miércoles, 2 de enero de 2013

Capitulo 52. Sorpresa


No sé qué es lo que me pasa cada vez que el me dice estas cosas, no son mariposas las que revolotean en mi estomago; deben de ser algo mucho más grandes y fuertes que eso. Dios mío, como es que este chico puede crear tanto en mi y eso es una pregunta. Y como es que aun logra que me ponga nerviosa o que sienta esas mugrosas mariposas, ¿CÓMO?

Y como lo esperaba – y lo ansiaba – el me beso, de esos besos de los que no te quieres separar nunca. Todo siempre es único e irrepetible. Cada día que paso con él me doy cuenta que no cometí un error al decirle que sí. Ese si ha sido mi mejor decisión en toda una vida.


-No sé  qué será de nosotros en un futuro, lo que si se es que estas dejando huella en mi corazón – dije. No sé de donde salieron esas palabras pero, salieron. Ven lo que digo, el crea algo en mí que ni yo sé que es.
-Últimamente estas muy cariñosa conmigo – dijo sonriente.
-Por tu culpa – dije.
-¿Por mi culpa? – cuestiono Justin.
-Como lo oyes – dije.
-¿Y se puede saber porque es mi culpa? – cuestiono.
-No lo sé pero es tu culpa – dije.
-Bueno pues, me alegra que yo logre algo en ti – dijo sonriente, parecía estar contento – y por si querías saber, tú también creas algo en mí aunque no te diré que es.
-Terminaras diciéndome de cualquier forma – dije.
-Ya vámonos – dijo Justin riendo.

Seguimos caminando y mirando una que otra cosa. La estaba pasando muy bien, me sentía muy agusto entre todos pero sobre todo, me estaba gustando estar aquí.


Se hiso tarde y decidimos regresar. Mañana deberíamos estar temprano en el aeropuerto para regresar a Los Ángeles. Sinceramente no quería regresar, prefería estar aquí con Justin a mi lado.


-Buenas noches Pattie – dije.
-Descansa linda – dijo mi suegrita.

Me metí a mi habitación, me acomode en la cama y cerré mis ojos. Intentaba dormir hasta que escuche el ruido de la puerta, seguramente Pattie había salido o algo así. No le preste atención y regrese a lo mío. No fue hasta que sentí algo que se tira encima de mí.

-No grites – dijo mientras me tapaba la boca.
-¿Qué te sucede? – cuestione con dificultad.
-Sorpresa – dijo mientras reía. Volteé y le di un pequeño golpe en el brazo - ¿Por qué la violencia? – cuestiono mientras reía.
-Me asustaste – dije después de que retirara su mano.
-Lo siento – dijo con su típica sonrisa de niño bueno – no podía dormir y pensé en hacerte una corta visita.
-Mejor visita a tu mamá Justin – dije – pídele que te lea un cuento o algo así.
-Me gustan más tus cuentos – dijo sonriente.
-Buenas noches – dije.

Me di la vuelta dándole la espalda y cerré los ojos. Pasaron unos segundos y sentí que me empezaba a hacer cosquillas.

-No – dije riendo, en una voz baja para que no nos pudieran escuchar.

El no paraba, simplemente reía ante mi expresión, yo no podía evitar reír.

-Ya detente – dije entre risas – dejare que te quedes pero detente.
-Di que quieres que me quede – dijo.
-Quiero que te quedes – dije entre risas.
-Ok – dijo riendo.

Me soltó y me hice a un lado para que se pudiera acomodar a mi lado. Obviamente su excusa del insomnio no era cierta, solamente quería pasar la noche conmigo. El sabia que diría que no así que de seguro ideo todo esto.

-Mañana regresaremos a los Ángeles – dijo Justin – así que será mejor que descansemos.
-Yo no tenía otros planes más que descansar – dije – no se tu en que habrás pensado.
-Cochina – dijo riendo.
-Tú – dije en mi defensa.
-Ya linda – dijo riendo – mejor vayamos a dormir.
-Espera – dije – ¿acaso piensas dormir sin una camisa puesta?
-Si – dijo extrañado – yo así duermo, ¿acaso no te gusta la idea?
-Ugh – dije – que asco.
-Buenas noches linda – dijo riendo.
-Descansa – dije.

