No sé qué es lo que me pasa cada vez que el me dice estas
cosas, no son mariposas las que revolotean en mi estomago; deben de ser algo
mucho más grandes y fuertes que eso. Dios mío, como es que este chico puede
crear tanto en mi y eso es una pregunta. Y como es que aun logra que me ponga
nerviosa o que sienta esas mugrosas mariposas, ¿CÓMO?
Y como lo esperaba – y lo ansiaba – el me beso, de esos
besos de los que no te quieres separar nunca. Todo siempre es único e
irrepetible. Cada día que paso con él me doy cuenta que no cometí un error al
decirle que sí. Ese si ha sido mi mejor decisión en toda una vida.
-No sé qué será de
nosotros en un futuro, lo que si se es que estas dejando huella en mi corazón –
dije. No sé de donde salieron esas palabras pero, salieron. Ven lo que digo, el
crea algo en mí que ni yo sé que es.
-Últimamente estas muy cariñosa conmigo – dijo sonriente.
-Por tu culpa – dije.
-¿Por mi culpa? – cuestiono Justin.
-Como lo oyes – dije.
-¿Y se puede saber porque es mi culpa? – cuestiono.
-No lo sé pero es tu culpa – dije.
-Bueno pues, me alegra que yo logre algo en ti – dijo sonriente,
parecía estar contento – y por si querías saber, tú también creas algo en mí
aunque no te diré que es.
-Terminaras diciéndome de cualquier forma – dije.
-Ya vámonos – dijo Justin riendo.
Seguimos caminando y mirando una que otra cosa. La estaba
pasando muy bien, me sentía muy agusto entre todos pero sobre todo, me estaba
gustando estar aquí.
Se hiso tarde y decidimos regresar. Mañana deberíamos
estar temprano en el aeropuerto para regresar a Los Ángeles. Sinceramente no
quería regresar, prefería estar aquí con Justin a mi lado.
…
-Buenas noches Pattie – dije.
-Descansa linda – dijo mi suegrita.
Me metí a mi habitación, me acomode en la cama y cerré
mis ojos. Intentaba dormir hasta que escuche el ruido de la puerta, seguramente
Pattie había salido o algo así. No le preste atención y regrese a lo mío. No
fue hasta que sentí algo que se tira encima de mí.
-No grites – dijo mientras me tapaba la boca.
-¿Qué te sucede? – cuestione con dificultad.
-Sorpresa – dijo mientras reía. Volteé y le di un pequeño
golpe en el brazo - ¿Por qué la violencia? – cuestiono mientras reía.
-Me asustaste – dije después de que retirara su mano.
-Lo siento – dijo con su típica sonrisa de niño bueno –
no podía dormir y pensé en hacerte una corta visita.
-Mejor visita a tu mamá Justin – dije – pídele que te lea
un cuento o algo así.
-Me gustan más tus cuentos – dijo sonriente.
-Buenas noches – dije.
Me di la vuelta dándole la espalda y cerré los ojos.
Pasaron unos segundos y sentí que me empezaba a hacer cosquillas.
-No – dije riendo, en una voz baja para que no nos
pudieran escuchar.
El no paraba, simplemente reía ante mi expresión, yo no
podía evitar reír.
-Ya detente – dije entre risas – dejare que te quedes
pero detente.
-Di que quieres que me quede – dijo.
-Quiero que te quedes – dije entre risas.
-Ok – dijo riendo.
Me soltó y me hice a un lado para que se pudiera acomodar
a mi lado. Obviamente su excusa del insomnio no era cierta, solamente quería
pasar la noche conmigo. El sabia que diría que no así que de seguro ideo todo
esto.
-Mañana regresaremos a los Ángeles – dijo Justin – así
que será mejor que descansemos.
-Yo no tenía otros planes más que descansar – dije – no
se tu en que habrás pensado.
-Cochina – dijo riendo.
-Tú – dije en mi defensa.
-Ya linda – dijo riendo – mejor vayamos a dormir.
-Espera – dije – ¿acaso piensas dormir sin una camisa
puesta?
-Si – dijo extrañado – yo así duermo, ¿acaso no te gusta
la idea?
-Ugh – dije – que asco.
-Buenas noches linda – dijo riendo.
-Descansa – dije.
