ascensor, le pique a un botón y esperamos.

-¿Cuántos pisos son? – cuestiono.
-Como 10 – dije.
-¿10 pisos? – cuestiono – moriré dentro de esa cosa.
-No lo harás – dije – dime, ¿para qué estoy yo?
-Confiare en ti – dijo, yo reí.
-Toma – dije entregándole el pase.
-¿Qué es esto? – cuestiono.
-Es para todo visitante – dije – impide que te saquen.
-¿Y el tuyo? – cuestiono.
-Yo no lo necesito – dije riendo.
-Cierto, eres la hija de la dueña – dijo – que estúpida pregunta.
-Ya lo creo – dije.
-Oye – dijo riendo.

Me tomo por la cintura y me pego a él. Me dio un beso en la mejilla y el ascensor se abrió.

-Vamos – dije tomando su mano y jalándolo dentro.

Presione el botón del piso de amero arribe, el piso de mi madre. Justin parecía nervioso. Según lo que tenía entendido, el es claustrofóbico.

-Tranquilo – dije mirándolo a los ojos. Me encontraba en la necesidad de buscar algo para distraerlo.
-Estoy bien – mintió.
-Mientes bien – dije riendo.
-Enserio – dijo.
-Eres mucho más lindo cuando este nervioso – dije.
-Me lo han dicho – dijo usando un tono más galán aunque aun con nervios.
-Y te ves mucho mejor cuando estás en un plan modesto – dije – lástima que no lo eres.
-Soy modesto – dijo.
-No lo creo – dije riendo.
-¿No lo crees? – cuestiono acercándose mas a mí.
-No – dije segura.

Estábamos a pocos centímetros de distancia, ya quedaba una nada para besarnos pero claro, algo tenía que interrumpirnos, el ascensor.

-Ya veo porque odias estas cosas – dije mientras se alejaba.

El rio ante mi comentario. Tomo mi mano y se apresuro a salir de ahí. Caminamos hasta el escritorio de la secretaria de mi madre. No había nadie por lo que me acerque a la puerta y toque. Escuche un “Pase” de mi madre y entre, con Justin a mi lado.

Ella no estaba sola, frente a su escritorio había un chico, uno de sus modelos. A veces lo veía cuando estaba por aquí, es muy guapo si les soy sincera. Solía ser mi “crush” pero ya no más.

-Qué bueno que llegas – dijo mi madre – hola Justin, ¿Cómo estás?
-Bien gracias – dijo mi novio sonriendo.
-Me alegro – dijo mi madre – ahora, a lo que te llame Amanda.
-¿Qué pasa? – cuestione sentándome sobre las piernas de Justin.
-Pues, te explicare un poco lo que ocurrirá – dijo mi madre – faltaras el martes a clases ya que tendrás la sesión de fotos. Vas a tener una pareja – dije mirando al chico que tenia a un lado – olvide presentarlos. Nate ella es mi hija Amanda y el es su novio Justin. Amanda, Justin, él es uno de mis mejores modelos, Nate.  
-Hola – dijo el chico sonriéndome. De inmediato sentí como Justin me tomaba de la mano, estaba celoso.
-Mucho gusto – dije, más que nada por cortesía.
-Bueno, resumiré todo – dijo mi madre – se tomaran fotos juntos y también por separado. Lamento decírtelo Justin pero, tendrán que estar muy pegados en las fotos.
-¿Cómo? – cuestione.
-Pues, como una pareja – dijo mi madre – se supone que modelan para una línea de jóvenes, tendrán que actuar como si fueran una pareja de jóvenes muy enamorados.
-Ok – dije.
-Nos vemos el martes aquí mismo a eso de las 9 de la mañana – dijo mi madre – de aquí nos iremos a la locación en donde se hará la sesión.
-Perfecto – dijo Nate – nos vemos.
-Chau – dijo mi madre.
-Chau mamá.
-Chau chicos.

Salimos de la oficina y mire a Justin. Estaba enojado, más que nada por los celos. Intentaba contener mi risa, no quería que se enojara más. Solamente lo tome de la mano y lo jale para que se pusiera mas a mi lado, tal vez así se le quitaría un poco el enojo.

-…
  




1 comentario:

  1. kdsajfjfksajkfaj Otro Mas Siguela Perdon Por no comentar el anterior es qe lo avia leido del cel y no podia comentarlo bueno me encanta la nove y el cap e_é siguela pronto besos

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