…Al día siguiente…

Abrí mis ojos y me encontré con Justin. El estaba despierto, observándome, sin su camisa. Me sonríe y por cortesía le devuelvo una sonrisa. No espero tanto para besarme aunque esta vez fue algo fugaz.

-Buenos días – dijo Justin aun sonriendo.
-Buenos días – dije aun adormilada - ¿Cuánto tiempo llevas despierto?
-No tanto – dijo.
-Si Pattie se entera que estas aquí me asesinara – dije.
-Ella sabe que estoy aquí – dijo – y también sabe que no hemos hecho nada malo.
-Qué vergüenza – dije apenada.
-Que no te de pena – dijo – a mi madre le caes bien y sabe que tu no me permitirías hacer nada malo.
-Y tiene razón – dije.
-Por eso confía en ti – dijo – y bueno, como no va a confiar en mí.
-Claro – dije con sarcasmo. El solamente rio – creo que debería alistarme.
-Ambos deberíamos – dijo.

Me levante de la cama y me estire. Tome mi maleta y comencé a buscar algo que usar.

-Nos vemos abajo linda – dijo Justin. Se despidió con un beso y salió de la habitación.

Tome la ropa y me metí al baño. Abrí la llave del agua y deje que se calentara. Me desvestí y me metí a la ducha. No tarde demasiado ya que no sabía cuánto tiempo tendríamos para estar listos. En cuanto acabe tome una toalla y me envolví en ella. Espere hasta que estuviera medio seca y me vestí. Cepille mi cabello y lo deje suelto. Me puse un poco de perfume y estaba lista. Regrese todo a mi maleta y me aliste para regresar.

-Buenos días – dije al entrar a la cocineta.
-Buenos días Amanda – dijo una de las chicas – a desayunar.

Todas tomamos asiento y desayunamos. Platicábamos sobre algunas cosas mientras comíamos; sobre chicos, comida, lugares, trabajos, etc. Paso una media hora y terminamos. Recogimos nuestras cosas y bajamos al lobby en donde esperaríamos a los demás chicos.


Después de varias horas llegamos a Los Ángeles. Cada quien tomo su maleta y salimos. Gracias al cielo no había paparazis afuera ya que Scooter se había encargado de confundirlos. En cuanto tuve mi equipaje Salí y al instante me encontré con mi hermano y mi madre.

-Hola chicos – dijo mi madre. Voltee y me encontré con Justin, ahora entendía.
-Hola mamá – dije. Deje mi maleta en el piso y la salude con un beso y un abrazo – tonto – dije dirigiéndome a mi hermano, el solamente se reía.
-Barbie – dijo riendo. Tomo uno de mis brazos y me jalo hacia él. En cuanto me tuvo enfrente me dio un fuerte abrazo de esos que te dejan sin aire – aun necesito tu ayuda.
-Lo sé – dije sin aire. Alejandro me soltó y respire otra vez.
-Y, ¿Cómo les fue? – cuestiono mi madre mientras me acercaba a Justin.
-Bien – dijo Justin sonriente.
-Me alegro mucho – dijo mi madre.

No falto tanto para que llegara Pattie y mi madre se fuera a platicar con ella. ¿Y si le dice lo que paso anoche? Digo, no fue nada malo pero, ¿Cómo lo tomaría mi mamá?

-Aun tenemos mucho que hacer con ese proyecto – dijo mi madre.
-Lo sé – dijo Pattie riendo – apenas ayer me enviaron algunos documentos, gracias a dios lo haremos juntas porque no tengo ni idea de que hacer.
-Sera un éxito – dijo mi madre.
-¿De qué hablan? – cuestiono mi hermano.
-Que chismoso – dije en susurros. El solamente levanto sus brazos como diciendo “ups”.
-Aun no pueden saberlo – dijo Pattie.
-Seguimos planeando todo – dijo mi madre – y bueno, creo que ya debemos irnos.
-Bueno – dijo Pattie – nos vemos.
-Chau – dijimos.

Nos despedimos y nos fuimos hacia la casa. Mañana tendría que levantarme temprano para “trabajar”. Ya no podía echarme para atrás, eso me dejaría mal a mí y a mi madre y no podía permitir eso. 

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