…Al día siguiente…
Abrí mis ojos y me encontré con Justin. El estaba despierto,
observándome, sin su camisa. Me sonríe y por cortesía le devuelvo una sonrisa.
No espero tanto para besarme aunque esta vez fue algo fugaz.
-Buenos días – dijo Justin aun sonriendo.
-Buenos días – dije aun adormilada - ¿Cuánto tiempo
llevas despierto?
-No tanto – dijo.
-Si Pattie se entera que estas aquí me asesinara – dije.
-Ella sabe que estoy aquí – dijo – y también sabe que no
hemos hecho nada malo.
-Qué vergüenza – dije apenada.
-Que no te de pena – dijo – a mi madre le caes bien y
sabe que tu no me permitirías hacer nada malo.
-Y tiene razón – dije.
-Por eso confía en ti – dijo – y bueno, como no va a
confiar en mí.
-Claro – dije con sarcasmo. El solamente rio – creo que
debería alistarme.
-Ambos deberíamos – dijo.
Me levante de la cama y me estire. Tome mi maleta y comencé
a buscar algo que usar.
-Nos vemos abajo linda – dijo Justin. Se despidió con un
beso y salió de la habitación.
Tome la ropa y me metí al baño. Abrí la llave del agua y
deje que se calentara. Me desvestí y me metí a la ducha. No tarde demasiado ya
que no sabía cuánto tiempo tendríamos para estar listos. En cuanto acabe tome
una toalla y me envolví en ella. Espere hasta que estuviera medio seca y me vestí. Cepille mi cabello y lo deje suelto. Me puse un poco de
perfume y estaba lista. Regrese todo a mi maleta y me aliste para regresar.
-Buenos días – dije al entrar a la cocineta.
-Buenos días Amanda – dijo una de las chicas – a desayunar.
Todas tomamos asiento y desayunamos. Platicábamos sobre
algunas cosas mientras comíamos; sobre chicos, comida, lugares, trabajos, etc. Paso
una media hora y terminamos. Recogimos nuestras cosas y bajamos al lobby en donde
esperaríamos a los demás chicos.
…
Después de varias horas llegamos a Los Ángeles. Cada quien
tomo su maleta y salimos. Gracias al cielo no había paparazis afuera ya que Scooter
se había encargado de confundirlos. En cuanto tuve mi equipaje Salí y al
instante me encontré con mi hermano y mi madre.
-Hola chicos – dijo mi madre. Voltee y me encontré con Justin,
ahora entendía.
-Hola mamá – dije. Deje mi maleta en el piso y la salude
con un beso y un abrazo – tonto – dije dirigiéndome a mi hermano, el solamente
se reía.
-Barbie – dijo riendo. Tomo uno de mis brazos y me jalo
hacia él. En cuanto me tuvo enfrente me dio un fuerte abrazo de esos que te
dejan sin aire – aun necesito tu ayuda.
-Lo sé – dije sin aire. Alejandro me soltó y respire otra
vez.
-Y, ¿Cómo les fue? – cuestiono mi madre mientras me
acercaba a Justin.
-Bien – dijo Justin sonriente.
-Me alegro mucho – dijo mi madre.
No falto tanto para que llegara Pattie y mi madre se
fuera a platicar con ella. ¿Y si le dice lo que paso anoche? Digo, no fue nada
malo pero, ¿Cómo lo tomaría mi mamá?
-Aun tenemos mucho que hacer con ese proyecto – dijo mi
madre.
-Lo sé – dijo Pattie riendo – apenas ayer me enviaron
algunos documentos, gracias a dios lo haremos juntas porque no tengo ni idea de
que hacer.
-Sera un éxito – dijo mi madre.
-¿De qué hablan? – cuestiono mi hermano.
-Que chismoso – dije en susurros. El solamente levanto
sus brazos como diciendo “ups”.
-Aun no pueden saberlo – dijo Pattie.
-Seguimos planeando todo – dijo mi madre – y bueno, creo
que ya debemos irnos.
-Bueno – dijo Pattie – nos vemos.
-Chau – dijimos.
Nos despedimos y nos fuimos hacia la casa. Mañana tendría
que levantarme temprano para “trabajar”. Ya no podía echarme para atrás, eso me
dejaría mal a mí y a mi madre y no podía permitir eso.
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